La movilización de hasta 100.000 millones de euros en avales públicos para préstamos a empresas ha sido una de las medidas estrella de este Gobierno. Sin embargo, su aplicación está generando un desconcierto importante entre las empresas por la cada vez más evidente falta de coordinación entre el Gobierno y las entidades financieras para poner en macha las líneas de garantías.
Según ha confirmado este miércoles la ministra de Economía y Transformación Tecnológica, Nadia Calviño, en estos momentos el volumen de operaciones que han subido los bancos a la plataforma del ICO todavía no alcanza los 20.000 millones de euros que el Ejecutivo habilitó para el primer tramo de los avales con los que espera garantizar que la liquidez llegue al tejido empresarial.
Es decir, a efectos prácticos de cara a activar el segundo tramo de los avales, no están agotadas ni la parte destinada a grandes empresas, ni la de las pymes. Un mensaje que no coincide con lo que está trasladando el sector financiero estos días.
Los datos que maneja Economía apuntan a que, a dia de hoy, son 86 las entidades que han firmado el acuerdo con el ICO, que ya ha recibido 31.000 solicitudes de avales con un volumen de 2.747 millones de euros, de los que 2.595 millones de euros corresponden a solicitudes de autónomos y pymes.
Según ha explicado Calviño, como el Estado avala hasta el 80% la financiación, "esta se acerca hasta los 3.500 millones de euros, que es la liquidez que llegará al tejido productivo".
Financiación por partes
El Gobierno decidió dividir este primer tramo de avales en dos partes. La primera la dotó de 10.000 millones de euros para grandes empresas y la segunda, con la misma cuantía para pymes, esto es, empresas de menos de 250 trabajadores con una facturación interior a 50 millones de euros.
Las garantías que el Estado concede a las grandes empresas alcanzan el 70% y a las pymes y autónomos el 80%. Esta primera fase también contempló avales para las refinanciaciones de deuda.
Esta disonancia entre lo que dicen los bancos y el Gobierno podría explicarse por la diferencia entre las peticiones que las entidades han recibido y las operaciones aprobadas que han tecleado en la plataforma del ICO. De hecho, todas las fuentes bancarias consultadas coinciden en que ha habido sobredemanda en las solicitudes para acceder a los préstamos avalados, especialmente entre pymes y autónomos.
Es decir, los avales se han agotado, pero no ha dado tiempo a tramitar todas las operaciones con el ICO y, por lo tanto, no han llegado a las empresas. El cuello de botella tampoco permite, así, activar el segundo tramo de inmediato, tal y como desde el propio sector financiero han reclamado estos días.
Sea el motivo que sea, lo cierto es que la situación está generando gran inquietud entre los empresarios, que afirman que hay empresas con necesidades acuciantes de liquidez y temen que la nueva línea del ICO no esté activa hasta finales de abril, lo que dejaría en una situación muy complicada a muchas empresas, en especial, pymes y micropymes.
El Ejecutivo es consciente de que será necesario habilitar nuevos tramos de la línea de avales del ICO, ya que los 20.000 millones de euros del primer tramo no serán suficientes para cubrir la demanda de crédito que hay en este momento por parte de las empresas.
Economía asegura que activará los nuevos avales cuando sea necesario. Pero por el momento, prefiere calibrar la demanda y evaluar cómo están funcionando los tramos, tal y como explicó la ministra portavoz, María Jesús Montero, el pasado martes.