La industria digital crece como nunca, navegando el vacío como siempre
La rápida sucesión de Escrivá por Óscar López no evita los rumores en un sector que enfrenta un momento trascendental en nuestro país.
5 septiembre, 2024 01:43Decía Isaac Asimov que "negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho". Por mucho que nos sorprenda, sigue habiendo mucha gente que desconoce -e incluso niega- la importancia del sector tecnológico español. Con un cierto complejo de inferioridad, creemos que este tejido empresarial es residual en nuestro país, o que se trata de un ámbito con poco peso sobre una economía asociada históricamente a la construcción y el turismo.
Pero el hecho es el hecho. Los ingresos de la industria digital española alcanzaron el pasado año los 129.019 millones de euros, lo que supone un 5,2% más en comparación con el año anterior.
Así lo refleja el barómetro de la economía digital presentado por la patronal Ametic en su encuentro anual en Santander. De ese montante, apenas un 11,7% llega desde las telecomunicaciones, donde sí gozamos de marcas bien reconocidas por lo general de la sociedad.
El desconocimiento de la enorme importancia de nuestra industria digital no exime de culpa, máxime si tenemos en cuenta que 667.962 puestos de trabajo directos dependen de ella. Y eso que lo hacen en menos empresas, 35.728 (-6,5% respecto al año pasado), una mala noticia si a lo que aspiramos es a ser un actor relevante en el tablero global de estos menesteres.
Por eso a veces se tiene la sensación de que este sector “navega en el vacío” del imaginario colectivo, en un cajón olvidado de prioridades que deberían estar bien iluminadas sobre la mesilla de noche. Esa es la expresión que un importante ejecutivo hacía llegar a este plumilla durante el congreso en cuestión, y nada mejor que constatar su pertinencia durante la reciente vorágine de cambios en el Gobierno central.
La salida de José Luis Escrivá del Ministerio de Transformación Digital era algo más que asumido por todos en estos lares. Su ausencia del principal evento de la industria que dirigía ya nos situaba en la misma dirección y con ello logra un hito inaudito: que el máximo responsable del ramo no acudiera, durante su mandato, a ningún encuentro de las patronales con la que debía alcanzar acuerdos, en este caso, la presente Ametic o la asociación de las telecos DigitalES.
En cualquier caso, su marcha dejaba un vacío que, si bien para el común de los ciudadanos era menor, para el sector digital se antojaba mayúsculo. Nadie sabía nada: ni tan siquiera personas de alto nivel del Gobierno presentes en la cita tenían constancia alguna de lo que iba a suceder. Ni mucho menos pista lejana del nombre que finalmente tomará posesión de esta cartera: Óscar López.
Un perfil que los directivos tildan, siempre en los corrillos, como demasiado similar a Escrivá en cuanto a que es un hombre de partido, sin experiencia ni contactos en la industria tecnológica. Reconocen, eso sí, un punto de partida interesante: su cercanía al presidente Sánchez podría darle a este negociado la relevancia que tan desesperadamente necesita en la agenda política.
La innovación también se reivindica
Si en la arena digital se producen estos reclamos, la situación es incluso más acuciante en lo que se refiere al ecosistema innovador más general. Tanto la ministra Diana Morant como la secretaria general Teresa Riesgo dedicaron su visita a Santander a reivindicar el peso de la I+D+I en la economía española; presente y muy especialmente la futura.
En ese sentido, Diana Morant ha pedido más participación del sector privado en estas lides "para ser un país más resiliente y mejor preparado".
"Tenemos mucho margen de mejora en cuanto a la inversión en I+D, tanto desde el sector público como privado", reflexionaba. "En Alemania, el 70% la inversión en I+D es privada, aquí es el 50%. Me gustaría que las empresas apoyen este plan de transformación, que aumenten la inversión para seguir impulsando este cambio"
Ha recordado la ministra a modo de cierre que "España es el segundo país de Europa que más dinero ha destinado de los fondos europeos a la I+D" y que "vivimos el momento de mayor inversión pública en innovación y de apoyo a la inversión privada a la innovación de la historia".