¿Es cierto que los parados extranjeros se llevan una buena parte de los recursos que deberían corresponder a los españoles? Esta es una idea extendida en algunos sectores de la población, pero los datos demuestran que la realidad es muy diferente. Exactamente, está en el extremo opuesto, tanto que el colectivo de desempleados no españoles nunca estuvo tan desprotegido. El porcentaje de parados extranjeros que están cobrando algún tipo de prestación por desempleo cayó hasta el 30,96%, el dato más bajo desde que existen datos, a partir de julio de 2009.
El deterioro de la protección a los parados extranjeros ha sido vertiginoso. Hace seis años, más de un 80% de los desempleados foráneos estaba cobrando una prestación y ahora es sólo un 30%. Desde el estallido de la crisis, muchos inmigrantes han salido de España ante la difícil situación económica. Esto ha provocado que también en número de extranjeros parados haya caído con fuerza, sin embargo, ha descendido más rápido el número de desempleados con prestación, lo que ha acelerado la precarización de este colectivo.
El número de extranjeros que reciben una prestación cayó de los 200.000 en marzo por primera vez en toda la serie histórica. Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en marzo sólo había 191.925 beneficiarios extranjeros, mientras que en marzo de 2010 había 483.650. En otras palabras, en seis años, el número de extranjeros con prestación se ha desplomado un 60%.
Este descenso abrupto de la protección ha provocado que el porcentaje de beneficiarios extranjeros sobre el total de desempleados apuntados al paro se haya reducido a casi la mitad, lo que indica que el abandono del Estado hacia este colectivo ha sido mucho más rápido que el abandono a los parados españoles. Por difícil que pueda parecer, su situación es todavía más precaria. Y dentro de este colectivo, la situación es todavía más complicada entre los no comunitarios, ya que el número de beneficiarios se ha desplomado un 68%, mientras que el descenso de los comunitarios ha sido del 41%.
De los 4 millones de parados que hay apuntados en el SEPE, el 15,5% son extranjeros, tanto comunitarios como no comunitarios. De estos 4 millones de parados, algo más de la mitad, 2,1 millones, están cobrando algún tipo de prestación. Si se tuviese en cuenta el porcentaje de parados extranjeros, el número de beneficiarios debería superar los 318.000, pero la realidad es que sólo 191.925 personas están cobrando algún tipo de prestación. Esto significa que el porcentaje de beneficiarios extranjeros es del 9,39%, el dato más bajo de toda la serie histórica; hace seis años eran más de un 12%.
¿Cuánto se ahorra la Seguridad Social?
El Estado ha conseguido ahorrar mucho dinero a medida que los parados extranjeros iban encontrando empleo, saliendo de España o bien cuando perdían cualquier tipo de prestación. En concreto son 291.725 beneficiarios menos, un descenso del 60%, lo que ha permitido al Estado rebajar el gasto en prestaciones un 63%.
Estos datos reflejan que el descenso del gasto en prestaciones ha sido incluso mayor que el descenso del número de beneficiarios, lo que significa que la prestación media es menor. En concreto, cada beneficiario recibe, de media, 652 euros mensuales brutos, esto es, 50 euros menos que hace seis años y 170 euros menos que en el año 2009, cuando la prestación media llegó a alcanzar los 823 euros.
De este modo, la Seguridad Social consigue ahorrar dinero tanto en el número de beneficiarios como en la prestación que les paga a los que siguen cobrando algo. El gasto total en prestaciones a parados extranjeros cayó en marzo hasta los 125 millones de euros durante el mes, lo que también es el dato más bajo de toda la serie histórica. Si se extrapolan estos datos a un año completo, el ahorro para la Seguridad Social superaría los 2.500 millones de euros, esto es, 0,25 puntos del PIB.
El éxodo
Muchos extranjeros han salido de España como consecuencia de la crisis. El éxodo ha sido continuado desde el año 2009, aunque fue especialmente abrupto durante el año 2013. Según los datos de la Encuesta de Población Activa, entre 2009 y 2016 la población de extranjeros mayores de 16 años se redujo en 872.000 personas, que pasaron de ser casi 4,6 millones de extranjeros a los 3,7 millones que había en el primer trimestre del año. En términos porcentuales, un 20% menos.
Como es lógico, también se redujo mucho el número de trabajadores extranjeros, aunque el deterioro no ha sido, en ningún momento, tan abrupto como el número de beneficiarios de una prestación. En el momento de más empleados foráneos, que fue en el primer trimestre de 2008, había un total de 2,68 millones trabajando en España, desde entonces, el número fue cayendo casi todos los trimestres hasta dejar el número de empleados extranjeros en 1,92 millones. Esto supone un descenso de 760.000 trabajadores foráneos, que en términos porcentuales supone una reducción de casi el 30%.