En la actualidad, hasta 1.000 millones de personas en todo el mundo -es decir, una de cada siete- participan en el envío y la recepción de remesas (una remesa es una suma de dinero que se envía a otra parte, normalmente, en otro país). Cada año, 200 millones de trabajadores migrantes envían dinero a sus hogares, y 800 millones de personas se benefician de esos flujos de dinero digitales.
Tan importantes son las remesas, que en más de 70 países constituyen al menos el 4% del PIB. Según datos del Banco Mundial, los emigrantes de todo el mundo enviaron unos 602.000 millones de dólares a sus familias en 2021. Los trabajadores migrantes envían a casa, de media, entre 200 y 300 dólares cada uno o dos meses. Esto es solo el 15% de sus ingresos; sin embargo, estas remesas pueden representar hasta el 60% de los ingresos totales de los hogares, lo que las convierte en un salvavidas para millones de familias.
España es ya uno de los principales países del mundo en el envío y recepción de dinero. Muchas segundas generaciones de inmigrantes nacidos en España no viven actualmente aquí y envían dinero a sus familiares. Dada la importancia, el tamaño y el volumen de estas transacciones, la innovación digital en las transferencias de dinero se ha acelerado en los últimos tiempos.
Cuando se mueve dinero, la evaluación del riesgo y la seguridad son de vital importancia, por lo que la tecnología desempeña un papel fundamental en la evaluación del riesgo del consumidor. Esta tecnología realiza una puntuación del comportamiento de cada cliente, basándose en las transacciones que ha realizado durante un periodo concreto en comparación con todo el año y asigna una puntuación a cada cliente. Esa puntuación ayuda a ver cualquier comportamiento inusual que pueda indicar un problema. La tecnología ayuda a prevenir posibles fraudes en los pagos, fraudes al consumidor y ayuda a detectar otras actividades sospechosas.
La innovación digital también interviene en pasos críticos como el Programa de Identificación de Clientes (PIC), que es una comprobación que se realiza antes de poder efectuar cualquier transacción financiera.
Las instituciones financieras, como los bancos, están obligadas por ley a asegurarse de que la persona que solicita sus servicios es quien dice ser. Esta comprobación confirma el nombre y la dirección, la fecha de nacimiento, el número de la seguridad social y un número de teléfono fijo o móvil. Del mismo modo, el KYC (Know Your Customer) es muy similar al CIP en su alcance. Ambas son comprobaciones que se llevan a cabo antes de dar de alta a un cliente. En lo que difieren es en que KYC trata de verificar la identidad del cliente y las actividades comerciales en las que participa. Una política sólida de CSC abarca la gestión de riesgos, la supervisión continua de la actividad de la cuenta y la política de aceptación del cliente.
Por último, está el IDV (Identification Document Verification), que, a diferencia de los otros dos, es un proceso, no un requisito legal. Su función es verificar la autenticidad de un documento de identidad, como el pasaporte o el permiso de conducir. El propósito de la comprobación digital es confirmar que la persona en posesión del documento es el propietario y que no es una falsificación.
Los bancos y otras instituciones financieras también realizan la IDV antes de prestar servicios a un nuevo cliente. Cuando se realiza una transacción, se utiliza mucha tecnología en el back-end para puntuar una transacción, para prevenir posibles fraudes en los pagos, al consumidor y para detectar el blanqueo de dinero.
Las nuevas tecnologías, como el big data y la analítica, unidas a la inteligencia artificial, también están perfeccionando los procesos mencionados. La inteligencia y la analítica empresarial pueden proporcionar predicciones de uso, picos y caídas de actividad, así como datos y análisis de origen y destino, ofreciendo información empresarial sobre los flujos digitales de dinero.
Del mismo modo, los monederos móviles, una de las formas más comunes de enviar y recibir dinero, y que existen desde hace unos 10 años, han aumentado mucho su uso en los últimos dos años. El uso de la moderna tecnología de cifrado para mejorar la seguridad de los monederos móviles ha evolucionado rápidamente.
Mucha gente no se da cuenta de que utilizamos la tecnología de cifrado a diario. Casi todos los dispositivos informáticos, desde los teléfonos inteligentes hasta los ordenadores de sobremesa y las tabletas, emplean algún nivel de cifrado para mantener segura la información de los consumidores. Lo hace convirtiendo los datos normales o 'texto plano' en una agrupación de caracteres aleatorios o 'texto cifrado', que sólo pueden leer quienes tienen una clave especial. La mayoría de las empresas utilizan una tecnología de encriptación de 128 bits para asegurar sus datos.
Muchos más avances seguirán aumentando la seguridad en este sentido, como en el caso de la biometría y los códigos QR aplicados a los pagos digitales. Además, con la llegada del metaverso, la innovación digital para las transferencias de dinero podría dar otro paso de gigante.
El metaverso -término que engloba a los mundos persistentes, inmersivos y totalmente en línea en los que la gente puede interactuar, comprar productos digitales y aterrizar, y participar en experiencias virtuales- podría acabar convirtiéndose en un centro mundial para el comercio y el ecommerce que traerá consigo también avances en la tecnología de pagos.
Pero por ahora, la mayor innovación digital en las transferencias de dinero vendrá de dos fuentes, una es la aplicación de nuevas tecnologías como la minería de datos y la IA a los procesos e interacciones existentes. La otra es la colaboración, trabajando con la industria y con los socios, para crear un ecosistema de remesas y pagos digitales, donde la persona que más se beneficia de la innovación digital, sea el cliente. Esto es especialmente cierto en este momento, ya que el mercado mundial de remesas está bien situado para crecer con una mayor adopción de las transacciones digitales.
*** Jose Cabral es vicepresidente en Europa y Oriente Medio de Ria Money Transfer.