“Satoshi está muerto. Pero esto es sólo el principio”
Así se presenta Craig Wright ante el mundo como el creador del bitcoin, la popular moneda virtual que desde 2009 ha revolucionado el mundo de los medios de pago. Wright ha afirmado ser la persona que está detrás de Satoshi Nakamoto, el seudónimo con el que desarrolló el protocolo de encriptado que es la base del bitcoin.
Wright es un emprendedor informático que desde los años 90 ya venía desarrollando múltiples ideas relacionadas con los medios de pago y las divisas. Su especialización es la ciberseguridad, no es extraño que fuese capaz de desarrollar un protocolo que ha sido intocable a pesar de todos los intentos de ataque que ha sufrido desde su nacimiento (no hay que confundir el bitcoin con las empresas que ofrecen servicios de depósito y custodia, que algunas han sufrido ataques e incluso han quebrado, como fue el caso de la japonesa MTGox).
Sin embargo su currículum no está nada claro y parece que lleva meses jugando con los investigadores y periodistas que seguían sus pasos. Según ha afirmado su currículum en Linkedin y del que muchos medios se han hecho eco, era una “broma” que hizo para ocultar su verdadera identidad y evitar que la gente le molestara. Lo que sí constata The Economist, uno de los medios que Wright ha elegido para desvelar su identidad, es que tiene toda una lista de diplomas y títulos que muestran su elevado nivel de formación. Un máster en Estadística por la Universidad de Newcastle en Australia, otro de Derecho en la británica Northumbria University y numerosos máster en Tecnologías de la Información y Gestión por la Universidad Charlse Sturt, en Australia. Además tiene el doctorado por su tesis sobre la ciencia informática: La cuantificación de los riesgos en los sistemas de información. Formación no le falta para ser el verdadero Señor Nakamoto.
Wright fundó y dirigió varias empresas relacionadas con las Tecnologías de la Información y algunas relacionadas con las criptomonedas. Entre ellas, fue el CEO de Hotwire PE, empresa desde la que intentó poner en marcha el primer banco de bitcoins del mundo en el año 2014. Sin embargo, las autoridades australianas pusieron innumerables trabas al proceso y finalmente terminó fracasando.
Un giro en su carrera
En julio de 2015 dio un giro radical a su carrera y vendió doce de sus empresas en una semana, entre ellas Cloudcroft Pty Ltd, Coin-Exch Pty Ltd, Daso Pty Ltd, Demorgan Holdings Pty Ltd, Demorgan Ltd, Denariuz, Ezas Pty Ltd, Integyrz Pty Ltd, Misfit Games Pty Ltd, Interconnected Research Pty Ltd, Zuhl Pty Ltd y Pholus Pty Ltd.
Sólo se quedó como director de tres de ellas, una de ellas Hotwire PE, la empresa desde la que intentó lanzar el banco de bitcoins, y también de Hotwire Preemptive Intelligence Pty Ltd y Panopticrypt Pty Ltd.
Algunas personas me van a creer, otras no. Sinceramente, no me importa.
Su trayectoria en la comunidad bitcoin como Nakamoto tampoco duró mucho, apenas dos años desde el lanzamiento de la moneda virtual. En el año 2011, una vez desarrollado y consolidado el proyecto, Wright anunció su salida “para hacer otras cosas”.
¿Es el verdadero Nakamoto?
A pesar de la trascendencia de la noticia, hay muchas dudas de que Wright sea el verdadero creador del bitcoin. The Economist publicó el lunes un artículo titulado Craig Steven Wright dice ser Satoshi Nakamoto. ¿Es Él? en el que duda sobre la veracidad de su supuesta identidad. Wright ha refrendado sus palabras con una prueba bastante clara: la primera transacción de 10 bitcoins que se realizó, en la que mandaba esta suma de dinero a otro de los desarrolladores de la moneda, Hal Finney. Sin embargo, todavía se mantienen las dudas: "Algunas personas me van a creer, otras no. Sinceramente, no me importa", ha declarado. Dan Kaminsky, un conocido informático experto en ciberseguridad, muestra en este blog que la prueba de la transacción es falsa.
La comunidad bitcoin tiene dudas sobre su verdadera identidad ya que hay una prueba casi irrefutable que no ha querido ejecutar. Lo que tendría que hacer es firmar en el monedero de Nakamoto que él es el verdadero creador de esta moneda virtual. Hacerlo le llevaría unos pocos segundos y así demostraría que tiene las claves que sólo el verdadero Nakamoto tiene, sin embargo, ha rechazado hacerlo, ¿por qué?
Realizar una firma con su clave personal en bitcoin sería tan rápido y sencillo que tardaría apenas un minuto
"Realizar una firma con su clave personal en bitcoin sería tan rápido y sencillo que tardaría apenas un minuto", explica Félix Moreno, experto en bitcoins. Charlie Lee, el creador del litecoin, otra moneda virtual, ha querido mostrar con esta divisa lo fácil y rápido que sería realizar una nota con su clave personal, aquí está el ejemplo.
