Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas parecen echar el freno, al menos en las que están ocupadas. Un total de 17.939 propiedades fueron desalojadas por orden judicial en 2015, un 11,3% más que un año antes. Tres de cada cuatro eran viviendas habituales. De todos estos inmuebles, sólo 900 estaban habitados, un 20% menos que un año antes, según datos del Banco de España.
El regulador bancario confirma: los desahucios de viviendas vacías han crecido un 35,7%. Del mismo modo, el 82% de las hipotecas que dieron lugar a desalojos forzosos en viviendas ocupadas se originaron bien en el año 2007 o con anterioridad al mismo.
Otro de los datos destacados de este balance tiene que ver con los desahucios con intervención policial. Sólo tuvieron lugar 14 de estas intervenciones en 2015, un 44% menos. Sumando los procedimientos judiciales y los voluntarios, durante el pasado año se produjo una disminución en el número total de entregas de viviendas del 3,4%, hasta las 36.929.
Entregas voluntarias
En el lado de las entregas voluntarias la reducción fue del 14,8% hasta rozar las 19.000 (algo más de la mitad). Por otro lado, las daciones en pago alcanzaron las 16.175, un 12,4% menos que el pasado año, y sumaron ocho de cada diez entregas voluntarias.
Todo ello con un mercado hipotecario estancado. Según las cifras del organismo presidido por Luis Linde, se suscribieron 6,3 millones de hipotecas, un 1,1% menos que un año antes. Es decir, se entregaron 0,5 viviendas por cada 100 préstamos firmados.
El Banco de España publica estos datos desde mayo de 2013 obteniendo tales cifras de las propias entidades bancarias aunque ha anunciado que dejará de hacerlo recayendo tal estudio en el Instituto Nacional de Estadística.