“No te vas a encontrar ‘bombas’ (informativas) en la lista”, aseguraban, tras la publicación de los nombres, fuentes jurídicas. No las había, aunque sí unos cuantos titulares como la presencia del motorista Dani Pedrosa o el exbanquero Mario Conde, así como las empresas del expresidente de la patronal madrileña Arturo Fernández o de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, entre otros.
Pero el nexo de unión de todas estas empresas y personas morosas, en su mayoría, es la etiqueta ‘liquidadas’, ‘en concurso’, juzgados o encarcelados por los delitos cometidos. También dan fé de los grandes pufos que dejó el ladrillo, como demuestra que la mayoría de sociedades son constructoras y promotoras.
Más de 6.000 millones
Según los datos recopilados por EL ESPAÑOL, de los 300 mayores morosos con Hacienda, más de un tercio de ellos tiene que ver con el sector inmobiliario y constructor. En total, el ‘ladrillo’ suma 5.997 millones de euros en deudas con el fisco, que representan el 80% del dinero de los 300 mayores morosos y el 38% del saldo moroso total con Hacienda. La deuda global anunciada este miércoles asciende a 15.600 millones repartidos entre 4.855 morosos.
Las lista publicada en vísperas navideñas permite, además, hacer un recorrido detallado por los mayores desmanes del ‘boom’ inmobiliario. Algunas de las empresas ya han caído, bien porque su deuda pudo con ellas. Otras, por estar vinculadas a escándalos, como la trama Malaya.
La mejor prueba de cómo el ladrillo supone un quebradero de cabeza para el Ministerio de Cristóbal Montoro es que el ‘Top 3’ del ranking de defraudadores tiene como protagonistas a tres inmobiliarias: Reyal Urbis, Nozar y el Grupo Prasa. Entre las tres suman una deuda superior a los 680 millones de euros. En conjunto, estas tres firmas, representan el 4,3% de toda la deuda que suman los morosos del listado.
El fantasma de Ciudad Valdeluz
Hace sólo 11 años nacía el proyecto estrella de Reyal Urbis. Una megaurbanización a sólo una hora de Madrid (en Guadalajara), con el AVE en la puerta y capaz de albergar a 30.000 habitantes. Era Ciudad Valdeluz. Un proyecto que cayó en desgracia, se llevó por delante a la inmobiliaria, que suspendió pagos a principios de 2013, y aún debe a Hacienda 378 millones de euros.
La empresa encabezada por Rafael Santamaría, quien llegó a entrar en el negocio hotelero, aún no ha sido capaz de salir del concurso con una deuda que ronda los 4.000 millones y de los que casi 3.000 millones corresponden a sus bancos acreedores. La empresa ha intentado llegar a un acuerdo con el Fisco, incluso pactar una quita con la banca (y con la Sareb y el ICO) pero aún no lo ha conseguido.
Los desvaríos bursátiles de la burbuja
Si Rafael Santamaría y Urbis representan a la perfección los desmanes del ladrillo, la familia Nozaleda no le va a la saga. Mezclaron sus aspiraciones inmobiliarias con la bolsa y con sus negocios de menor postín. Entre estos últimos, figuraban la bodega Enate (Somontano) y el balneario de Panticosa.
A través de su sociedad inmobiliaria Nozar se metieron en el accionariado de Astroc (encabezada por Enrique Bañuelos), de Colonial (Luis del Portillo) y de la promotora Aisa. Y no pudo salir peor. Nozar suspendió pagos en 2009 con una deuda de 900 millones de euros y aún tienen pendiente pasar por Hacienda a la que Nozar debe 200 millones.
La tercera empresa en este particular pódium de ídolos caídos es el Grupo Prasa. Menos conocido que los dos ‘competidores’ que la preceden en esta lista de morosos, pero no por ello inmerso en menos polémicas. Se trata de la compañía presidida por José Romero González que también quiso probar suerte como accionista de referencia de Realia (hoy rescatada por el millonario Carlos Slim) y en el Metrovacesa (ahora en manos de Banco Santander). Pero su caso aún va más allá, Romero González es uno de los empresarios imputados en el caso Mercasevilla.
Precisamente, quienes fueran los principales accionistas de Metrovacesa, los Sanahuja también figuran en el listado. Están a través de dos de las sociedades bajo el paraguas de Sacresa (que suman más de 24 millones de euros) y a través de Sanahuja Escofet Inmobiliaria, con otros 14,8 millones. Quien pujó contra los Sanahuja (junto a Luis del Rivero) por el control de Metrovacesa, el valenciano Bautista Soler, está a través de dos sociedades Inmobiliaria Lasho (14,2 millones de euros) y Urbanas de Levante (11,8 millones).
Pero si hay que hablar de suspensiones de pagos no puede obviarse a Martinsa Fadesa. Fue la primera inmobiliaria cotizada en solicitarla, con una deuda que, en conjunto, rozaba los 5.000 millones de euros. Sólo si Abengoa no consigue superar el preconcurso de acreedores, Martinsa logrará quitarse de encima el sambenito de ser la mayor quiebra de la historia de España. Detrás de su crecimiento estuvo el afán de Fernando Martín, quien también llegó a presidir el Real Madrid. Y aún le queda ponerse al día con el fisco, al que Martinsa debe más de 65 millones de euros.
Sandokan, Seseña y Marina D’Or
Entre los tres primeros del listado de Hacienda se colaría sin problemas Rafael Gómez, más conocido por su apodo ‘Sandokan’. Si se sumase la deuda que acumulan las cuatro sociedades del cordobés (Arenal 2000, Arenal 2001 Grupo Inversor Arenal y Arenal 2000 de inversores) se alcanzan los 185 millones de euros. Sandokán acabó detenido por su implicación en la trama Malaya. Pagó por obtener, ilegalmente, licencias de obra.
También Aifos, epicentro de la misma trama, debe pasar por caja (96 millones) y Noriega, la constructora de los Sánchez Ramade, una de las grandes familias andaluzas del negocio inmobiliario, figuran entre los morosos con 36 millones. Si hay tres enclaves que expliquen lo que fue la España inmobiliaria en el cambio de milenio son Seseña, Marina D’Or y Polaris. Y los tres están entre los morosos.
La ciudad de Francisco Hernando, El Pocero, figura a través de Obras Nuevas de Edificación 2000 (Onde 2000), con una deuda de 86,1 millones de euros. Se trata de la sociedad que promovió la venta de pisos en la localidad toledana y cuyo concurso de acreedores se instó en otoño del pasado año.
En levante, Marina D'Or debe 46,37 millones de euros. A día de hoy, la sociedad está en plena búsqueda de un socio que salve el proyecto y el principal candidato es el millonario chino Wang Jianlin que, según la prensa china, estudia comprar todo el complejo por 1.200 millones de euros. Mientras, la murciana Polaris World adeuda 10,9 millones de euros. A los que suma otro millón a través de Polaris Desarrollo.
El recorrido por el desfase del ladrillo con Hacienda puede ir mucho más allá. Lleva por ejemplo, a la inmobiliaria Chamartín (que adeuda 20,5 millones); a Belqueba, en cuya gestión estuvo inmerso Ivan Losada (un estrecho colaborador de Ángel de Cabo el polémico liquidador de Viajes Marsans), con otros 30 millones. Y, entre las diez primeras también aparece Promaga, que debe a Hacienda casi 71,6 millones de euros, es una sociedad dedicada a la promoción inmobiliaria en la Costa del Sol, Ecuador y Brasil.