Norberto Mateos, director general de Intel Iberia

Norberto Mateos, director general de Intel Iberia Intel Omicrono

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Intel, abierta a "reconectar" con el ministro Óscar López para materializar proyectos ligados a los chips en España

La multinacional mantiene "conversaciones discretas" con el Ejecutivo y afirma que su alianza con el BSC sigue su curso, aunque sin ofrecer detalles, con una inversión asociada de 400 millones de euros en diez años.

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Tras descartar el año pasado la construcción de una planta de producción de semiconductores en España, Intel mantiene que se están desarrollando conversaciones "discretas" con el gobierno español para colaborar "en otras áreas". Así lo ha asegurado Norberto Mateos, director general de Intel en nuestro país, quien no obstante no puede concretar plazos para constatar alguna novedad al respecto.

"Los elementos necesarios de una cadena de suministro equilibrada a escala global siguen siendo los mismos. Pero ahora primamos que haya una demanda previa en lugar de desplegar capacidad de producción acelerada. Ese el planteamiento que estamos siguiendo en todo el mundo. Pero eso no quita que estemos en conversaciones discretas con el gobierno en otros aspectos y que esperamos que se puedan materializar pronto", explica el ejecutivo. 

En esa misma línea, Mateos reconoce que con el anterior ministro -José Luis Escrivá- había una gran interlocución y "mucho trabajo y predisposición". No ocurre lo mismo con el actual titular de la cartera de Transformación Digital, Óscar López, con quien Norberto Mateos aún no se ha reunido y con quien espera "reconectar" pronto para poder aterrizar esos planes de inversión en nuestro país. "Los semiconductores son la base de la economía digital y España debe estar ahí".

Unas iniciativas que se mantienen dentro de ese plano de discreción absoluta en el que se mueve Norberto Mateos. Al igual que sucede al ser preguntado por la colaboración de Intel con el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), uno de los pocos proyectos regados con el PERTE Chip que se han materializado, a la sazón de 400 millones de euros dedicados a la investigación en semiconductores en diez años.

Sobre este tema, el directivo de Intel se limita a decir que esta colaboración -anunciada hace dos años y de la que no ha habido más actualizaciones públicas- sigue su marcha, que "está en ejecución", aunque no quiere dar fechas concretas para explicar los avances específicos de esta iniciativa.

La relevancia de este debate no es baladí. España carece de ninguna fábrica de semiconductores de un tamaño relevante, lo cual agrava la ya de por sí negativa posición europea en este terreno.

De hecho, Europa ha pasado de ser el fabricante del 44% de los semiconductores del mundo en 1990 a representar solo el 9% en la actualidad. Las previsiones tampoco son optimistas, de acuerdo con los datos de 2021 de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en inglés), en 2030 ese porcentaje descenderá hasta el 8%, una década en la que se consolidarán actores como China (24% del total en 2030), Taiwan (21%) o Corea del Sur (19%) como los principales fabricantes de chips del mundo.

De ahí que surgiera el PERTE Chip, que lo hizo en el marco de la Ley Europea de Chip (Chips Act), anunciada a finales de 2021 por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Una propuesta que aspira a que, en 2030, el 20% de la producción mundial de este tipo de componentes se produzca en nuestro continente.

Un sector intensivo en capital

A la hora de hablar de chips, Intel parece haber perdido algo de la magia de antaño, cuando dominaba este sector con puño de hierro. Ahora NVIDIA se está haciendo de oro con las GPU para entrenar modelos de inteligencia artificial, Qualcomm domina la industria móvil, AMD planta cara en ordenadores y las dos se introducen con cada vez más fuerza en el segmento de los centros de datos.

Para Norberto Mateos, las situaciones de cada una de estas enseñas no es comparable: "Somos los únicos que diseñamos y fabricamos producto, el resto del mercado ha cambiado". Un modelo, intensivo en capital, que requiere inversiones sustanciales no solo para operar, sino también para actualizar las fábricas: "Sabíamos que al elegir este camino tendríamos un periodo de transformación que no gusta demasiado a los inversores".

La reciente salida de Pat Gelsinger como CEO en diciembre marcó un "momento de impasse" para Intel, aunque Mateos asegura que la estrategia de la compañía no ha cambiado: "Hemos replanificado el roadmap y mantenemos el plan de ahorro de costes". Eso significa mantener su estrategia dual: Intel Products, centrada en el diseño de productos, y Foundry, enfocada en la fabricación de los semiconductores para ellos mismos y para terceros.

En ese sentido, Intel espera cumplir con el lanzamiento de productos clave este año, tras reconocer fallos en la ejecución en el pasado. En cuanto a su capacidad de producción, la compañía prevé comenzar a fabricar en volumen chips de 18 nanómetros a finales de año, tras haber superado cinco nodos tecnológicos en solo cuatro años. Sin embargo, Mateos destacó que será necesario reevaluar los próximos pasos.

En el ámbito de la inteligencia artificial, Intel sigue apostando por su integración en dispositivos y entornos empresariales. Mateos estima que, para 2025, habrá 100 millones de PCs con capacidades de IA integradas mediante NPU (neural processing units). Además, destacó la colaboración con AWS en el desarrollo de chips personalizados para aplicaciones de IA.