Frío como la Nevera. Reposado como Samaipata. A su disposición, 24/7. Forjado a fuego, “he vivido situaciones límite”; de dura coraza, “trajimos mucho dinero y nos criticaron”; cauto y reflexivo, “me hubiera gustado ser menos brusco en el fragor de la batalla con algunas personas”; hombre de hierro, a sus espaldas un iron man y 12+1 medios. Cultura del Barrio.
“Se trata de un tío analítico y metódico”, “un tipo exigente consigo mismo y con los demás, pero tremendamente empático y motivador”, “el mejor inversor que tuve, siempre está ahí para ayudar”, “una persona generosa que se preocupa por su gente más cercana”, dixit sus máximos allegados. Es icónico.
Conocí a José del Barrio (Madrid, 1983) hace ya más de cinco años cuando le entrevisté para el extinto programa televisivo Madrid Contigo, que se emitía en Telemadrid. Creo que desde entonces apenas nos hemos cruzado hasta hace unas semanas que el archiconocido colega común de todos los emprendedores e inversores, Hugo Arévalo, nos volvió a conectar. “Chema, Jose es tu víctima”.
Su semblante, tan observador como antaño. Su aspecto, el del mismo joven emprendedor que vendió una nevera a precio de deck de cripto cámara criogénica de tecnología puntera basada en blockchain. Su reflexiva y seria, como entonces, percepción de la vida. Su compromiso, al 100%.
Porque la esencia es lo que queda en los grandes personajes ajenos a tiempos de modas, influencias y trending topics. Porque es una ardua tarea de humildad congelar en el tiempo tu rostro, tu familia y tu entorno, para pasar de consultor a emprendedor, de emprendedor a inversor. Para asimilar tantos guiones sin salirte del actor al que todos quieren conocer, saludar, acercarse, postular, seducir, aclamar.
“Jose, ¿qué te queda por contar sobre la venta de la Nevera Roja?” Ríe, es humano. Piensa, es Jose del Barrio, aquel emprendedor al que su introvertido ego, a pesar de dos horas de entrevista, le impide ni siquiera definir la persona que es. Segundos de silencio. Arranca, nos sorprende: “Nadie lo sabe, pero fuimos tres cofounders, no dos como la gente se piensa”.
Eres dueño de la palabra. “Iniciamos el proyecto tres compañeros de PwC, Sergio Paradela continuó con nosotros durante un año. Es un tío encantador, era el responsable de geomarketing en PwC, se sentaba a mi lado e incluso le invité a mi boda”. Continúa, “en los inicios queríamos ofrecer una solución como Geoblink a los restaurantes, y su posición estaba clara, pero luego nos dimos cuenta que era muy complicado para los restaurantes, todo cambió, dejó la empresa y al poco tiempo vendió sus acciones”.
Fueron tiempos bonitos que siempre estarán tatuados en la retina de su vida, que para lo bueno y para lo mano sellarán su epitafio, etapas de éxito, pero también de presión y estrés, “vivimos situaciones extremas”, puntualiza, “cinco años currando a destajo día y noche”, describe.
“No habíamos levantado ninguna ronda. En septiembre de 2013 fue la primera, de 1,5 millones, en enero nos quedamos sin dinero, aunque teníamos planificado un runway para 18-24 meses”. Se calentaba la nevera. “In extremis, en enero de 2014 levantamos entre 2 y 3 millones, y luego hicimos otra en junio con Mediaset y Nicolás Luca de Tena de 6 millones; por último, para poder llegar a la venta, conseguimos otro millón y medio”.
Todavía suda al contarlo. “Hicimos preseed, seed y serie A en apenas 12 meses, si esto me lo cuenta ahora un emprendedor al que tengo que invertir mi respuesta es clara: estás chalado”.
Dice su otro yo, su socio de por vida, antítesis de su esencia, su cofundador, Íñigo Juantegui, que “aquellos meses fueron híperestresantes, nos jugábamos mucho, era momentos de máxima tensión siempre a las mil de la madrugada negociando, cometiendo muchas locuras, con grandes peleas y las mejores risas de mi vida, tiempos en los que seguro perdimos años de vida”.
Emoción emprendedora con la que ambos describen estos momentos. Para el ahora CEO de Ontruck, nuestro protagonista de hoy ha sido “mi gran mentor, del que aprendí un huevo, un tipo analítico y metódico, mi gran amigo que siempre me ayudaba”. Del Barrio afirma que “él me aguantaba más que yo, tenía mucha mano izquierda y era extremadamente bueno gestionando personas, él también me ha ayudado mucho”. Puro love.
No todo fueron alegrías. Del Barrio recupera y desata argumentos como flechas que quedaron clavadas en su orgullo y que hoy, para ti que nos lees, se arranca a pecho descubierto. “Recibimos críticas de varios medios de comunicación y algunas personas”. Pero “¿por qué? La venta de La Nevera Roja, que la hicimos ética y legalmente, supuso traer a nuestro país aproximadamente 40 kilos en impuestos, un dinero que va para pagar hospitales, para familias que lo necesitan, y te critican…”.
