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Los grandes retos en materia de transformación digital rara vez tienen que ver con la tecnología en sí misma, sino que, en la mayoría de los casos, están relacionados con aspectos organizativos o fuerzas externas que ejercen presiones inusitadas sobre la actividad de los CIO.



Una de esas presiones, quizás la más acusada, es cómo los responsables de tecnología pueden “hacer más con menos”. Así ha quedado patente durante el segundo encuentro presencial de la comunidad CIOS DISRUPTORES, al que acudieron los CIO de algunas de las principales compañías españolas, como Cepsa, ING, MasOrange, Diners Club Spain, Mahou San Miguel, Mapfre, Merlin Properties, Bizum, Hays, Roche o Securitas.



Un estudio de Deloitte indica que el 55% de los líderes tecnológicos están replanteando sus estrategias de inversión para priorizar aquellas tecnologías que ofrezcan un retorno de la inversión (ROI) más rápido y tangible, como la automatización de procesos y el uso estratégico de la nube híbrida.



Estas tecnologías, si bien no eliminan la necesidad de invertir en innovación, permiten a las empresas mejorar su eficiencia operativa y acelerar la entrega de valor.

“En este contexto, es fundamental contar con socios de confianza que nos ayuden a avanzar, mencionaba María Antonia Rodríguez, directora general de Dell Technologies en España, durante la selecta cita en el Real Observatorio de Madrid. “La colaboración y la puesta en común de objetivos es clave para la adopción de nuevas tecnologías”, añadía la directiva. 

María Antonia Rodríguez, directora general de Dell Technologies en España, dando la bienvenida a los asistentes en el segundo encuentro de la comunidad CIOS DISRUPTORES. Rodrigo Míguez

Sin embargo, como explicó Arturo Moncada, CEO de SCC, “los CIO tienen grandes retos: la seguridad, la regulación, la formación de equipos y la inversión estratégica en innovación. Ya no somos solo un centro de costes, sino parte activa en la estrategia y cultura del negocio”.

Un desafío, el de equilibrar la creciente demanda tecnológica con la necesidad de optimizar el uso de los recursos disponibles, que no siempre se ve satisfecho, ya que los presupuestos no siempre crecen al mismo ritmo que las necesidades tecnológicas.

IA, motor del cambio

La IA es uno de los principales motores del cambio en la gestión de la TI. Según McKinsey, se espera que esta tecnología genere un impacto económico global de entre 9,5 y 15,4 billones de dólares anuales para 2030. No obstante, este potencial implica una inversión inicial considerable en infraestructura, talento especializado y plataformas de IA, lo que obliga a los CIO a repensar sus estrategias para aumentar el valor de cada euro invertido.

“Uno de los grandes retos sigue siendo el talento”, apuntó Paloma Herranz, directora de ventas de infraestructura de Ricoh. “Estamos compitiendo por profesionales especializados en IA y otras tecnologías emergentes, pero la ciberseguridad, la adopción de la nube y la democratización de los datos también están en nuestra lista de prioridades”.



En este contexto, la adopción de tecnologías como el multicloud, que permite una mayor flexibilidad y ahorro de costes operativos, se está consolidando como una de las principales soluciones para los responsables de la tecnología.

Como añadió Javier Sánchez, director comercial para el sector público de Dell Technologies, “la capacidad de adaptación al cambio es lo que determinará el éxito de las organizaciones en los próximos años. La ciberseguridad es uno de los grandes retos, pero también estamos viendo un aumento en el uso de inteligencia artificial para mejorar procesos. Al mismo tiempo, la regulación y la sostenibilidad están tomando un papel central en nuestras estrategias”.

Modelos 'as a service'

La tendencia hacia modelos as-a-service también está marcando una diferencia clave en la forma en que las empresas abordan la innovación con presupuestos limitados. De acuerdo con IDC, para 2026, el 80% de las organizaciones habrán migrado al menos el 60% de su infraestructura a modelos as-a-service, lo que les permitirá reducir el gasto en hardware y mejorar la eficiencia operativa.“El modelo de pago por uso es clave para optimizar el aprovechamiento de la tecnología, implementado en el momento y lugar adecuado”, remarcó Herranz.

Por su parte, Moncada recordó que “al principio, el enfoque as-a-service generó cierta resistencia entre los responsables tecnológicos, ya que implicaba un cambio radical en la gestión de las cargas de trabajo. Sin embargo, hoy en día es impensable no utilizar este enfoque”.

Alberto Iglesias Fraga, de DISRUPTORES - El Español; Arturo Moncada, director general de SCC; Paloma Herranz, directora de ventas de IPM; y Javier Sánchez, director comercial para el sector público de Dell Technologies. Rodrigo Míguez

“Nos ofrece la flexibilidad necesaria para personalizar nuestras soluciones tecnológicas y adaptarlas a las necesidades específicas de cada empresa, algo que sería inviable con una infraestructura puramente local”, añade. 

Este cambio no solo permite una mayor escalabilidad, sino que también ofrece a los CIO una forma más ágil de adaptarse a las fluctuaciones del mercado y a las demandas internas sin incurrir en inversiones masivas. En este sentido, Sánchez subrayó que en la actualidad diseñan modelos híbridos que combinan lo mejor de la nube pública y la privada.

“Esto permite a las organizaciones una escalabilidad y flexibilidad que, hace apenas unos años, era impensable. Lo importante es entender que no hay una solución única para todos, cada organización debe encontrar el equilibrio adecuado entre eficiencia, seguridad y coste”, concluyó.

Durante este encuentro exclusivo quedó patente que la capacidad de adaptación, la gestión del talento y la implementación estratégica de tecnologías emergentes serán los pilares sobre los que las empresas tendrán que construir sus estrategias en transformación digital en los próximos años.