Comencemos por lo obvio: 2020 fue un año que nos sorprendió a todos, que obligó a reaccionar de formas improvisadas y, también, forzó a que muchos planes de futuro se quedaran en un cajón a la espera de constatar cuál sería esa manida 'nueva normalidad' que nos aguardaba. Obvio también que esa situación no sólo la vivimos las personas de carne y hueso, sino también las empresas. Y, tercera obviedad, el sector tecnológico no fue una excepción.
Sin embargo, con 2021 la situación cobraba un color diferente. Por lo pronto, a ratos vemos la luz al final del túnel (aunque ola tras ola de la pandemia volvamos a caer en el abismo). Y ha pasado el tiempo suficiente para que las compañías vuelvan a rescatar esas inversiones y estrategias guardadas en la nevera y las pusieran en marcha con los recursos que tampoco se gastaron el año pasado.
Por eso sorprendía cuando, este enero, la firma de análisis IDC daba unas previsiones de crecimiento casi planas para el gasto en tecnología en nuestro país. Estimaba esta casa unos 44.900 millones de euros en esta clase de partidas y una tasa de crecimiento hasta 2024 de apenas el 0,6%.
Esos datos obviamente han quedado atrás y la propia consultora ha actualizado sus números para reflejar un espectacular incremento del 4,4% en el gasto TIC de nuestro país, hasta los 47.800 millones de euros durante 2021. También ha modificado al alza la tasa para los próximos años, hasta el 1,9%.
"Se han liberado muchos de los fondos paralizados en 2020 para atender prioridades de continuidad de negocio y mejora de eficiencia. Ahora pueden gastar ese dinero en dotarse de resiliencia empresarial y tecnológica. Por otro lado, se sigue viendo un crecimiento sostenido del gasto en 'cloud' que es ya el principal vector de desarrollo de la digitalización en las organizaciones y arrastra la inversión en TIC. Y, por último, hay un cierto estímulo procedente de la tormenta perfecta de financiación que se avecina con los fondos europeos", ha explicado José Antonio Cano, director de Análisis de IDC España.
Como ha confesado Cano, la casa de investigación ya preveía muchos de estos factores a comienzos de año, pero su metodología les impedía incluir este 'hype' sin datos o tendencias concretas. Recordemos que, en enero, apenas se sabía nada de la distribución de los 140.000 millones de euros de los Next Generation EU y mucho menos sobre la evolución de la covid-19 a lo largo del curso.
Despegue generalizado
Que había ganas de coger este año lo demuestra el despegue generalizado que se está viendo de la inversión en todas y cada una de las patas que componen el heterogéneo mercado tecnológico. Incluso algunas de las que siempre muestran cifras negativas o planas, como el segmento de dispositivos, experimenta un fuerte crecimiento este curso.
Empecemos por estos últimos. La inversión de dispositivos crecerá un 13,8% respecto a 2020, con dos principales impulsores: el despegue de los smartphones con 5G y la subida espectacular de precios que ha motivado la crisis de los semiconductores, que eleva el tradicional mercado de PC más de un 30% año a año.
"Se está priorizando la oferta para dar respuesta a toda la demanda, pero esa situación está provocando estos resultados anómalos. Esperamos que la situación se normalice a finales de este año o principios de 2022", añade el analista de IDC.
También suben con notables números las parcelas del software (+4,7%, con las herramientas colaborativas todavía como grandes estrellas) y de los servicios (+3,4%, con auges tanto de la externalización de tareas como de soporte y formación).
Pero el verdadero protagonista de este mercado digital, como ya adelantaba José Antonio Cano, es la nube. Este segmento crece un 27,6% a hombros de la "búsqueda de agilidad empresarial y la modernización y racionalización de aplicaciones heredadas para adaptar estas apps a un concepto más actual".
En concreto, la nube pública moverá este año nada menos que 2.250 millones de euros, de los que la mayor parte (1.465 millones) se corresponde a la capa de software como servicio. Es la pata más madura del negocio 'cloud' y, como tal, también es la que experimenta un incremento menor... si es que hablar de tasas del 16% puede tildarse de tal modo.
Doblan e incluso triplican esos porcentajes de crecimiento los otros dos pilares del mercado 'cloud': el gasto en infraestructura como servicio (IaaS) ascenderá a 446,52 millones de euros este 2021 y las plataformas como servicio (PaaS) harán lo propio hasta los 339,04 millones.
Ciberseguridad como telón de fondo
Con todo ello, no podemos dejar de lado el telón de fondo imprescindible que configura la ciberseguridad para que la transformación digital sea una realidad tangible. En ese sentido, la actualización de IDC también da alas a este segmento de negocio, pasando de una estimación inicial de 1.324 millones de euros en enero a los actuales 1.586 millones.
Esto supone hablar de un incremento entre 2021 y 2020 del 9,7% -frente al 8,1% previsto inicialmente-, con la adopción de Secure Access Service Edge (SASE), los servicios gestionados y de integración o la gestión de identidades como principales tractores.