Así se desprende de un informe publicado este miércoles por S&P Global sobre una serie de test de estrés en entidades regionales y locales de distintos países, en el que destaca que la financiación a tasa fija del Gobierno protege a las comunidades autónomas españolas del aumento de los tipos de interés.

En su escenario base, S&P espera que las comunidades autónomas españolas continúen en el camino de la consolidación presupuestaria y que los gobiernos regionales pueden avanzar "gradualmente" hacia balances operativos positivos, aunque con diferencias. También anticipa que las regiones reducirán gradualmente sus déficits.

Eso sí, cree que los ratios de deuda soportados por impuestos deberían estabilizarse o disminuir ligeramente, impulsados principalmente por el efecto de la expansión de los ingresos operativos.

Asimismo, augura una estabilización o incluso una "ligera reducción" en el gasto de intereses, principalmente debido al bajo coste de la financiación del Gobierno central a los gobiernos autonómicos y locales.

En sus escenarios de pruebas de estrés, S&P señala que las CCAA y administraciones locales españolas se benefician de la alta proporción de deuda a tipo fijo en sus carteras, y recuerda que el Gobierno ha proporcionado fondos para las CCAA desde 2012 con tipos de interés fijo durante un período promedio relativamente largo con vencimientos a 10 años.

Actualmente, más del 56% de toda la deuda regional ya está en manos del Gobierno, aunque la cifra supera el 70% en algunos gobiernos regionales y locales, añade.

EL IMPACTO EN DISTINTOS ESCENARIOS

De esta forma, cree que en un escenario de estrés, el Gobierno podría elevar los costes de financiación a las CCAA, pero esto solo afectaría a la nueva deuda, lo que limitaría el impacto en los gastos totales por intereses.

Sin embargo, S&P advierte de que en los escenarios de mayor estrés el gasto de interés aumentaría relativamente rápido. En concreto, apunta que las altas existencias de deuda y los déficits aún altos, aunque en disminución, hacen que las CCAA "algo más vulnerables" que otros sectores.

Así, pronostica que el gasto de interés aumentaría "relativamente rápido", pasando del 2,9% de los ingresos operativos en su escenario base en 2019 a un 5% en un escenario de estrés con un tipo de interés del 4%, o a un 6,6% en el escenario extremo de un tipo de interés del 6% sobre nueva deuda.

De hecho, advierte de que en un escenario de estrés con tasas de interés sobre la nueva deuda de alrededor del 4% podría evitar que el sector recupere saldos operativos positivos antes de 2019, aunque considera que la mejora continuaría. Los saldos posteriores de las cuentas de capital también se verían afectados.

La calificadora de riesgo crediticio estima también que, con un tipo de interés de alrededor del 4%, el déficit después de las cuentas de capital en 2019 alcanzaría el 6% de los ingresos totales en un escenario de estrés, frente al 4% de los ingresos que supondría en el escenario base, y alcanzaría el 8% en el escenario de mayor estrés, con un 6% de intereses.

En todo caso, la continua expansión de los ingresos implicaría que, incluso en el escenario extremo en el que se fijase un 6% de interés sobre la nueva deuda, los ratios de deuda soportados por impuestos se estabilizarían en los niveles actuales, en lugar de disminuir gradualmente como espera actualmente.