Si tomamos los datos estadísticos de España desde que pueden ser más o menos fiables, el inicio de la democracia, podemos destacar un problema constante y latente: el desempleo estructural. La falta de conexión entre la oferta y la demanda laboral es un asunto al que nadie ha puesto solución.

Y no es un problema baladí, porque es palanca, problema de problemas. Genera desajustes en la seguridad social y en las cuentas públicas. Desequilibrios sociales y territoriales... Gastos y más gastos por falta de flexibilidad, educación y por los actores implicados. ¿Por qué ningún gobierno ha sido capaz de poner solución a esto? Probablemente porque está enlazado a una de las parcelas más politizadas: la educación, en alianza con el nacionalismo y el regionalismo (el nacionalismo de los partidos nacionales).

Diagnóstico

Y el problema suma y sigue. Esta semana, en la que muchos estudiantes preparan el EBAU, antigua selectividad, la Fundación Vass ha hecho público su tercer informe sobre Empleabilidad y Talento Digital. Sinceramente a mí los resultados publicados el sábado por D+I me han sorprendido por negativos. Los esperaba malos, pero no tanto.

Telegráficamente: la universidad no cubre los perfiles técnicos que piden las empresas. Ni hay perspectiva de ello. Somos el país de la UE con más crecimiento de empresas que demandan perfiles TIC (un 117% en los últimos ocho años) y sin embargo el número de titulados en estas áreas ha caído un 23% en esos años. Se generan al año la mitad de los licenciados en ingeniería informática de los que piden las empresas. Y, para colmo, el 50% de los que inician carreras TIC abandona en los tres primeros años. La tasa más alta de todas las disciplinas universitarias.

Otro dato para el diagnóstico es el que aportaba esta semana el equipo de la Consejería de Innovación de Navarra, que dirige Juan Cruz Cigudosa, uno de los consejeros más activos en este campo en España. Han analizado las 30 áreas clave con más demanda de empleo que corresponden a más de 200 tecnologías diferentes.

Las principales temáticas identificadas son datos y ciencia de datos, monitoring, microservicios, ciberseguridad, desarrollo web, plataformas .NET o Java EE, devops, explotación de datos, gestión de la innovación, ingeniería de datos, Red 5G, Soft Skills o Software QA.

Y el estudio indica que sobre los pocos perfiles formados en esas disciplinas, existe un alto riesgo de fuga de ese talento. Que se traduce en inestabilidad en el crecimiento.

Tercer apunte para el diagnóstico. La décima edición de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) que publicaba D+I el jueves. La población cree que la profesión investigadora está mal remunerada económicamente (62%) y que carece de suficiente reconocimiento social (63%).

No tenemos ni generamos el talento digital que necesitamos, el poco que hay tenemos gran riesgo de perderlo y la ciencia no se ve como profesión atractiva. Bien es cierto que aquí mezclamos tecnólogos, que sí están bien remunerados por empresas, con científicos que dependen fundamentalmente de lo público. Quizás la falta de transferencia de la ciencia a los negocios reales de las empresas también sea una causa.

Pero como no podemos esperar a que estas soluciones, que necesitamos para ya mismo, vengan de la reorientación de la ciencia a la economía, de la enésima reforma educativa o del manoseado deseo de la colaboración universidad-empresa... necesitamos soluciones rápidas y reales.

Y las dos que se vislumbran son muy claras: La primera, capacitar las skills de los empleados de todas las empresas para que si al menos no pueden ser tecnólogos, sí sean capaces de discernir entre lo bueno y lo malo para subcontratar o co-crear. Y la segunda, atraer talento internacional bien sea físicamente, por nuestras ventajas de país, o mediante enlace con redes internacionales de talento

La formación en nuevos skills

Los nuevos perfiles que deben tener los empleados de todas las empresas pasan por combinar la capacitación de su sector con un conocimiento actualizado y constante de quién y cómo está aplicando la tecnología. Y de todas las tecnologías que están a su disposición. 

Cocrear con una tecnológica, con una startup o co-innovar con un proveedor, implica conocer con qué salsa tecnológica aderezas cada receta.

Tomemos un ejemplo. El Advanced Factories probablemente sea la única feria tecnológica ininterrumpida. Se clausuró el año pasado en Barcelona días antes del confinamiento y se celebra la semana que viene. La previa de D+I de esta semana se titulaba así: Advanced Factories 2021, del miedo al cambio en el sector industrial a abrazar la digitalización postcovid

El año pasado la feria fue una competencia de sistemas para mejorar la rentabilidad, la productividad de las empresas con tecnología. Una buena muestra de disrupciones como hace años que no conocían las industrias,... en esta edición la demanda se prevé ansiosa por implantar los cambios. Y para aplicarlos precisan que sus equipos tengan al menos cierta reorientación de sus perfiles.

