El simple anuncio de un nuevo Plan Renove por parte del Gobierno ha recuperado las visitas a los concesionarios españoles, a pesar de su enfado debido al juego de fechas al que se han visto sometidos.
Los concesionarios volvieron a abrir sus puertas el 11 de mayo (una semana antes con cita previa) y desde entonces los clientes han ido poco a poco incrementando visitas y llamadas, aunque todavía lejos de la era pre-Covid-19. Las matriculaciones en junio han sido peores que durante el mismo mes de 2019, pero afortunamente nada que ver con marzo, abril o mayo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue el primero en anunciar dentro del Plan del impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción una partida de 250 millones de euros para un programa de renovación del parque (Plan Renove 2020) a mediados de junio.
Al parecer, hoy será aprobado en el Consejo de Ministros extraordinario tras el enfado del sector por anunciar el director general de Industria, Raül Blanco, que entraría dentro del orden del día en el celebrado el martes y al final quedar fuera. Esta semana y las dudas han afectado al sector.
El viejo y contaminante parque móvil nacional (antigüedad media de 12,7 años) necesita sacar muchos vehículos de nuestras carreteras para cumplir con los Acuerdos de París. Además de su antigüedad, y lo que es más preocupante, el mercado de los que tienen más de 20 años –con mayores emisiones y menores prestaciones de seguridad que los modelos más recientes – ha crecido un 18% en los últimos años, según datos del Gobierno.
El retraso paró la buena tendencia
La propia patronal de los concesionarios ha reconocido que los concesionarios han conseguido movilizar su cartera de clientes, recuperando operaciones y atrayendo compradores gracias al esfuerzo promocional que están haciendo junto a sus marcas. Sin embargo, han lamentado, “no es más que un espejismo”.
“Si la puesta en marcha del plan de renovación del parque, anunciado por el Gobierno, no se concreta el mercado definitivamente se parará. En esta crisis, para nuestro sector, los días cuentan: cuanto más se tarde en lanzar la recuperación, más problemas tendremos”, ha indicado el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales.
El consejero delegado del Grupo Deysa, Ignacio De Benito, confirma “el incremento de interés”, pero el retraso en la aprobación “ha parado bastante las ventas que se estaban haciendo en junio”. “La demanda embalsada durante los meses de confinamiento se ha volcado en el mes pasado y estábamos teniendo una respuesta muy buena hasta que se anunció el plan”, expone el directivo a Invertia.
Desde su posición, Ignacio De Benito apunta que “estamos haciendo ofertas de financieras bastante atractivas porque al final es lo que la gente requiere”. “Tenemos que conseguir animar la demanda vía financiación para ayudar a las personas que lo están pasando mal y necesitan cambiar de coche”, declara el consejero delegado del Grupo Deysa.
“La gente pregunta bastante por renovar el vehículo desde que lo anunció Pedro Sánchez y salió en los medios”, reconocen desde el departamento de Marketing del Grupo F. Tomé. No obstante, aún se muestran con cautela. “Los concesionarios aún no facilitan toda la información a los clientes porque puede haber modificaciones”, advierten desde el grupo de concesionarios.
El Plan Renove 2020
Se trata de un incentivo que cuenta con "criterios ambientales" y, aplicando un criterio de "neutralidad tecnológica", busca incentivar la compra de coches con emisiones cero o de bajas emisiones. Este programa lleva aparejado el achatarramiento de un vehículo de al menos 10 años de antigüedad para, posteriormente, comprar uno nuevo o matriculado en 2020.
En el caso de los vehículos con etiqueta cero, habrá ayudas de hasta 4.000 euros y otros 1.000 más que ponen los fabricantes. En el caso de los híbridos (ECO) se pueden recibir 1.000 euros por parte del Gobierno y otros 1.000 de los fabricantes. Si el coche es gasolina o diésel (etiqueta C) con menos de 120 gramos de CO2 se pueden recibir hasta 800 euros.
Todas estas ayudas se incrementan en 500 euros si el destinatario es una persona física con renta inferior al del percentil 40 de renta o con movilidad reducida, o el vehículo a achatarrar tiene más de 20 años.
La letra pequeña
En el caso de turismos, las ayudas están limitadas a aquellos vehículos con etiqueta energética A o B (el 45% más eficiente de la oferta), que a su vez tengan emisiones inferiores a 120 g CO2/km, o que se trate de vehículos de energías alternativas.
El valor del coche no podrá superar 35.000 euros o 45.000 euros si es para personas de movilidad reducida. Además, en la letra pequeña aparece que los beneficiarios han de pertenecer a hogares con unos ingresos mensuales inferiores a 1.500 euros. Por tanto, cuidado al elegir compra porque las condiciones del plan dejarían fuera al 70% de los coches a la venta en España.