La inflación interanual en Alemania se situó en noviembre en el 1,1 %
Berlín, 12 dic. (EFECOM).- La tasa de inflación interanual en Alemania se situó en noviembre en el 1,1 %, al igual que en octubre, debido principalmente al efecto mitigador de los precios de los derivados del petróleo, informó este jueves la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En tanto, el índice de precios al consumo (IPC) bajó un 0,8 % respecto al mes anterior, agrega el comunicado, que confirma los datos provisionales difundidos el pasado día 28.
Los precios de la energía se abarataron aún más entre noviembre de 2018 y 2019 un 3,7 %, después de que ya en octubre y en septiembre cayeran un 2,1 % y un 1,1 % interanual, respectivamente.
Sobre todo la evolución de los precios de los derivados del petróleo tuvieron un efecto amortiguador sobre la tasa general de inflación en noviembre: tanto el gasóleo ligero como los carburantes se abarataron considerablemente, un 21,9 % y un 10,3 %, respectivamente.
No obstante, algunos productos energéticos se encarecieron notablemente, como el gas (un 5,1 %) y la electricidad (un 3,9 %).
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en noviembre en el 1,6 %, sin contar los derivados del petróleo, incluso en el 1,7 %.
Los alimentos se encarecieron en noviembre con un 1,8 % interanual por encima de la media.
Más caros que un año atrás resultaron entre otros la carne y los elaborados cárnicos -un 4,6 %-, la fruta -un 4,0 %- y el pescado, sus derivados y el marisco -un 3,5 %-, mientras que las grasas y aceites se abarataron notablemente -un 8,3 %-.
Los precios para bienes en general subieron en noviembre sólo un 0,1 % interanual.
Además de los alimentos, que subieron un 1,8 %, se encarecieron entre otros productos los periódicos y revistas (un 5,0 %) y el tabaco (un 4,3 %).
En tanto, ademados de los derivados del petróleo, que se abarataron un 12,6 %, cayeron en particular los precios de los equipos de procesamiento de información (un 6,7 %), los teléfonos (un 5,5 %) y la electrónica de consumo (un 4,8 %).
En comparación con los bienes en general, los servicios resultaron con diferencia más caros al subir las tarifas un 1,8 % interanual.
Decisivo para el encarecimiento en los servicios fue el aumento de los alquileres de viviendas en un 1,4 %, al constituir uno de los principales gastos del consumidor.
En mayor medida aumentaron las tarifas de los servicios de instituciones sociales -un 5,2 %- y el mantenimiento y reparación de vehículos -un 4,9 %-, así como los precios de cáterin en restaurantes y bares -un 3,0 %-.
Algunos servicios resultaron más baratos, como las telecomunicaciones -un 0,5 %-.