Otro ejemplo es del turismo. Un pilar básico en España con millones de empleados. El Reino Unido de momento sitúa a España como un país no seguro por sus tasas de Covid. Eso, unido a situaciones similares para otros países de origen, hará que el sector se resienta y no sólo este año. 

En el congreso Digital Tourist organizado esta semana por Ametic ha quedado claro que la vuelta a las cifras de turismo tendrá que ser con un atractivo en experiencia de usuario y precios que sólo la tecnología puede aportar. Es necesario pues aprovechar el momento para reciclar al personal.

Y tercer ejemplo. En Granada 25 expertos han analizado esta semana implantar la realidad aumentada en la sanidad de forma generalizada no sólo para formación, sino para mejorar las prestaciones. La conclusión es idéntica.

Proveedores globales

La falta de perfiles tecnológicos en España potenciará irremediable y afortunadamente la co-creación. La forma más fácil de fallar barato, de evitar riesgos mayores. Esa situación animará la creación de startups y el negocio de las multinacionales tecnológicas. Pero no será suficiente con el talento universitario que generamos.

Tenemos dos vías paralelas en las que trabajar. La primera, hacer un efecto llamada a la deslocalización de startups de otros países en España. Nuestra ventaja como país atractivo para trabajar es un gran aliado. Hemos hecho efecto llamada con la inmigración ilegal, ¿cómo no hacerlo con la legal y que genera riqueza? Esperemos que los mismos que potenciaron la primera no encuentren excusas para la segunda. 

Y la segunda vía pasa por tener buenas conexiones con el talento de otros países, para la tecnología no hay barreras. Y en muchos casos ni siquiera aduanas.

Cada vez son más las grandes tecnológicas que buscan alianzas con las startups. Esta semana D+I les contaba el caso de Google. Sofía Benjumea, la directora de Google for Startups, comentaba el viernes que las startups “son un grupo pequeño, pero tienen un importante efecto multiplicador”.

Su potencial como subcontratación para las multinacionales es cada vez mayor. Las startups como marca blanca de multinacionales generan más seguridad a las empresas medias o grandes. Algunas prefieren tener la supervisión intermedia de una multinacional o al menos la garantía de su marca para contratar productos de startups.

Entrar en esas redes o conectar con redes internacionales de talento capaces de atraer avances de otras zonas del mundo es una de las alternativas a nuestra falta de producción de perfiles tecnológicos.

Incluso es una vía la alianza de tecnológicas a sectores clásicos en los que hemos estado a la vanguardia mundial. Porque generará un crecimiento más rápido de todos. Es el caso de la creación de infraestructuras, donde hace años que somos una potencia.

Cereixal, el primer túnel que hablará con los conductores y les avisará de los peligros gracias al 5G, es un ejemplo claro. Telefónica lidera el proyecto, en colaboración con NokiaInecoStellantis, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) y SICE. El plan consiste en la sensorización y la dotación de cobertura 5G al túnel de Cereixal en la A-6. 

Y entre las vías para la conexión internacional también están iniciativas como la que impulsa la California Spain Chamber, que organiza el 10 de junio el Spain Venture Summit en el mítico valle del silicio. Ocho startups presentarán sus proyectos digitales ante los venture capital de Silicon Valley. Las elegidas este año son Graphext, Psious, Gocleer, Iomed Health, Reloadly, Consentio, ValidatedID y Acqustic.

Por cierto que D+I (Disruptores e Innovadores) será media partner tanto en el Advanced Factories, como en el Silicon Valley Spain Venture Summit. Y lo somos en casi todos los eventos importantes de digitalización que se organizan en España. Y ahora también en Latam y EEUU.

Conclusión. Las empresas y la digitalización no pueden esperar un cambio radical en la educación y las preferencias de los estudiantes.  El ritmo de la administración y de las universidades públicas en este ámbito no avanza con la necesidad del mercado. Las empresas tendrán que buscar sus alternativas para reorientar con rapidez y de forma permanente a sus plantillas. Y enlazar con redes internacionales que les aporten talento. Y las startups y las aceleradoras, generar esa alianza con las grandes tecnológicas.

La administración sí puede al menos generar un efecto llamada a las startups con regulaciones e incentivos, pero que sean más rápidos que la Ley de Startups que llevamos años esperando.

No es mucho pedir a las administraciones. Y si no es demasiado, un último deseo. Que apliquen los millones de fondos Next Generation que se van a quedar en lo público para de verdad facilitar la vida al ciudadano, fijando en la celeridad su gran objetivo. ¿Se atreverán a medir la productividad en lo público? Herramientas tecnológicas para controlarla no les van a faltar... ¿Y por qué no?

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.