Hemos pasado de tener pocas oportunidades de crecer a estar cuestionadas por nuestra valía si alcanzamos algún puesto de liderazgo. ¿Corremos el riesgo de pasar de la discriminación negativa a la positiva, limitando así la libertad de elección de las empresas? Es un tema que genera opiniones diversas. ¿Es la cuota de género o equidad una medida necesaria para promover la igualdad y garantizar la representación equitativa?
La igualdad de género es un objetivo deseable y la cuota femenina es una forma de promoverla y garantizar la representación equitativa de las mujeres en los puestos de liderazgo.
Creo que obligar a garantizar un porcentaje mínimo de personas de cualquier colectivo, que ha sido históricamente discriminado o degradado, no es la solución idónea para acabar con la desigualdad. Pero, por otro lado, me pregunto dónde estaríamos si la Unión Europea no hubiese acordado imponer cuotas de género para garantizar que las mujeres ocupen, al menos, el 40% de los puestos en los consejos de administración de las grandes empresas.
Pues estaríamos donde estábamos. La mayoría de las mujeres que ocuparon altos cargos a lo largo de la historia tuvieron que demostrar más valía que muchos hombres para ganarse ese reconocimiento. Las que llegaron lejos, sin duda, se lo ganaron con sudor y lágrimas. Muchas,, sacrificando su vida personal y pagando un precio excesivo por ese reconocimiento que otros consiguieron sin tanto esfuerzo, sin tantas horas extras, sin tantas renuncias.
No estoy diciendo que ellos no tengan talento ni valía, estoy diciendo que para elegir a una mujer de entre hombres ella tenía que ser extraordinaria para que no se discutiese la decisión.
Durante muchos años ha sido difícil poder optar a un puesto con igualdad de condiciones que los hombres. Los puestos de dirección no eran para mujeres, nosotras teníamos un lugar subordinado, ellos, sin embargo, habían nacido para evolucionar y prosperar. Cambiar nuestra mentalidad como sociedad ha sido y es un esfuerzo enorme. Muchas personas ya pensaban entonces que era un error, que nunca estaríamos a la altura, hoy ya son menos.
Por eso creo que la cuota es positiva, siempre que exista un porcentaje de candidatos similar entre ambos sexos, entonces las cuotas pueden llegar a funcionar como primera medida para la desigualdad.
Lo que ocurre en el sector tecnológico es que hay muchas menos mujeres que se han formado en carreras STEM que hombres. Y aquí viene la descompensación de las cuotas. ¿Deben las posiciones de liderazgo ser ocupadas por las personas más capacitadas, independientemente de su género? Si pensamos en otros sectores, el de la aviación, por ejemplo, yo quiero volar con los mejores pilotos. O, ¿acaso vamos a contratar a profesionales peor cualificados para cumplir con la cuota? O un cirujano, por ejemplo, a mí que me opere, a ser posible, el mejor, ya sea hombre o mujer.
Durante mi vida profesional he trabajado con grandes compañeros. Tuve como mentora a una gran profesional, que a lo largo de los años me brindó varias oportunidades de carrera, que aproveché y agradecí. He trabajado para varias multinacionales, con diferentes jefes, tanto hombres como mujeres. He sufrido, he tenido que demostrar, me he confundido, y sigo aprendiendo y superando obstáculos, como todo el mundo que prospera en su carrera. Sin embargo, estos últimos años empiezo a escuchar, con bastante irritación, que las mujeres estamos de enhorabuena y que llegamos a donde llegamos porque somos mujeres.
"Se buscan mujeres", parece que sea el lema de muchos de los procesos de selección de las compañías. Me pregunto a dónde nos está llevando esto.
Pues bien, he llegado a la conclusión de que este momento hay que superarlo sin complejos. Admiro y respaldo al feminismo, pero además me siento femenina, algo a lo que no pienso renunciar, como tampoco renunciaré a mi inteligencia emocional, a mi sensibilidad. Si estoy donde estoy por ser mujer, me siento satisfecha, porque seguro que aporto diferentes perspectivas y habilidades que pueden enriquecer la toma de decisiones y mejorar el desempeño de las empresas en las que trabajo.
Cuando alguien insinúa que una mujer ha alcanzado un puesto por cumplir con la cuota, me pregunto por qué están los demás donde están.
Entonces es cuando me doy cuenta de que siempre ha habido personas cualificadas ocupando puestos de responsabilidad y completos ineptos, gestores nefastos, y líderes catastróficos, que todos nos hemos preguntado cómo han llegado ahí. Pero nadie les pide explicaciones. Muchos son el "hijo de", el "amigo de" o el "hermano de" y aún tengo que escuchar que de las tres únicas mujeres que ocupan un puesto de presidencia en el IBEX35, dos de ellas son por herencia.
JA JA JA, perdonad que me carcajee. Cuántos herederos hombres se han quedado con los negocios familiares, emporios que han arruinado, cuántas mujeres se han quedado sin su herencia por dársela a su hermano menor, sucesiones de corona, títulos nobiliarios… Y ¿qué ha pasado? N-A-D-A.
Pero, tenemos que aguantar que nos cuestionen, que nos digan que lo tenemos más difícil para que nos valoren de verdad por culpa de las cuotas. Pues bien, si esto es así, sólo puedo decir una cosa, que tendremos que llegar a la paridad en el número de puestos de gestión con jefes capacitados, pero también con responsables mediocres. La mayoría de los puestos de responsabilidad ocupados por lideres no cualificados son hombres. Pienso que habrá igualdad cuando el número de incompetentes en puestos relevantes sea equitativo en género.
Me hablan de "las armas de mujer" como si no tuviésemos en la actualidad política claros ejemplos de narcisistas que se creen los guapos del universo y que utilizan su físico. No pondré nombres, pero si a alguna política se le hubiese ocurrido en el siglo XXI posar desnuda para promocionar su candidatura. ¡Ay, de ella! Y ahí los tenemos a ellos, no se les fulmina por usar su físico como se sentenciaría a cualquier mujer, que encima si es guapa, apaga y vámonos.
Optar a tener las mismas oportunidades y derechos es un objetivo deseable y alcanzable. No debemos equiparar ambos sexos, porque la historia de la humanidad se rige por los imperativos, no sólo biológicos, sino también los históricos, sociales y culturales. Todos los ser humanos de alguna forma somos diferentes.
Por eso me encanta que la palabra cuota sea femenina y singular porque así me siento yo. La opinión sobre este tema dependerá de las creencias y valores de cada persona y de la cultura de cada compañía.
Pero, lo que tengo claro es que no me voy a arrugar ni a justificar NUNCA por pisar el territorio que he conquistado, cruzar los océanos que me pongan delante y conquistar los cielos que se me antojen. Por ser mujer.
Quiero terminar haciendo referencia a esta cita de Madame Curie, primera y única persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades científicas: Física en 1903 (premio compartido con su marido Pierre Curie y el físico Henri Becquerel) y años después, ya por fin en solitario, el de Química en 1911. También fue la primera mujer en ocupar un puesto de profesora en la Universidad de la Sorbona de París, heredando la cátedra de física de su marido en 1906.
"La vida no es fácil para ninguna de nosotras, pero, ¿y qué? Hay que tener perseverancia y, sobre todo, confianza en nosotras mismas. Debemos creer que estamos capacitadas para algo y que podemos lograrlo", Marie Curie.
***Elena Viniegra es Cloud Area Lead para EEMI en NetApp