Un año más, el Mobile World Congress 2025 ha situado a Barcelona en el epicentro de la innovación tecnológica. Bajo el lema “converger, conectar, crear”, el mundo ha sido testigo de la exposición a nivel mundial de los últimas aplicaciones en IA, el avance de las comunicaciones 5G, las soluciones híbridas de redes, la gestión de servicios cotidianos basados en una red cada vez más extensa de dispositivos IoT , la explosión de las comunicaciones satelitales, la evolución de la prometedora computación cuántica, o la creación de gemelos digitales para reproducir de forma sencilla el impacto de las políticas públicas en la vida de los ciudadanos.

La inteligencia artificial generativa ha sido estos días la protagonista indiscutible. Desde nuevas aplicaciones en salud, seguridad y sostenibilidad hasta herramientas que están redefiniendo la productividad, la IA está demostrando su capacidad para transformar industrias y mejorar nuestra vida diaria.

Han sido muchas las empresas que han presentado ejemplos de aplicaciones concretas de la IA, y muchos directivos coincidieron en que “estamos en el momento de impulsar la adopción de estas aplicaciones basadas en IA. Mejoran nuestra productividad y mejoran nuestra vida”.

La enorme ilusión compartida por tanta gente en torno a la innovación tecnológica me hizo recordar mis comienzos en el SIMO como becaria de Hewlett-Packard. Con la misma ilusión mostrábamos nuestros últimos modelos de PCs, impresoras, escáneres, plotters..

Sin embargo, algunas cosas han cambiado desde entonces. Hay stands de más países y zonas geográficas, los más grandes no son necesariamente los mismos, y desde luego, la explosión tecnológica está a otro nivel (redes, dispositivos, espacio, cuática, IA). Es otra cosa.

En aquellos años, apenas se hablaba de geopolítica, y sin embargo, este concepto ha estado muy presente en muchas conversaciones en MWC25, al igual que la preocupación por el papel que debe desempeñar Europa en la carrera tecnológica y lo que hay que hacer para lograrlo.

Por otro lado, hay cosas que no han cambiado tanto y una de ellas es la falta de talento femenino en la industria. Y claro, en medio de esta efervescencia tecnológica, surge una pregunta clave: ¿quién está diseñando el futuro y con qué propósito?

Estos días he podido conocer de cerca tecnologías que están cambiando la forma en que trabajamos, consumimos y nos relacionamos. Las empresas y expertos coinciden en que estamos en un punto de inflexión: la IA ya no es una promesa de futuro, sino una realidad que influye en todos los aspectos de nuestras vidas. Y, como toda tecnología, es un reflejo de quienes la desarrollan.

La falta de diversidad en el desarrollo de la IA no es solo una cuestión de equidad, sino de calidad e impacto en la innovación. Debemos garantizar la diversidad en el desarrollo y aplicación de los algoritmos de la IA o nos enfrentamos a un gran riesgo para nuestra sociedad. Un mundo más sesgado, polarizado y desequilibrado.

Sin diversidad en los equipos, los algoritmos se entrenan con datos que perpetúan estereotipos y discriminaciones. Si la IA es la base sobre la que se construirá el futuro digital, debemos asegurarnos de que se desarrolle y utilice de forma ética y equitativa.

Es urgente que empresas, instituciones y gobiernos se comprometan a impulsar la educación STEM entre niñas y jóvenes, fomentar la presencia femenina en el sector tecnológico, y garantizar entornos laborales más equitativos y oportunidades de liderazgo para las mujeres. Solo así la IA se convertirá en un motor de transformación real y no en una barrera más.

El MWC 2025 y el Día Internacional de la Mujer han coincidido en la misma semana  Una casualidad pero también una oportunidad para aseverar que la sociedad no puede avanzar sin tecnología, pero la tecnología no puede avanzar sin un enfoque más igualitario.

Desde AMETIC, reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de la igualdad en el sector tecnológico. No podemos permitir que la revolución digital refuerce brechas de género; al contrario, debe ser la palanca que nos ayude a eliminarlas.

Si queremos construir un futuro digital que represente a la sociedad en su conjunto, es fundamental que el talento más diverso posible, reflejo de nuestra diversa sociedad, forme parte de su diseño y liderazgo y esté presente en toda la cadena de valor del desarrollo tecnológico.

*** Pilar Roch es directora general de AMETIC