Mitad inglés, mitad sevillano, global de los pies a la cabeza, de madre holandesa y padre medio ecuatoriano. Con la ‘grasia’ de la capital andaluza, con el poco comprendido humor anglosajón. Mitad emprendedor, creó quince empresas, mitad business angel, tiene un portfolio de más de 55 startups invertidas.
Tom Horsey, más conocido en el sur por el ‘Michael Robinson’ de los inversores, “el más andaluz de todos los británicos que conozco, cae bien a todos”, definen sus amigos, vive en la plenitud de un rebujito en Feria, omnipresente en la actual versión de los eventos identificados como webinars, ahora es el angel con el que quieren volar todas las startups andaluzas, nacionales, portuguesas y maltesas, porque “encajo con ellas, nos caemos bien, nos ayudamos y somos muy complementarios”.
Bondadoso como ninguno, accede a ser entrevistado 24 horas antes de la publicación de esta columna que esperó hasta el infinito para ser copada por el archiconocido Martin Varsavsky (que esperamos no tarde en contarnos su gran periplo). Nuestro inversor de hoy agota las últimas horas para el anuncio de su primer tramo del fondo de inversión de 40 millones que prometió hace algunos meses, “y que serán en torno a 45”.
Con algo más de nueve millones apalabrados en el inicio de este fundraising, aspira a ejecutar el primer closing por encima de los diez. “Tengo más de 200 inversores candidatos”, trata de convencer a propios y extraños al más puro estilo emprendedor (“Es como hacer una ronda de inversión, pero sin poder jugar con las valoraciones”) de que tiene la fórmula mágica para acompañar ronda tras ronda hasta la victoria final a los que serán los próximos Mox, OpenWebinars, Eva Global o Tuvalum.
Quiere seguir ‘encajando’ como el compañero ideal de los fundadores para aportar su experiencia de emprendedor en serie que tuvo “la gran suerte” de conocer el marketing móvil desde sus inicios en el año 2000. “Él ya hablaba de leads cuando nadie sabía lo que era un CPM o un CPC” comentan sus allegados, y es que Horsey se caracteriza por su gran conocimiento de algunas de las patas que sostienen la innovación: el marketing digital, la movilidad inteligente y la vida digital. “Suscripciones en plataformas B2C”, confirma. Apoyará a sus tesoros invertidos en forma de deck en sus siguientes rondas con tickets de 100.000, 250.000 y finalmente con un millón de euros. La previsión es de otras cincuenta inversiones para los próximos cinco años.
Como buen inversor que se precie ha errado con algunas de sus primeras inversiones que comenzaron en 2010. En su caso, “en la startup que más dinero he invertido”, lo que ha ayudado a focalizar a la perfección sus disparos, a intentar jugar siempre el partido de vuelta en casa, ahora, a ser quien diga la última palabra tras pasar cada deck por su equipo formado por ocho personas. “Nuestro proceso ha ido evolucionando, no alcanzo a ver todos los proyectos que nos llegan, y lo siento mucho cuando un emprendedor me pide 20 minutos, es que no puedo”.
Pero Horsey ya tiene la etiqueta de la excelencia, ya puede hablar de exits y de bombazos. Lo más reciente y exclusivo es que sus más de 14 startups invertidas en 2020 ya han multiplicado su valoración en 1,75 veces. A día de hoy, lleva seis salidas exitosas, una de las cuales le lleva a los altares de los BA nacionales a través de la última milla que conduce a Mox. Startup de la que de tan solo ha hecho una venta parcial de sus acciones, un 2% del 22% total, y que ya le ha reportado un x80 de su inversión inicial.
Mox está liderada por su amigo y compañero -“el gran profesional”- Gregorio López Martos, con el que “encajo muy bien personal y profesionalmente”. La startup facturó en 2020 en torno a los diez millones y para este año, “no es de extrañar que superen los veinte”. Tiene más de 1.000 empleados en nómina, teniendo como clientes a entidad de la talla de Aliexpress, dando trabajo “a gente que quizás, hoy, estarían en paro con una situación complicada”, asevera.
