El fabricante estadounidense de equipamiento de internet Cisco anunció hoy unos beneficios netos de 11.621 millones de dólares para el conjunto de su año fiscal 2019 (de julio a junio) y una subida de las ventas de un 5,22% con respecto al ejercicio anterior.
La firma de San José (California, EEUU) ha regresado a sus cifras habituales tras vivir en 2018 un año absolutamente anómalo en el que "únicamente" registró 110 millones de ganancias, a causa de una provisión para impuestos extraordinaria para ajustarse a la reforma fiscal impulsada entonces por el Gobierno de EEUU que preside Donald Trump.
En esa ocasión Cisco dedicó 12.929 millones de dólares a pagar impuestos, frente a los 2.950 millones de este año, lo que hizo que apenas viese beneficios.
Resulta más apropiado, por tanto, comparar los resultados de explotación (antes de intereses e impuestos) entre uno y otro ejercicio, que pasaron de 12.309 a 14.219 millones, es decir, un incremento del 15,5%.
En paralelo, la facturación del grupo especializado en módems, routers y otras infraestructuras de red aumentó en 2.574 millones de dólares hasta alcanzar los 51.904 para el total del año, y los beneficios por acción llegaron a los 2 dólares con 63 centavos, frente a los 2 centavos del ejercicio pasado.
El principal negocio de Cisco sigue siendo la fabricación y venta de equipamiento de internet, que representó un 58% del total de ventas, seguido por los servicios (25%), las aplicaciones (11,18%) y la tecnología de seguridad (5,26%).
Estos dos últimos segmentos de negocio, pese a ser los más pequeños, fueron los que más crecieron durante el pasado año fiscal, con subidas del 15% y del 16% respectivamente.
"Mantenemos un compromiso como proveedores a nuestros clientes de valor diario mediante soluciones diferenciadas, y estamos bien posicionados para aprovechar las oportunidades de crecimiento a largo plazo que surjan en el futuro", indicó el presidente y consejero delegado de Cisco, Chuck Robbins.