Horas después de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, afirmara que el Gobierno está en una situación delicada por la derogación de la reforma laboral, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha tratado de calmar los ánimos al afirmar que "todo el Gobierno está comprometido" en sacar adelante una reforma laboral que reduzca la precariedad, permita mejorar la productividad y reequilibre la negociación entre trabajadores y empresarios.
El presidente ha hecho estas declaraciones en un acto en Madrid en el que participaba el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, junto con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. El representante de la Comisión Europea se reunirá entre hoy y mañana con Sánchez en privado y con otros miembros del Gobierno, entre ellos con la propia Díaz y con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Su visita se produce en un momento en el que el pulso entre las dos vicepresidentas por la reforma laboral acapara numerosos titulares en prensa y preocupa a Bruselas, ya que aprobar una legislación que garantice la combinación de la "flexibilidad" y la "seguridad" de los trabajadores forma parte de los compromisos del Gobierno en el Plan de Recuperación pactado con la Comisión Europea.
En este contexto, Sánchez ha prometido en público que esa reforma laboral se hará "con diálogo social y con vocación de consenso" tras explicar que la que se hizo en 2012, con el Gobierno de Mariano Rajoy y el aval de Bruselas, no contó con el consenso necesario en España.
El presidente ha incidido en que cuenta con el apoyo de "todo el Gobierno" y ha abogado por avanzar en las transformaciones y las reformas estructurales que necesita España "con el mayor de los consensos". "En estos últimos años, hemos sufrido muchísimo con las reformas", ha afirmado ante el comisario.
Después, preguntado sobre este punto en una rueda de prensa, Gentiloni ha explicado que Bruselas no se pronunciará sobre la futura reforma laboral hasta que no sea presentada y ha evitado entrar en la trifulca política.
"Soy italiano, entiendo cómo de normal es tener estos debates políticos. Pero el presidente y la vicepresidenta Calviño han dicho que hay unanimidad", ha afirmado, antes de decir que los debates son buenos para mejorar las propuestas.
Por su parte, Calviño ha confiado en tener lista la reforma laboral del Gobierno -con la implicación de todos los Ministerios involucrados en los cambios que conlleva- antes de final de este año, cumpliendo con el calendario prometido.
Debate sobre el PIB
Sánchez, Gentiloni y Calviño han participado en una mesa redonda bajo el lema Monitoring: The Recovery: beyond GDP (Monitorizar la recuperación: más allá del PIB). Un acto en el que han participado en streaming el Nobel, Joseph Stiglitz, la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart y el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
En esta mesa redonda se ha analizado este indicador -que se utiliza mundialmente como referencia de riqueza y bienestar- en su conjunto poniendo de manifiesto también sus carencias, como por ejemplo, su incapacidad para medir el impacto climático.
El presidente del Gobierno ha aprovechado esta temática para hablar de su agenda en materia de igualdad de género y justicia social.
Pero también, ha utilizado el evento para comprometerse en público a llevar a cabo las reformas prometidas a la Comisión Europea a cambio del acceso a los fondos europeos. Entre ellas, además de la reforma laboral, se ha referido a la reforma de las pensiones.
Consciente de las dificultades con las que cuenta para sacar adelante la segunda parte de esa reforma (la que debe garantizar la sostenibilidad del sistema con la introducción del llamado Factor de Equidad Intergeneracional), Sánchez ha defendido que cumplirá con este compromiso tras haber revalorizado las pensiones conforme al IPC, algo que "se quebró en las reformas de 2013".
El presidente también ha mencionado otras leyes aprobadas por su Gobierno, como la de los riders, o la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad. Y ha destacado que desde 2018, España ha subido el SMI en un 31%.
"Vamos a llevar a cabo esta legislatura el mandato de la Carta Social Europea de llegar a un SMI que represente el 60% del salario medio", ha destacado.