No es el perfil típico que uno espera encontrarse en una compañía tecnológica. Elena Morettini es geóloga, cuenta con un doctorado en geoquímica de isótopos y una trayectoria extensa en investigación, diseño y desarrollo en la industria energética. En su currículo figura una larga experiencia en cargos de responsabilidad para Shell, Repsol YPF, Badley Ashton o Fugro GeoConsulting.
Todavía más atípico es conocer su área de especialización: la sostenibilidad. Morettini lideró el Task Force sobre Energía, Eficiencia de Recursos y Sustentabilidad del B20 en 2018 y fue asesora en Geociencias y Transiciones Energéticas en YPF, donde también cofundó el Comité de Diversidad e Inclusión, el primero de este tipo dentro de la industria energética en Latinoamérica.
Y en otro giro de los acontecimientos, Elena Morettini dirige desde noviembre de 2020 el Sustainable Business Studio de Globant. Una iniciativa desde la que la compañía tecnológica, el mayor unicornio de la región, busca posicionarse en la transición verde como actor destacado a la hora de posicionar la digitalización como instrumento clave para lograr el equilibrio ambiental y social.
En D+I hemos podido hablar con ella de los retos presentes y futuros, de la apuesta por los algoritmos verdes, de la diversidad y la inclusión o de cómo situar los retos de desarrollo sostenible en la agenda empresarial y gubernamental.
"Creo que tenemos grandes retos culturales en este momento, como ocurre con cualquier fase de transición, hasta que se convierta en el mainstream para muchas empresas. Necesitamos todavía un poco de tiempo para estar listos", introduce Morettini. "No todas las empresas ven el riesgo y la oportunidad que se derivan de esto. Los riesgos climáticos obviamente suponen una amenaza para los negocios, pero la oportunidad de cambio trae consigo ventanas de innovación grandísimas".
"La rivalidad entre empresas ahora se mide en quién consigue la neutralidad de carbono antes"
La directiva, de hecho, ve en estos momentos una cierta rivalidad entre las compañías que ya han visto este desafío como una línea de actuación empresarial. "La competencia se ha transformado o transferido a otro nivel. Ahora la rivalidad se mide en quién consigue la neutralidad de carbono antes, en quién consigue disminuir sus emisiones antes... Es un círculo virtuoso muy positivo, con un buen impacto a nivel de sociedad, ambiente y de estructura corporativa".
Pero volvamos al origen de la entrevista: la particular simbiosis de tecnología y sostenibilidad. "La digitalización obviamente hace los procesos más eficientes y las empresas tecnológicas pueden contribuir a estos procesos. Aunque pueda costar ver la relación entre todos los actores e industrias, la nueva economía verde está muy unida a la tecnología, que es un acelerador formidable", destaca Elena Morettini.
La legitimación de negocio
Queda constancia de que existe un cambio de mentalidad y de madurez en parte del tejido empresarial. Y que esto pasa por pasar de los conceptos del marketing a las realidades de negocio, que integren la sostenibilidad en su propia operativa.
"En el marco de esas transiciones, de la responsabilidad social corporativa creo que deberíamos empezar a hablar del concepto más maduro de la legitimación de negocio. Hoy en día, una empresa no es legítima si no tiene unidas todas las partes desde la diversidad o la inclusión hasta la gobernanza. Estamos hablando de un sistema más justo, con la Unión Europea como gran impulsora", detalla la ejecutiva.
"Debemos conseguir un equilibrio dinámico entre planeta, negocios y personas para crear oportunidades en el cambio"
"Debemos operar bajo los principios de justa cooperación entre planeta, negocios y personas, en un equilibrio dinámico y muy positivo que genere trabajo y nuevas oportunidades económicas por el mismo cambio", añade Morettini.
Cambiar los procesos productivos
Todos estos puntos son los que guían el día a día del Sustainable Business Studio de Globant. Quizás se pregunten cuál es el papel concreto de una consultora tecnológica en estas lides. Y eso mismo le cuestionamos a Elena Morettini.
"Para poder llegar a la sostenibilidad necesitamos poder mapear procesos productivos, de toma de decisiones y de evaluación económica de los proyectos. Necesitamos tener sobre la mesa cómo funcionan nuestros procesos y asociarles un gemelo digital de sus emisiones de carbono", explica la ejecutiva. "Cada acción que tomemos tiene asociada una emisión determinada y podemos atribuirle un indicador específico de eficiencia. Un proyecto tendrá una mayor eficiencia energética y una menor huella de carbono que otro. Y esos parámetros tienen que entrar en la parte de decisión, desde el principio".
"Necesitamos mapear procesos productivos para incluir métricas de sostenibilidad en la toma de decisiones"
Para Morettini, incluir estos conceptos en el proceso de toma de decisiones ("sin volverse fanáticos") podría llevarnos hacia "una revolución cultural importante por un bien común más grande". Y ahí es donde la tecnología puede apoyar este trabajo arduo de monitorización y seguimiento de los objetivos de sostenibilidad. "Por ejemplo, hay compañías que están usando inteligencia artificial para optimizar el flujo de energía en sus infraestructuras", afirma.
Algoritmos verdes
Eso de puertas hacia fuera, pero ¿qué hay de puertas hacia dentro? Elena Morettini destaca de Globant su esfuerzo por producir "aplicaciones y algoritmos teniendo en cuenta los indicadores de eficiencia energética hacia la sobriedad digital".
"Es ahora cuando el 'green IT' está cobrando una gran fuerza"
La directiva de la firma explica a D+I que esta estrategia lleva consigo un ambicioso proceso de medición de aquellas áreas en que existen posibilidades de mejora energética. "No va a ser algo de hoy para mañana, pero queremos que haya una alternativa tecnológica respecto a los sistemas clásicos, los heredados desde hace años. La transición energética es algo que está sobre la mesa desde hace algún tiempo, pero es ahora cuando el 'green IT' está cobrando una gran fuerza", admite Morettini.
A pesar de que la experta alude en varias ocasiones a la transición verde, puntualiza que este concepto no es del todo adecuado en su opinión: "Siempre se tiende a hablar de transición verde, pero a mi me resulta llamativo ese término porque una transición implica un camino con un final. Pero esto no acabará nunca, porque aunque consigamos revertir las emisiones de CO2 hasta un determinado punto, el objetivo siempre debería ser lo más eficientes desde un punto de vista energético".