Indemnizaciones, recompra de vehículos con motores diésel trucados y eventuales reparaciones permiten al consorcio alemán evitar mayores complicaciones derivadas del fraude de los motores diésel. El consorcio automovilístico Volkswagen aprovechó hasta el último día para negociar con autoridades estadounidenses una salida que le permite evitar ir a juicio en Estados Unidos por 'dieselgate', el escándalo de los motores diésel trucados para que parezcan menos contaminantes.
Este jueves la compañía germana, que tiene casi 600.000 vehículos afectados por el fraude en suelo estadounidense, se aseguró no enfrentarse a la Justicia gracias a un acuerdo 'in extremis' en San Francisco, donde se encuentran los tribunales en los que se deciden buena parte de las consecuencias del engaño industrial del fabricante alemán de coches.
“Estoy encantado de poder anunciar que las partes han acordado un plan concreto”, manifestó al comienzo de la audiencia mantenida este jueves en la ciudad californiana el juez Charles R. Breyer, el responsable del caso en Estados Unidos. Según las primeras informaciones sobre lo establecido por las partes, Volkswagen se ha comprometido a la recompra de una cantidad importante de los vehículos afectados por el fraude y a pagar indemnizaciones a los propietarios de esos coches. El acuerdo también contempla una alternativa que consiste en la realización de eventuales reparaciones que permitan a los coches poder circular bajo los estrictos estándares medioambientales estadounidenses.
El pasado mes de marzo, el juez Breyer dio al consorcio germano con sede en Wolfsburgo cuatro semanas de margen para negociar con las autoridades medioambientales de California, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos y el Departamento de Justicia estadounidense. En ese periodo, los abogados de Volkswagen ha completado una carrera contrarreloj que empezó a acercar posiciones la semana pasada. Así, un día antes de que terminara el pazo, se hablaba ya de la existencia del acuerdo.
En la noche del miércoles a este jueves la prensa alemana daba cuenta incluso de algunos detalles relativos al acuerdo. En concreto, el diario Die Welt informaba de la indemnización de 5.000 dólares (unos 4.400 euros) a la que ascendería la indemnización ofrecida por Volkswagen para los afectados en Estados Unidos. La difusión de las noticias del acuerdo llevaba a las acciones estar al alza en la Bolsa de Fráncfort. El valor de los títulos del consorcio habían subido este jueves un 5,09% respecto al día anterior.
Reventa en otras partes del mundo
Para la compañía alemana, las noticias que llegan del otro lado del Atlántico sólo pueden ser un resultado positivo. Volkswagen corría el riesgo de que “sus coches no pudieran circular más en las carreteras estadounidenses”, dice Ferdinand Dudenhöffer, investigador especializado en la poderosa industria del automóvil germana y profesor en la Universidad de Duisburgo-Essen. En vista de que el acuerdo contempla la reparación de algunos de los vehículos afectados, no todos los diésel con motores trucados correrán esa suerte. Por otra parte, la recompra de los vehículos de Volkswagen implicaría, según Dudenhoffer, “llevarlos fuera de Estados Unidos y venderlos como coches usados en otro lugar”.
El acuerdo también permite al mayor fabricante de coches de Europa aclarar un poco más sus cuentas del año 2015. El consorcio retrasó el mes pasado la presentación de sus números, un gesto que los expertos explican por la necesidad de la empresa de ganar tiempo para valorar cuánto costará el escándalo. Para hacer frente al fraude, el grupo Volkswagen ya ha acumulado 6.700 millones de euros. La presentación de los resultados de Volkswagen para 2015 está prevista para el próximo viernes.
Un golpe de 10.000 a 31.000 millones
Esos 6.700 millones son presumiblemente muy pocos frente a los costes del 'dieselgate'. Según estimaciones aireadas este jueves en la prensa germana, la compañía necesitaría 31.000 millones de euros. Indemnizaciones, compras de vehículos afectados en Estados Unidos y arreglos que puedan realizarse a los vehículos se han valorado en 12.000 millones de euros. Los 19.000 millones de euros restantes procederían de las diferentes multas a pagar a las autoridades por este escándalo medioambiental.
En Estados Unidos, país en el que saltó a la luz el fraude hace medio año después de saberse que había vehículos de Volkswagen con motor diésel que emitían hasta 40 veces más óxidos de nitrógeno (NOx), los problemas para la compañía derivados del engaño son mucho mayores que en cualquier otra parte del mundo. “La legislación en Estados Unidos es mucho más dura que en Europa”, mantiene Dudenhöffer.
“En Europa, la legislación es otro mundo, un mundo en el que los fabricantes de coches pueden hacer lo que quieran”, asevera este experto, aludiendo a la situación de Volkswagen en el 'Viejo Continente', donde la firma ha descartado realizar indemnizaciones. En Europa se cuentan hasta 8,5 millones de vehículos afectados por la manipulación de los motores diésel. En total, hay 11 millones de vehículos afectados en todo el mundo.
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