Madrid, 25 oct (EFECOM).- El Banco Sabadell ha disparado su beneficio hasta septiembre, y rechaza participar en una nueva ronda de fusiones, pues asegura que tiene el foco puesto en seguir mejorando sus resultados tras el batacazo del año anterior, y obtener el máximo retorno en el corto plazo a su filial británica, TSB.
Por el momento, el negocio en Reino Unido sigue restando en la cuenta de resultados, pero no como en 2018, cuando tuvo que asumir un gasto extraordinario por su migración tecnológica, lo que ha permitido que el beneficio del grupo llegara hasta septiembre a 783 millones de euros, más del triple que un año antes.
El consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, ha insistido en rueda de prensa en que el grupo debe mejorar su eficiencia, especialmente en Reino Unido, lo que llevará aparejado ajustes de plantilla y el cierre de sucursales. En el caso de España, el banco prevé clausurar unas 200 oficinas, lo que supone casi el 10 %.
Aún así, el número dos del banco ha destacado que el margen de intereses del banco creció en el último trimestre, lo que se explica por que cuenta con más pymes como clientes y más hipotecas fijas, lo que les permite "defenderse mejor" frente a los tipos de interés.
Esos tipos negativos, que hacen que el banco pague por el dinero que aparca en el Banco Central Europeo (BCE), tienen un coste que acabará trasladándose a los clientes.
En su opinión, es "inevitable" ir pensando en cargar ese coste a los clientes con depósitos bancarios, aunque se haga de forma escalonada: primero se empieza por los institucionales y, luego, lógico es que se vaya a los clientes corporativos.
Ante la pregunta de si el particular acabará pagando también por los depósitos, ha dicho que dependerá del juego competitivo de las entidades, pero sin llegar a descartar esa posibilidad.
Tras los continuos rumores que sitúan al banco en las quinielas para unirse con Bankia, ha admitido que las fusiones pueden tener sentido "en este momento" porque son una vía de ahorro de costes, sin embargo, ha añadido que "el elemento más importante es que generen valor para el accionista".
A renglón seguido se ha esforzado en incidir en que no entra en los planes actuales de Sabadell.
Sobre la situación de Cataluña, ha dicho que la prioridad es erradicar la violencia y ha asegurado que el negocio en los últimos días, cuando se produjeron altercados en Barcelona, fue "bastante normal" según la actividad de cajeros y el pago con tarjetas.
No obstante, no ha querido aventurar sobre los efectos que podría tener más a largo plazo, y ha incidido en la idea de que se necesita un Gobierno en España y acuerdos que permitan avanzar en las reformas estructurales para que la economía recupere dinamismo.
Después de que esta misma semana el responsable de supervisión del BCE, Andrea Enria, criticara la rentabilidad de las hipotecas a tipo fijo, Guardiola ha reconocido que la competencia puede hacer que se den a precios bajos.
Pero ha afirmado que "a día de hoy" se están concediendo con rentabilidades razonables, lo que no evita que el saldo crediticio no lo sea tanto porque hay muchos préstamos ligados a euríbor con diferenciales bajos.
También ha adelantado que las ejecuciones hipotecarias aumentarán tras meses de parón judicial.
Guardiola ha sacado pecho del avance de los niveles de capital, un 11,8 % en el proforma del ratio de mayor calidad, el "CET1 fully loaded", teniendo en cuenta todos los futuros requerimientos, y ha justificado el pago puntual de un dividendo en acciones por la singularidad de que se hace sin ampliar capital.
Es decir, no diluye al accionista porque Sabadell paga el dividendo con acciones de su propia autocartera.