El impacto del coronavirus sobre la economía española no deja de ir a más. El número de empresas que corren el riesgo de no volver a levantar el cierre aumenta exponencialmente y, con él, la amenaza de otro agujero más en las cuentas públicas que el Gobierno se afana en cuadrar. El golpe por los avales del ICO podría superar incluso los 2.000 millones de euros.
Hasta la fecha, según los últimos datos disponibles, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha transferido 78.924 millones de euros en avales a empresas. Una cifra que ha sido suficiente para movilizar préstamos por 103.847 millones de euros. Del primer montante, hasta 2.160 millones corren el riesgo de convertirse en pérdidas irrecuperables para las arcas públicas si se confirman los peores augurios. Esto es un 2,7% del total dispuesto hasta ahora.
Así lo refleja un reciente informe de Alvarez & Marsal, la firma estadounidense referencia en reestructuraciones y situaciones de crisis. Los cálculos de los expertos de la casa señalan la amenaza de un agujero que pocos preveían cuando estos avales públicos se pusieron encima de la mesa y el Ministerio de Asuntos Económicos aún trabajaba con un horizonte de un año para que España recuperase las cifras macro previas al estallido de la pandemia.
Sin V de vuelta
Unos meses después, entre rebrotes y medidas de vuelta al confinamiento que siguen engordando la factura de la Covid-19, las expectativas de una recuperación en V se quedan fuera de todos los pronósticos. A consecuencia de todo esto, los cálculos de cuál será el daño definitivo para la economía nacional no dejan de engordar.
En el mejor de los casos, en Alvarez & Marsal estiman que los avales que nunca recuperará el Estado sumarían 1.656 millones de euros. En ambos escenarios, tanto el más favorable como el más amargo, los cálculos toman como referencia la cifra máxima de 100.000 millones de euros que el Gobierno ha ido liberando a través de las sucesivas líneas de avales que a lo largo de los últimos meses se han puesto a disposición de empresas y autónomos a través del ICO.
Con el devenir que ha ido tomando la crisis, las previsiones de la firma engordan el porcentaje de posibles quiebras financieras de empresas -defaults- del 2,1% inicial al 8,4% en el escenario más estresado para este 2020. De cara al medio plazo, el riesgo para las empresas españolas se estabiliza en torno a un 4,4%, más del doble del nivel estimado de partida.
El estudio señala que los sectores que precisamente han demandado y recibido más ayudas del Estado son los que sufren un mayor riesgo de quedarse atrás. Un factor poco sorprendente, pero que implica que el agujero a las finanzas públicas podría estar más cerca de las estimaciones más abultadas que de aquellas más amables. Y es que las probabilidades de impago en la hostelería, la restauración, el entretenimiento y el ocio aumentan en nada menos que entre 18 y 11 veces.
"Alto riesgo"
Por si fuera poco, el 98% de los préstamos concedidos acogiéndose a los avales públicos se han canalizado hacia autónomos y pymes. Dos grupos en los que el cálculo de previsiones se vuelve más complejo debido a su gran dispersión en cuanto a solvencia y salud financiera en general.
En este sentido, el informe señala que “la situación de incertidumbre económica generada por la Covid-19 no tiene precedentes por lo que las estimaciones realizadas tienen un alto riesgo de modelo”. Tanto es así que desde la firma estadounidense reconocen que “el objetivo no es aportar estimaciones con un alto nivel de confianza sino rangos de impactos para gestionar la alta incertidumbre”.
Emisión de deuda
Con indiferencia de cuál sea el impacto definitivo de la epidemia y el agujero que se derive de los avales del ICO, desde Alvarez & Marsal recomiendan que el Gobierno ponga a trabajar al Tesoro Público “para el lanzamiento de instrumentos de solvencia pública”. Un consejo que choca con la reciente decisión del Ministerio de Asuntos Económicos de rebajar el volumen de emisión neta previsto para este año, lo que, sin embargo, permitirá cerrar el año con un endeudamiento nuevo inferior al registrado en 2009, en plena crisis financiera.
Donde según el informe puede haber récord es en la deuda no sostenible generada por las empresas en esta crisis. Entre préstamos y emisiones, los expertos calculan que la cifra podría dispararse hasta los 100.000 millones de euros, una cifra que coincide con el tope máximo de los avales del ICO y representa un 11% del total de deuda en el sistema.
Provisiones y paro
Según los expertos de Alvarez & Marsal, la situación solo se salvaría con la entrada de hasta 136.000 millones de euros de nueva financiación. Amén de provisiones por parte de la banca de entre 5.780 y 11.860 millones de euros.
Asimismo, las estimaciones del informe señalan que solicitantes de ayudas del ICO o no, un 14% de las empresas españolas se verán a lo largo de esta crisis “en zona de alto riesgo de quiebra por los efectos de la Covid-19”. Si el cierre no volviera a levantarse en todas ellas, el impacto sobre el empleo sería de unos 2 millones de puestos de trabajo destruidos.
Este insólito volumen de quiebras se traduciría, por tanto, en unos 11 puntos porcentuales de paro, según señala el estudio. A su vez, este mazazo implicaría otros indeseables efectos añadidos sobre las finanzas públicas. En primer lugar, más desembolsos por subsidios y prestaciones sociales después de haber estado asumiendo el coste de unos ERTE que podrían quedarse cortos.
Después, la correspondiente minoración en unos ingresos fiscales que el Gobierno se afana en buscar en la creación de nuevos gravámenes o la revisión de muchos de los que ya están vigentes.