La llegada de ChatGPT en octubre del año pasado a nuestras vidas ha supuesto toda una revolución en el sector tecnológico. No en vano, fue la primera inteligencia artificial generativa que rompió las barreras de los laboratorios y se democratizó; la misma tecnología que consiguió elevar a debate público el uso responsable de la IA o que ha hecho despertar las cotizaciones de muchas empresas del sector tras el letargo posterior a la pandemia.
Una tecnología, la IA generativa, que ha despertado la curiosidad de todas las empresas del mundo... aunque sin saber exactamente para qué pueden utilizar sus capacidades. Precisamente esa búsqueda de casos de uso es esencial para la consolidación de estas soluciones, con lo que muchos actores están buscando ahí la oportunidad para hacerse un hueco en este nicho de mercado en auge.
Es el caso de Amazon Web Services, el coloso de la nube pública que dirige Adam Selipsky (con quien mantuvimos una entrevista en exclusiva recientemente). La compañía ha visto como el interés por incorporar la IA generativa se disparaba entre sus clientes y ha decidido poner su conocimiento en automatización e inteligencia artificial al servicio de esta nueva tendencia.
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La materialización es un nuevo centro, denominado AWS Generative AI Innovation Center, que estará dotado con 100 millones de dólares. Así lo puede adelantar este D+I - EL ESPAÑOL, al igual que el nombramiento de Sri Elaprolu como su director, la persona que llevaba cinco años liderando el equipo de 'machine learning' de la filial de Amazon.
Se trata de un programa a escala global, con miembros del equipo repartidos por todo el globo. Desde AWS no concretan a este medio cuántos profesionales formarán parte de ese grupo de trabajo.
Lo que sí desliza el propio Elaprolu es que el centro ya estaría en funcionamiento para algunos de sus primeros clientes, alrededor de un centenar de empresas, incluyendo la japonesa Ricoh (para la creación de propuestas comerciales) y el canal de televisión FOX (donde los espacios deportivos usan IA generativa para convertir las estadísticas de cada jugador en textos en lenguaje natural que puede compartir el comentarista en directo).
El funcionamiento del nuevo centro
Las miras iniciales de este centro estarán puestas en esas mismas compañías que "llevan seis meses pidiendo ayuda y acompañamiento" en la implementación de inteligencia artificial generativa. En una variedad de sectores tan amplia como la vida misma: finanzas, salud, entretenimiento, automoción, industria, energía y telecomunicaciones.
Para ello, AWS va a implementar una metodología en tres fases de cada uno de los proyectos de IA generativa con que trabaje; muy similar al del desarrollo e implementación de cualquier otra tecnología.
Así, en una primera instancia será un equipo de estrategas los que combinen las necesidades de negocio con las tecnologías disponibles, buscando los tan ansiados casos de uso. Posteriormente pasaríamos a la elaboración de pruebas de concepto que demuestren su viabilidad, rendimiento y utilidad. Por último, llegaría la fase de producción y escalado de la solución.
Más allá de Amazon Bedrock
La creación de este centro no es el primer paso que AWS da para subirse a la ola de la inteligencia artificial generativa. A principios de curso, la firma estadounidense ya presentó en sociedad Amazon Bedrock, una plataforma que permite a sus clientes crear aplicaciones de este tipo sobre la tecnología propia de esta casa y la de algunas startups.
En concreto, Amazon Bedrock se configura a partir de un gran modelo fundacional -Titan- sobre el que se proporciona acceso tanto a modelos de IA generativa bien conocidos -como Stability AI (responsable de Stable Difussion), Claude (de Anthropic) o Jurassic-2 (AI21 Labs)- como a modelos de la misma AWS, incluyendo Titan Tex, para crear texto a partir de instrucciones, y Text Embeddings, para traducciones y búsquedas.