López Martos, se la devuelve con un audio por Whatsapp que muchos quisieran: “Ha sido una persona fundamental en Mox, como amigo y como socio. Cuando entró solo facturábamos 1.000 euros al mes, es un desbloqueador mágico que siempre acierta, una persona maravillosa”. Tom, toma el pañuelo.
Entre las favoritas del portfolio de Horsey también se encuentra OpenWebinars, plataforma de formación para desarrolladores “que se ha revalorizado a lo grande en los últimos meses”. Con Manuel Agudo a la cabeza, esta empresa ha ayudado “a muchos profesionales a conseguir trabajo”. Aquí, Horsey también ha “encajado muy bien” con sus fundadores.
Como con Eva Global, que conduce en la revolucionaria movilidad, otra de sus favoritas, que “hace una labor increíble en asistencia técnica a las instalaciones de carga eléctrica de vehículos”. Ahora son 100 personas, “cuando los conocí eran solo dos”: Donald Hopper y Niina Suuriniemi, “que son como yo, extranjeros que viven entre Fuengirola y el extranjero (en su caso Finlandia)”. Su valoración en apenas seis meses de vida ha subido un x5. “Están creciendo súperbien” puntualiza el business angel.
O Tuvalum “liderada por un gran equipo”, liderado por Alejando Pons e Ismael Labrador, que también pedalea en el sector fetiche de Horsey, vendiendo bicicletas de segunda mano, creciendo como lo hacía Marco Pantani subiendo el Tourmalet.
El ejemplo de encajar con un CEO que tanto repite el Robinson de la inversión, lo experimenta cada día con Miriam Lao, cofundadora y CEO de Sticky Vinilos. “Destaco esta startup por la energía y las ganas que le pone Miriam, las cosas van muy rápido cuando encajas muy bien, con un mensaje tenemos un nuevo país, un nuevo o nuevos producto y mejores resultados”, explica.
“Tom es un activo para Andalucía” reza la gran Rosa Siles, directora gerente de Andalucía Emprende, en un rápido cruce de Whatsapps este miércoles a mediodía tras participar en los ‘Premios de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información 2021’ de las Naciones Unidas. Añade que nuestro referente de hoy en Disruptores e Innovadores “es uno de los business angels más implicados y comprometidos en ayudar con capital y criterio a proyectos de jóvenes con buenas ideas y talento para que sean empresas con gran potencial”. Para Siles, Tom “está siempre que lo necesitas. Es un sí permanente, un jugador de equipo que nos inspira, nos hace reflexionar y es capaz de ver más allá. Para mí es un gran descubrimiento trabajar con él, es fabuloso”, sentencia.
Porque el ecosistema sabe que Horsey es uno de los planetas que mantienen activa la constelación andaluza de la innovación. “La caridad empieza en casa” comenta, para proponer que el primer paso “es crear una cultura emprendedora, algo que aquí es una tarea complicada”. El problema del ecosistema andaluz radica en que “aquí somos mucha gente y el miedo a fracasar es mayor” por lo que es difícil encontrar emprendedores “excéntricos que se atrevan a cometer locuras”. Tan simple como eso, tan razonado como su ‘seseado’ acento inglés, tan claro como la frase lapidaria contra la que lucha el emprendedor y que, como refleja de nuevo, el terror del que nos habla: “No lo hagas hijo mío que te va a salir mal”.
Maravilloso, generoso, buena persona, así definen cuatro fuentes próximas consultadas para este ‘perfil del Inversor” al personaje Tom Horsey, fanático de la comida tailandesa, del curry (la más típica comida británica) y de nadar entre piscinas andaluzas y mares malteses. Según nuestros testimonios, lo que es como profesional lo triplica en su faceta personal, esa bondad por los demás que se la entrega a sus tres hijos, Andrés, María y en especial con su adorado pianista Paul, al que le dedicamos este testimonio sobre la inglesa figura de su padre.