La pandemia de la covid-19 ha ejercido como acelerante para la implementación de la transformación digital que está penetrando de forma transversal en todos los ámbitos de la sociedad y la economía actual.
La eclosión de servicios digitales aplicados al sector sanitario se convierte en una de las líneas tecnológicas con mayor potencial de esta nueva economía en construcción, ámbito en el que España parte desde una posición aventajada.
Según revela la Encuesta de salud digital y sector farmacéutico 2021 de Accenture, la digitalización ha venido para quedarse, "siempre y cuando aporte un valor adicional para los pacientes y los profesionales sanitarios".
"Es aquí donde es importante analizar qué es lo que estos colectivos necesitan para poder hacer las inversiones adecuadas para que realmente se incremente la satisfacción, como otros factores más relacionados con la productividad y eficiencia que, al final, es lo que piden nuestros encuestados".
Así lo explica a D+I Luisa Bautista, Managing Director del sector Salud de Accenture en España, Portugal e Israel.
Insiste: "Los resultados muestran que las personas utilizarán más servicios digitales si ven un beneficio para su enfermedad o para avanzar en el estudio de las mismas".
Según la encuesta de Accenture, los españoles se sitúan entre los ciudadanos europeos más proclives a aceptar el uso de estas nuevas tecnologías en los servicios sanitarios que requieren. Sin embargo, el avance de lo digital en estas áreas no supone un retroceso del factor humano, sino todo lo contrario.
Para que la experiencia sanitaria mejore de la mano de las tecnologías digitales es imprescindible "el apoyo empático y la comunicación clara de los profesionales". De hecho, la confianza del paciente en el sistema sanitario que le brinda esta digitalización de servicios es una de las claves para su elección.
"La confianza es un factor que se debe tener en cuenta para construir un sistema sanitario digitalizado y eficiente. Los actores de todo el ecosistema deben asegurarse de establecer una relación de confianza con el paciente para que sus esfuerzos de mejora de la asistencia sanitaria den sus frutos", explica Núria Sabaté Franch, Managing Director del sector Farmacéutico de Accenture en España, Portugal e Israel.
Confianza en la IA y el aprendizaje automático
El uso de las tecnologías digitales en materia de salud está muy extendido en España, especialmente en comparación con otros países europeos. Según la encuesta, tan solo un 25% de los españoles no utilizó ninguna tecnología digital para gestionar su salud en el último año, mientras que ese porcentaje asciende al 36% en el resto del mundo.
Incluso aquellas personas que no han probado los servicios sanitarios digitalizados, como las citas virtuales o la gestión de citas, están abiertas a probarlos, según indica Accenture en su estudio.
Con respecto a tecnologías concretas, los encuestados españoles muestran especial confianza en el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático (Machine Learning) en la atención sanitaria.
Las cifras hablan por sí solas. El 64% de los encuestados se siente cómodo con un médico que utiliza la inteligencia artificial y el machine learning con fines administrativos y el 55% por ciento también demuestra esa confianza con los médicos que utilizan estas tecnologías punteras para ayudar en el diagnóstico o en las decisiones de tratamiento.
En este contexto, los proveedores de salud digital pueden fomentar el uso de las tecnologías digitales poniendo el acento en cuatro puntos prioritarios. Primero, es fundamental hacer hincapié en sus ventajas y, en especial, en la eficiencia. Y es que al menos un tercio de los españoles están dispuestos a contactar virtualmente con su médico para ahorrar tiempo (38%).
En segundo lugar, el factor que más animaría a los encuestados españoles a utilizar tecnologías digitales para gestionar su salud es que se lo haya recomendado un profesional sanitario. De ahí que los proveedores de salud digital deban instruir a sus pacientes en el uso de estas nuevas herramientas.
En tercer lugar, para que las personas comiencen a utilizar tecnologías sanitarias digitales, los beneficios deben ser claros y repercutir en mejoras en su salud en general.
Por último, el proveedor de salud digital debe tener en cuenta que la pandemia ha disparado la preocupación de los usuarios por la ciberseguridad y la protección de sus datos. También, lógicamente, en el área de la ehealth.
Donde viene la dificultad es cómo se consigue esa certidumbre en unos datos tan relevantes y privados como el historial médico de un paciente y aquí es donde la tecnología soporta garantizar la máxima seguridad posible y el propósito del uso de estos datos.
En este sentido, según la encuesta de Accenture, los encuestados españoles son un poco más propensos que sus homólogos de todo el mundo a afirmar que la pandemia les hizo plantearse el valor de su información personal de salud para avanzar en la investigación -61% frente al 55% en el conjunto mundial-.
La importancia de la protección de datos
"Es evidente que hay que dar confianza a los ciudadanos/pacientes que esa información se tratará de manera adecuada, con el grado de granularidad que permita avanzar en campos como la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y servicios a pacientes, etc. pero siempre con garantías que prevén las leyes de protección de datos".
"Sin esa confianza, las ventajas de tener disponibles bases de datos federadas no se cumplirán y por tanto, perderemos opciones de avances más rápidos y eficientes de los que todos nos podemos beneficiar: los pacientes con tratamientos más adecuados, los profesionales sanitarios facilitando su trabajo, sistema sanitario con tratamientos más eficientes y eficaces y las farmacéuticas acelerando los procesos de investigación y desarrollo", argumenta desde Accenture Luisa Bautista.
Llegados a este punto, la encuesta de Accenture pone el acento en que la confianza debe situarse en el centro de todos los esfuerzos a la hora de edificar el futuro de la atención sanitaria y en este camino los proveedores de atención sanitaria convencionales -farmacéuticos, proveedores médicos y hospitales- desempeñan un papel determinante.
Cuando se trata de sus necesidades sanitarias graves, los encuestados españoles son más propensos que otros a confiar en su farmacia -54% frente al 45% a nivel mundial- y se sienten cómodos con las visitas en persona a su médico -48 % en España y globalmente-.
El papel de las farmacéuticas para recuperar la confianza
Mientras tanto, la confianza en otros proveedores ha disminuido sustancialmente en nuestro país desde antes de la pandemia -en concreto, la confianza en la industria farmacéutica, las aseguradoras de salud y las compañías tecnológicas es especialmente baja-, lo que ha creado un posible obstáculo para levantar un sistema de salud más eficiente.
Por este motivo, las farmacéuticas pueden impulsar la confianza, dado que, aunque la desconfianza sea un desafío en España, la población está abierta a cambiar de opinión con respecto a la industria farmacéutica, especialmente si ve una mayor transparencia, comunicación y mejores resultados de salud, indica desde Accenture Núria Sabaté Franch.