Robots con más movilidad y el agarre de un lagarto
La robótica se normaliza en la industria. La Global Robot Expo 2019 crece un 30% respecto al año pasado, con presencia de 200 empresas, el congreso WeAreCobots y la entrega de sus primeros premios a la innovación
13 mayo, 2019 07:00No es difícil imaginar que el robot pueda producir ternura. Son entes cada vez más cercanos. Basta con suponer que se le añade un sistema de voz a ese brazo con una decena de articulaciones de Universal Robots, omnipresente en el espacio WeAreCobots (reuniendo 25 empresas y un congreso) de la cuarta edición de Global Robot Expo. No es complicado. Algunos de los expositores y conferenciantes mostraban uno trabajando sobre una mesa, desde lo alto de un arco de perfiles, en un carrito portátil o atornillando por debajo las piezas más difíciles en una cadena de montaje de coches.
Ahora, con esa voz recién añadida, prográmenle algún suspiro de vez en cuando, para recordar que está ‘colaborando’ con los empleados de la factoría; algún quejido lastimero porque le toca a él hacerlo todo; o una protesta neutra, por exceso de calor en su sensor de temperatura… ¿Podría parecer humano un brazo metálico?
La gran feria de la robótica, celebrada en Ifema (Madrid), refleja los mundos y las percepciones tan distantes que existen entre el momento actual de estas tecnologías, en crecimiento (un 30% más de espacio en la feria que el año pasado, más de 200 empresas presentes), y lo que se adivina que está en camino.
"El futuro es que las máquinas van a pensar y hablar entre ellas", afirma desde el escenario principal del congreso Macarena Estévez, socia de Deloitte, que observa la evolución de la inteligencia artificial. Todavía es visible la diferencia real entre sistema robótico y sistemas inteligentes.
Estévez hace pedagogía sobre analítica predictiva, machine learning y deep learning, fast data y realtime, e inteligencia cognitiva. Explica cómo, a partir de un análisis de emails dentro de una empresa -limitándose a registrar quién envía correos a quién, no los contenidos- se puede detectar quiénes son líderes naturales en la compañía, que pueden ayudar a diseminar ideas, a comunicar internamente… Pero también advierte sobre la interacción humana con las máquinas: "Sólo hay comunicación en tiempo real cuando la máquina habla con la máquina". Cuando la máquina habla con personas, las velocidades son diferentes. Todo se ralentiza.
Al otro lado de la cortina, las carretillas autónomas pasean sus cargamentos por la exposición y se ofrecen cálculos para demostrar que el retorno de inversión en un cobot (por ahorro de costes, sin contar el probable aumento de producción y posibles subvenciones) se debe planificar razonablemente a 18 meses. Es un ROI casi ‘instantáneo’ para un dispositivo que luego seguirá trabajando durante mucho tiempo más.
Es tiempo de helicópteros y drones, como el de UAV Instruments, partner de CartoGalicia, con una envergadura de 2,20 metros de alas cubiertas de paneles solares, capaz de mantenerse con ellos hasta tres horas y media en vuelo.
También hay un espacio para las emociones, viendo cómo una persona en silla de ruedas se pone en pie, embutida en un exoesqueleto de Rebiotex, y pasea apoyándose en unas muletas. A pocos metros, Technaid ofrece sus propios exoesqueletos de rehabilitación y de trabajo.
Premios
La robótica se asienta en el terreno de la industria, bastante alejada este año de la imagen publicitaria del humanoide mecánico sobre dos piernas. Y se normaliza con la primera edición de los GR-EX Innovation Awards, en cuatro categorías: industria, robótica, inteligencia artificial y aeroespacial.
En esta ocasión de estreno los premiados han sido: la plataforma RB3 de Qualcomm Robotics, en la categoría de inteligencia artificial; el avión de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) de Prades I+D, en la modalidad de Aeroespace; OnRobot, en la categoría de Robotics por Gecko Gripper, un sistema de agarre adhesivo que imita al lagarto, utilizando millones de microscópicos pedúnculos fibrilares que se adhieren a la superficie, generando potentes fuerzas de an der Waals (el mismo principio que emplea el geco para trepar), la pinza es capaz de levantar y depositar materiales con orificios o piezas de trabajo porosas; y Kivnon, en industria, por el proyecto K41 Slim, un vehículo de guiado automático (AGV) que combina la elevación de carga con una capacidad de hasta una tonelada con un movimiento omnidireccional.
Y así la robótica se acerca a lo cotidiano, mientras Macarena Estévez deja otro recado a los entusiastas de la vida moderna: "Pensé hacer medicina, pero desistí porque había que seguir aprendiendo toda la vida. Ahora, si eres matemático o ingeniero, cuenta con que tendrás que estudiar hasta que te mueras".