La desconfianza de los argentinos en la economía de su país es tal que atesoran unos 230 mil millones de dólares -cifra equivalente a medio PIB- debajo del colchón o depositados en paraísos fiscales, según el instituto de estadísticas INDEC. Urgido de dinero fresco e inversiones para sacar a Argentina del estancamiento, el gobierno del presidente liberal Mauricio Macri ha anunciado que enviará al parlamento un proyecto de ley de 'blanqueo' de capitales o amnistía fiscal.
"Queremos darles la oportunidad a las empresas para que regularicen su relación con el fisco", proclamó el jueves el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. Y avisó que "quienes tienen fondos no declarados ya no van a tener dónde ocultarlos". Sacar dinero del armario o repatriarlo de cuentas bancarias en el extranjero para que ingrese al circuito legal y fiscalizado será penalizado con una multa de 8% a 12%, según publicó el diario económico El Cronista.
No obstante, Prat Gay insinuó que el castigo sería mayor -Brasil impuso 30%- al adelantar que "habrá una tasa impositiva que va a ser alta porque es una cuestión moral, así como premios para quienes siempre cumplieron sus obligaciones". Sacar capitales de Argentina no es delito siempre y cuando estén declarados a la oficina tributaria AFIP. Se calcula que sólo en la sucursal del banco HSBS en Suiza hay al menos 3900 argentinos con cuentas sin declarar al fisco.
Tamaño ocultamiento de fortunas pone en evidencia la desconfianza de los argentinos al fisco y, a la vez, a los bancos, en especial después de la cesación de pagos y el 'corralito' que en 2002 se tragaron 95 mil millones de dólares. Argentina es junto a Rusia el mayor consumidor de billetes de dólares en el mundo, según la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos. Esa adicción se explica por las sucesivas crisis económicas y las devaluaciones del peso que ha perdido 12 ceros desde su fundación en 1881.
Ahora Macri ansía conseguir unos 60 mil millones de dólares. Parece una meta bastante ambiciosa a juzgar por los resultados obtenidos mediante dos blanqueos anteriores dispuestos por los gobiernos del matrimonio peronista Kirchner, en 2008 y 2014. Incluso Cristina Fernández lanzó una cuasi moneda o CEDIN (nombre del título).
El evasor entregaba sus dólares verdaderos y recibía el CEDIN. La mandataria soñaba recaudar 4 mil millones de dólares y sólo obtuvo 260 millones, o sea el 6,8%. Los blanqueos de capitales 'a la argentina' tienen guasa, dado que los Kirchner colocaron 500 millones de dólares del erario público en Luxemburgo y Suiza cuando gobernaban la provincia de Santa Cruz. Y el escándalo de 'los papeles de Panamá' destapó que Macri aparece en dos empresas offshore: Fleg Trading (director) y Kagemusha (vicepresidente), ambas vinculadas a su familia.