La marca José del Barrio se ha extendido en el tiempo como un océano. “Es algo que pienso mucho, cómo distinguir tus valores de los de las empresas de las que eres fundador. Como emprendedor, los valores de una startup, al inicio son la cultura que transmiten sus fundadores y que evoluciona con el tiempo”.
¿Y en Samaipata? “Estamos construyendo una firma que vaya más allá de sus fundadores”, difícil misión. “Creo que ya hay rasgos propios del fondo ajenos a mí”, me remite a su web, ‘be honest, play hard, build together, go beyond’
A pesar de su juventud, Samaipata Ventures, VC nacido en 2015, acaba de anunciar su segundo fondo de inversión que alcanza los 110 millones de euros, casi cuadriplicando el primero, de 29 millones.
“El objetivo es invertir en unas 30 compañías con un ticket inicial de 1,5 millones, lo que supone es algo más de la mitad del fondo. El resto servirá para hacer follow on a nuestras invertidas hasta 15 millones por empresa”, describe. “Hay muy pocos fondos de Europa que puedan hacerlo, sobre todo los enfocados a preseries A”, presume.
“Como inversor la pasión puede ser peligrosa, hay factores que pueden sesgar tus decisiones, por eso nos gusta debatir todo”, analiza, “hemos cometido errores en alguna inversión, dejarnos llevar por la pasión, pero nos vamos entrenando, mejorando nuestro algoritmo, la experiencia y el paso del tiempo nos hace mejorar cada día un 1%”, analítico.
Su perfección no tiene límites. Porque ya quisieran muchos VC´s con solo cinco años de vida haber tenido dos exit como los presumen en Samaipata Ventures. El de Foodcheri, ”que fue el primero” y que fue de más de un 100% Tir, según fuentes ajenas a esta entrevista.
Y su gran triunfo, la apuesta en la que más se ha involucrado, Deporvillage, donde lograron un x15 de retorno. “solo puedo dar las gracias a Xavier Pladellorens por la proeza, por ser un pensador independiente que no se deja influenciar por cantos de sirena, lleva la ‘frugalidad al nivel más extremo’.
Nuestro protagonista de hoy, agente clave en el ecosistema innovador nacional, comparte cada día en Samaipata con socio Eduardo Diez-Hochleitner. “Me quedo con su humildad, capaz de escuchar y aprender de cualquier persona, y siempre con la honestidad por encima de cualquier otro factor, le admiro”.
Para Diez-Hochleitner, “José del Barrio es un emprendedor de raza, con propósito claro y determinación, exigente consigo mismo y con los demás, pero muy empático y motivador que entusiasma a los que trabajan con él, auténtico líder”. Focaliza que “sabe distinguir muy bien cuando una reunión debe ser sincrónica, con presencia física o remota de sus asistentes, y cuando puede ser asíncrona, cuando el tiempo real es irrelevante, el fruto del debate es la clave”, admira.
Entre sus startups invertidas, José del Barrio destaca a Alejandro Artacho, CEO de Spotahome, “le admiro ahora más que antes, cómo ha gestionado y saneado su empresa, y cómo ha recuperado la pasión, la energía y el carisma que siempre tuvo”.
El fundador de la startup se lo devuelve, “Jose es de los mejores inversores que he tenido por aportarnos su experiencia como fundador y operador, siempre está ahí para ayudar, es súper buena persona”. Papá Artacho, noticia que nos anuncia, para diciembre. Qué ilusión.
Carlos Gomez CEO de Vibla es otro ejemplo para Del Barrio. “Van a saco con un equipo muy potente que va a dar mucho que hablar, es un crack”. O María Raga, CEO at Depop, “todo un ejemplo a seguir por cómo ha vendido su anterior empresa por mil millones”.
José del Barrio no quiere dejar pasar la oportunidad para destacar la persona de la que más aprendió. “Mi tío Fernando del Barrio, de las personas más inteligentes que conozco, tuve la suerte de que me ayudara en la Nevera con la parte de tecnología”.
Su genética emprendedora le hace cada día apoyar a su mujer Paloma Gutiérrez Mestre, que se ha iniciado en el ecosistema con su propio negocio de acuarelas, pgm.arts en Instagram, síguela. “Jose es muy generoso siempre me ha apoyado en cada etapa de mi vida”. Él replica, “intento no meterme en su negocio, bueno algo sí”.
¿Una anécdota que defina a nuestro inversor? Recuerda Paloma, “un día por la niebla se perdió en el mar nadando junto a la barca en la que le acompañábamos, Jose llegó a una playa y su única preocupación fue la de llamarnos, siempre piensa antes en los demás”.
Pero el proyecto común más importante de ambos son sus cuatro hijas. “Desde la pandemia paso más tiempo junto a ellas, ahora aprendo mucho de las mujeres”, asevera. Deportista de 8-10 horas por semana, me promete hacer un Half Iron Man conmigo, en 2023. Te congelo la palabra Jose.