También ha generado muchas sospechas que no permitió a los periodistas de The Economist, BBC y GQ llevarse las pruebas que mostraban su verdadera identidady tampoco ha querido hacerlas públicas. Todo este secretismo hace a la comunidad bitcoin dudar de su palabra y creen que el verdadero Nakamoto sigue sin aparecer.
Jean-Paul Sartre
Wright utilizó una famosa cita de Jean-Paul Sartre para mostrar su identidad: “Si firmo como Jean-Paul Sartre no es lo mismo que si firmo como Jean-Paul Sartre, premio Nobel”. “Si firmo como Craig Wright no es lo mismo que si firmo como Craig Wright, Satoshi…”. Sin embargo, la decisión de ponerse ante los medios no ha sido propia; “hubiese preferido no hacerlo”, ha asegurado. Sin embargo, la presión mediática ha terminado por forzarle a salir a la luz para acabar con todas las especulaciones. En cualquier caso, el nombre de Craig Wright ya estaba relacionado con el nombre de Nakamoto desde que dos medios especializados, Wired y Gizmodo publicaran en diciembre que tenían pruebas de que era el verdadero creador del bitcoin. Ambos medios aseguran tener una serie de correos que se intercambió con su colega estadounidense Dave Kleiman en los que revelaba su identidad.
Si firmo como Craig Wright no es lo mismo que si firmo como Craig Wright, Satoshi…
Pero la prensa no es ni la única ni la principal presión que ha sentido Wright en los últimos meses. La culpa la tiene la Oficina Australiana de Impuestos (ATO, por sus siglas en inglés), que ya registró su domicilio en diciembre alegando que se trataba de una investigación por posible impago de impuestos, pero que nada tenía que ver con el bitcoin. Sin embargo, la fortuna que ha hecho Wright con la moneda virtual, si realmente es su creador, alcanzaría los 450 millones de dólares, ya que posee un millón de bitcoins y estando en el anonimato es más que probable que no tributara por estas ganancias. Una situación jurídica muy delicada que quita cualquier incentivo que pudiese tener a revelar su verdadera identidad.
Sea por la causa que sea, la aparición del creador del bitcoin ocurre en un momento clave para el futuro de la moneda virtual, en plena guerra civil entre su comunidad de usuarios. Pero para llegar hasta aquí, es mejor empezar por el principio.
El principio
El bitcoin es una moneda virtual que se compra en el mercado, como si se comprase un dólar o un yen. Con esta moneda se pueden hacer pagos y transferencias, también como si fuese un dólar o un yen. La diferencia fundamental es que no hay un banco central detrás que sea el que controla la oferta de estas divisas y respalda su valor, sino que se crean de forma automática según un algoritmo. Los nuevos bitcoin que se generan se utilizan para remunerar a los usuarios que prestan sus ordenadores a controlar la seguridad de la cadena de bloques, que es la esencia del bitcoin, el blockchain.
¿Qué es el blockchain? Básicamente es como un libro de registro en el que quedan impresas todas las transacciones que se realizan y que está supervisado por todos los usuarios que contribuyen a la comunidad, los llamados mineros. De este modo, cada nueva anotación tiene que estar validada por los mineros, lo que aumenta exponencialmente la seguridad de la cadena de bloques.
Una vez que el principio está claro, ¿cuál es el problema que tiene el bitcoin? Que, tal y como está desarrollado, el bitcoin ya ha llegado a su límite de transacciones, unas tres por segundo. Su funcionamiento y su seguridad van aquí en contra de su operatividad, lo que provoca embudos para poder comprar y vender monedas, lo que bloquea su funcionalidad. Para permitir un mayor número de operaciones por segundo sería necesario un cambio en profundidad de la cadena de bloques, cambios que siempre son polémicos. Una parte de los usuarios son fieles al sistema tradicional, mientras que otros prefieren implantar los cambios necesarios para elevar el número de transacciones por segundo y así evitar el colapso de la moneda virtual.
Esta guerra interna se produce además en un contexto en el que la supervisión del bitcoin se ha convertido en un negocio. Un proyecto cuyo espíritu es ser compartido por los usuarios se ha convertido en un negocio para una decena de agrupaciones de mineros que son quienes tienen la mayor capacidad de minería instalada, con lo que consiguen controlar hasta el 95% del mercado.
La aparición del creador del bitcoin tiene todavía más relevancia en este contexto trascendental para el futuro de la moneda virtual. Aunque Wright ha declarado que “no quiere ser el rostro público de nada”, su palabra tendrá una gran influencia sobre el futuro de la moneda virtual.