La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) publicó hoy el aval de las previsiones económicas incorporadas en el borrador del escenario macroeconómico del Gobierno que acompañará a la Actualización del Programa de Estabilidad (APE) 2021-2024, aunque considera que siguen existiendo elevados riesgos relacionados con la evolución de la pandemia e incertidumbre sobre el impacto macroeconómico del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
En el Informe, la AIReF señala que la crisis sanitaria sigue condicionando la actividad económica y proyecta todavía una elevada incertidumbre sobre la intensidad de la recuperación de la economía. A corto plazo, la aceleración del proceso de vacunación en consonancia con los planes anunciados por las autoridades sanitarias, tras un comienzo más lento de lo previsto, determina de manera esencial las posibilidades de recuperación de las actividades que conllevan mayor interacción social, de especial relevancia en la economía española.
A esto se une la dificultad para estimar con el rigor necesario el impacto del PRTR a lo largo del horizonte de previsión con la escasa información disponible sobre el calendario de ejecución de los fondos y el detalle de los proyectos de inversión y de las reformas.
En concreto, la AIReF considera que el crecimiento previsto para 2021 es factible si los avances en el proceso de vacunación o el desarrollo de nuevos tratamientos permiten avanzar en el control de la pandemia y si comienzan a materializarse las inversiones contempladas en el PRTR en la segunda mitad del año. En particular, el escenario del Programa de Estabilidad contempla un crecimiento del PIB del 6,5% en 2021, casi tres puntos porcentuales inferior al crecimiento del 9,8% con que se elaboraron los Presupuestos Generales del Estado para ese año. Las estimaciones de la AIReF publicadas en el Informe de Presupuestos Iniciales plantean un crecimiento del PIB del 6,6% en ese año, bajo supuestos similares.
Las sucesivas oleadas de la pandemia y el retraso en la ejecución de los proyectos del PRTR justifican la revisión a la baja en las previsiones del Gobierno. La crisis sanitaria ha seguido condicionando de manera notable la actividad económica en 2020 y 2021, impidiendo la reactivación de gran parte de las actividades sociales y de los flujos de turismo internacional y frenando la recuperación del empleo. Además, la implementación del PRTR se ha retrasado, de manera que el impacto que el Gobierno asignaba a 2021 en el documento de los PGE, de 2,6 puntos, ahora se reduce.
Impacto del PRTR
En el Informe, la AIReF hace notar la incertidumbre existente en torno a las estimaciones del impacto macroeconómico del PRTR, un elemento esencial en el escenario de previsión del Programa de Estabilidad. El Gobierno estima que el impacto conjunto de este Plan sobre el crecimiento del PIB será de 2 puntos en el promedio del período 2021-2023. Aunque las estimaciones estilizadas realizadas con los modelos econométricos de la AIReF arrojan resultados similares, la AIReF alerta de la alta incertidumbre existente en torno a ese impacto.
Más allá de las líneas estratégicas descritas en el documento ‘España Puede’, no se conoce ni el detalle de los proyectos aprobados, ni los plazos de ejecución, ni el contenido de las reformas estructurales que acompañarán al Plan en áreas nucleares para el crecimiento económico como el mercado de trabajo, el sistema de pensiones o la reforma tributaria. Sin esta información, la AIReF asegura que resulta muy difícil juzgar los efectos multiplicadores sobre el crecimiento y el empleo, la capacidad de atracción de la inversión privada y sus potenciales efectos sobre el potencial de crecimiento de la economía y la productividad.
Además, la evidencia empírica sobre el impacto macroeconómico asociado a alguno de los componentes del Plan es escasa. Sugiere que el gasto en inversión en capital físico, tecnológico y humano lleva asociado un impacto elevado sobre el PIB y el empleo, especialmente cuando se produce en períodos de recesión y se lleva a cabo de manera coordinada en un conjunto de países, como es el caso de los fondos Next Generation EU.