Es uno de los accionistas de referencia de El Corte Inglés que el pasado verano protagonizaron la mayor polémica accionarial en el seno del grupo de grandes almacenes de los últimos años. Su sociedad familiar, corporación Ceslar, se opuso la entrada en el accionariado de Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, ex primer ministro de Catar. Ahora, desde esta semana, se ha convertido en accionista de referencia de uno de los nombres más relevantes de la pasarela española.
Oscar Areces Galán es, desde hace unos días, socio y administrador de la firma Ángel Schlesser, según figura en el registro mercantil y confirma el inversor. Schlesser es un clásico de la antigua pasarela Cibeles, ahora rebautizada como Madrid Fashion Week, en la que está presente desde 1988.
Areces Galán ha hecho este movimiento a título personal. No ha utilizado Corporación Ceslar, el vehículo familiar a través del que su familia (los herederos de Luis Areces, cofundador del grupo), controla casi el 9% de El Corte Inglés. Lo ha hecho a través de una firma propia, Corporación Prinoa.
Hasta hace sólo unas semanas, Óscar Areces estaba vinculado laboralmente al gigante de la distribución. Era responsable del departamento de Marcas de moda femenina. El inversor confirma que su salida de El Corte Inglés se produjo a finales del pasado marzo, semanas antes de su entrada en Ángel Schlesser. Su marcha también conllevó un acuerdo para cerrar los procesos judiciales que mantenía con la compañía de distribución.
“Es una inversión para aprovechar mi experiencia en El Corte Inglés, abrir nuevos locales de Ángel Schlesser y poner en marcha una nueva tienda online”, explica Óscar Areces a EL ESPAÑOL. El plan, indica, pasa por abrir establecimientos en España, bien tiendas propias (actualmente tiene tres en Madrid, Santander y Palma de Mallorca) o corners, espacios comerciales en el propio El Corte Inglés. “Actualmente, hay dos corners pero estamos a punto de abrir un tercero”, indica. Fuera de España, el crecimiento vendría de la mano de un socio. “Tenemos interesados en el desarrollo de franquicias por parte de grupos externos”, asegura.
No confirma, sin embargo, qué porcentaje de acciones controla en la firma del diseñador, cuyo nombre real es Ángel Fernández Ovejero. “Ángel Schlesser sigue y continúa como accionista”, matiza. Junto a él, señala, se ha incorporado a la firma textil una nueva directora general, una patronista y nuevos miembros del equipo de diseño. Hasta este movimiento, la plantilla de la enseña rondaba las 30 personas.
Brazo inversor, Prinoa
Corporación Prinoa se constituyó el pasado 21 de diciembre de 2015, con un capital social de 3.000 euros, según consta en el Registro Mercantil. Su objeto social son “las actividades de sociedades holding” y Óscar Areces Galán aparece como administrador único. Al ser una sociedad recién nacida no consta ningún movimiento en cuanto a ventas o evolución del negocio. Así, la adquisición de la firma de Ángel Schlesser sería su primera adquisición.
Ésta se ha realizado en varios pasos, según consta en el citado Registro. El primero, el nombramiento de Óscar Areces como administrador único, en sustitución del diseñador. Después, una ampliación de capital por algo más de 1.000 euros que eleva el capital social de la empresa de moda por encima de los 301.000 euros. Y, el tercero, la sustitución del propio Óscar Areces como administración por su sociedad, Corporación Prinoa.
En cuanto a la evolución del negocio de Ángel Schlesser, al cierre del ejercicio 2014 (el último con cuentas presentadas en el Registro) superaba los 1,54 millones de euros (un 8,8% más que en 2013). Mientras, su beneficio se situó en los 24.894 euros (creció un 26% respecto al año anterior).
Oposición al jeque
Corporación Ceslar se opuso el pasado agosto a la entrada del jeque catarí en el accionariado de El Corte Inglés. Una oposición que supuso la marcha de la sociedad del consejo de administración de la empresa de distribución.
La junta de accionistas del pasado 30 de agosto acordó su expulsión del órgano de dirección después de que Ceslar criticara, a través de los medios de comunicación, que la inversión de Al Thani minusvaloraba la valoración de El Corte Inglés. La junta consideró que Ceslar incumplió el deber de “lealtad y secreto” al dar difusión a información confidencial.
La firma de los Areces Galán acudió a los tribunales para que dejara en suspenso el cese de su representante en el consejo, Carlota Areces Galán. En enero, un juzgado mercantil de Madrid rechazó su petición.
El catarí invirtió el pasado año 1.000 millones de euros a través de un préstamo convertible en acciones a tres años. A cambio, Al Thani se hace con 12,25% del capital. Esa participación podría, incluso, alcanzar el 15% en función de que la compañía cumpla varias condiciones, vinculadas a la evolución del negocio y a posibles movimientos accionariales.