Si le preguntas a un empresario por el Kit Digital, es muy posible que le suene, que haya presentado una solicitud o que tenga previsto hacerlo próximamente. Si le preguntamos por otro programa de ayudas a la transformación digital –que los hay–, la respuesta será seguramente diferente…
En mi opinión, el gran logro del Kit Digital es la repercusión que ha conseguido entre la pequeña y mediana empresa española. La Comunicación es comúnmente la primera gran frontera que separa a las pymes de la transformación digital, que en muchos casos consideran compleja, confusa e, incluso, innecesaria.
El Kit Digital ha conseguido una gran repercusión en medios de comunicación, en buena parte, por lo atractivo de su presupuesto total: más de 3.000 millones de euros. ¡Quién no querría llevarse parte de ese pastel!
Algunas pymes se desilusionan cuando empiezan a investigar sobre estas convocatorias, y descubren que el importe de las subvenciones es de hasta 12.000 euros para las de mayor tamaño, 6.000 euros para empresas de 3 a 9 trabajadores, y 2.000 euros para autónomos y micropymes de hasta dos trabajadores. Además, existen unos límites en la cantidad de dinero que se puede destinar a cada solución, en función de la categoría en la que éstas se clasifiquen.
Cabe recordar que el Kit Digital no está pensado para sufragar costes recurrentes de las pymes, sino incentivar la transformación digital de estas empresas. La oferta de soluciones es tan amplia que abarca proyectos de (casi) todos los tipos y niveles de complejidad. Incluso una pyme ‘nativa’ digital encontrará seguramente en el Kit Digital soluciones que les sean de utilidad.
A destacar también la intensidad de esta subvención –hasta el 100%– o los tiempos que las pymes tardan en recibir su Bono de Digitalización –menos de 6 semanas–. Incluso los trámites para la resolución de incidencias y subsanaciones han sido ágiles, y cada vez lo serán más.
El éxito de este modelo semi automatizado de gestión de ayudas para la ejecución de volúmenes masivos de solicitudes, de hecho, va a extenderse a otras ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Entre ellas, los próximos programas ‘ACTIVA para el asesoramiento en digitalización (ACTIVA Industria 4.0, ACTIVA Ciberseguridad y ACTIVA Crecimiento), que gestionará el Ministerio de Industria.
Por todo lo anterior, estoy convencida de que el Kit Digital va a contribuir a derribar muchos miedos a la digitalización y que, acompañado de otros programas de asesoramiento y mentorización, ayudará a España a avanzar en la dirección adecuada.
Como es lógico, el retraso en la digitalización de las empresas de menor tamaño es un desafío complejo que no se va a resolver de un día para otro. Por eso, será imprescindible acompañar toda la repercusión pública que ha conseguido el Kit Digital, así como todo el empuje digital al que nos ha obligado la pandemia del covid-19, de un esfuerzo por potenciar el efecto arrastre que pueden tener las grandes empresas en nuestro país.
De nuevo, ese efecto arrastre podrá dinamizarse de manera muy importante gracias a la Comunicación por parte de todos. Empresas privadas, asociaciones, administraciones, academia, sociedad civil y, por supuesto, medios de comunicación: todos podemos contribuir a sensibilizar y divulgar sobre las ventajas que trae la transformación digital.
*** Elena Arrieta es directora de Comunicación de DigitalES.