París, 17 dic (EFECOM).- La demanda mundial de carbón va a caer más del 2,5 % este año por un bajón muy pronunciado en Estados Unidos y Europa, pero no es una tendencia de fondo, sino que en los próximos cinco años habrá estabilidad o, incluso, un ligero aumento por el consumo en Asia, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En su informe sobre el mercado del carbón publicado este martes, la AIE estima que de los 5.437 millones de toneladas de carbón que se van a quemar este año se podría pasar a 5.645 millones en 2024, lo que supondría un alza del 3,8 % en ese periodo.
En 2019, el descenso en porcentaje ha sido de dos dígitos en Estados Unidos y en Europa: en el primer caso por la "revolución" del gas de esquisto que ha hecho este combustible muy barato y abundante para las centrales; y en el segundo también por el bajo precio del gas, pero igualmente por la presión política para cerrar las centrales de carbón, muy contaminantes.
En Estados Unidos, la caída va a continuar por las mismas razones a un ritmo de casi el 4 % anual, de modo que el peso del carbón en la generación de electricidad, que era del 50 % en 2007 y todavía del 28 % en 2018, quedará reducida al 21 % en 2024.
En Europa, el tirón de energías renovables como la eólica y la solar fotovoltaica ayudará a que el descenso en ese periodo sea superior al 5 % anual.
La otra parte del mapa es Asia, donde la demanda de carbón va a seguir creciendo. No hay que olvidar que ese mineral supone este año casi el 80 % de la generación de electricidad, comparado con el 20 % en 1990.
La India, que está invirtiendo de forma masiva en sus infraestructuras, será el país donde más se va a incrementar en los próximos cinco años en términos absolutos, a un ritmo en torno al 4,6 % anual, según la AIE.
El ascenso en porcentaje será todavía mayor (por encima del 5 %) en el sureste asiático en su conjunto, sobre todo de la mano de Indonesia y Vietnam.
En China, que es el mayor consumidor mundial (y también el mayor productor), la evolución dependerá de las consignas que dé el Gobierno, que ha incorporado la reducción de emisiones contaminantes entre sus prioridades en el plan quinquenal que presentará en 2020.
Antes de que eso ocurra, la agencia (que reúne a los grandes países consumidores del mundo desarrollado) calcula que China continuará elevando la cantidad de carbón que quema hasta llegar a un techo hacia 2022, cuando empezará a disminuir lentamente.