Las sesiones plenarias son el corazón de cualquier conferencia, el momento en que sus altos directivos saltan al escenario y dan a conocer los anuncios más relevantes de la cita. Dreamforce, el gran evento del gigante del CRM Salesforce, no es una excepción: Marc Benioff, su fundador, presidente y coCEO, aprovecharía esa ocasión para trazar la hoja de ruta de la multinacional ante las 40.000 personas que se congregan presencialmente en San Francisco con tal pretexto.
Se da la particularidad de que esta edición, la de 2022, es también la vigésima que se celebra de este congreso. Dos décadas en que Salesforce pasó de ser un incipiente y disruptor actor en el no menos bullicioso mercado de la relación con los clientes a consolidar su modelo en la nube como el paradigma por defecto para el resto de sus rivales, a que Benioff se enfrentara a su antaño mentor Larry Ellison (Oracle) o a construir la mayor torre de toda la bahía de San Francisco.
Con todo ello, había mucha expectación por escuchar a Benioff y a su ahora compañero de fatigas, Bret Taylor. La cosa no sería tan sencilla. La sesión plenaria comenzó en tiempos, pero había que pasar por el ritual de unos cantos y bailes folclóricos, ya habituales en las apariciones de Salesforce. Quince minutos más tarde parecía todo encaminado a comenzar con esos mensajes corporativos, pero Lenny Kravitz tuvo a bien dar un pequeño concierto para la audiencia. A propósito, en los siguientes días se espera que se acerquen por aquí Bono (cantante de U2), el actor Matthew McConaughey, el activista y exvicepresidente Al Gore o la estudiosa de los chimpancés Jane Goodall.
No es un festival, aunque la decoración recreando bosques y entornos naturales invitan asimismo a caer en esa confusión. El mensaje de sostenibilidad, tan solicitado por la industria tecnológica en estos momentos, busca su espacio y tiempo en Dreamforce. Y lo consigue: el resto de la primera hora de 'keynote' se destinó a hablar de ello.
Corrían ya las once y veinte en hora local cuando Marc Benioff y Bret Taylor comenzaron a esbozar esa ansiada hoja de ruta de la compañía. Por lo pronto, recordaron lo mucho que ha cambiado Salesforce desde 1999, cuando construyó su plataforma de ventas en la nube. Siguieron pasos decididos en la capa de recursos humanos, de movilidad, analítica de datos, inteligencia artificial (Einstein), internet de las cosas, su propia nube (Hyperforce) o la colaboración (Slack).
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Taylor admitió en su intervención, ya sin Benioff a su vera, que veremos multiplicar por dos el número de datos en 2026, con cada empresa trabajando con una media de 976 diferentes aplicaciones. Una complejidad extraordinaria en la que Salesforce quiere consolidarse como el epicentro de actuación, el eje gravitacional de todo lo que fluye a través de una organización.
Unificación e integración en tiempo real
Más allá del 'show' de Benioff y Taylor, la primera jornada de Dreamforce 2022 ha dejado tras de sí algunas novedades en la cartera de productos y servicios de la enseña estadounidense. Si bien no destaca un gran lanzamiento ni una propuesta de nuevo cuño, disruptiva por su naturaleza, lo cierto es que estamos ante pequeñas mejoras incrementales encaminadas a un propósito muy claro: avanzar en la integración de los distintos componentes que conforman la antaño monolítica oferta de Salesforce.
En ese sentido, la casa de Benioff ha dado a conocer una nueva plataforma -denominada humildemente Genie- cuya concepción pasa por unificar los datos de los clientes y sus interacciones en cualquier canal para, así, crear un único perfil de cliente que permita automatizar, dotar de inteligencia y optimizar la experiencia digital.
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Aunque la firma defiende que se trata de "la mayor innovación de la plataforma Salesforce en las últimas dos décadas", en realidad no constituye ningún salto revolucionario, sino un paso adelante -muy necesario, no cabe duda-para ofrecer mejores analíticas y capacidades predictivas al instante. Una viva prueba del valor de la innovación evolutiva frente a la disrupción exponencial, por mucho que desde el punto de vista mediático se nos quede algo coja la pieza.
Eso por el lado de las plataformas de Salesforce en los terrenos de marketing, atención al cliente o el puro CRM que tantas alegrías le ha dado a la multinacional. Pero esa visión hacia la unificación y la integración también se refleja en una de sus grandes apuestas, la milmillonaria adquisición de Slack.
Aquí lo que nos encontramos es una actualización de Slack para impulsar su solución Canvas, una suerte de sede digital que busca aunar los entornos de teletrabajo y de oficina, complementando la colaboración lineal con un repositorio constante de conocimiento. Pero lo más relevante viene a renglón seguido: Salesforce ha reforzado la extracción de datos de Customer 360 desde Slack. Así, y cito textualmente el comunicado de la compañía, "los equipos pueden ofrecer los datos que los empleados necesitan desde sus sistemas de registro a Canvas, así como automatizar los flujos de trabajo críticos para el negocio con botones y formularios".
Integración con WhatsApp.
En paralelo a los anuncios de Marc Benioff en el escenario del Moscone Center de San Francisco, Meta hacía pública una nueva integración con la plataforma de Salesforce. En concreto, la matriz de Facebook permitirá que las capacidades de su API de WhatsApp Cloud estén disponibles para todos los clientes de Salesforce a nivel mundial, ofreciendo experiencias directamente en WhatsApp y pudiendo gestionarlas a través de la plataforma Salesforce Customer 360.
Uno de sus primeros clientes conjuntos ha sido L'Oreal, que emplea esta combinación de tecnologías para volver a conectar con los clientes que habían dejado previamente artículos en un carrito de compra enviándoles cupones de descuento directamente desde un chat.