Fiturtechy 2025

Fiturtechy 2025 N. Hernández

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Fitur 2025: la dimensión digital que tarda en llegar y redefenir el turismo español de 'sol y playa'

"El desarrollo tecnológico debe ser accesible para que las pymes del sector lo incorporen a sus operaciones", defendió el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en Fiturtechy.

Más información: Destinos inteligentes: las 'smart cities' redefinen el modelo turístico español

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Desde el pasado miércoles se celebra en Madrid una de las ferias de turismo que más profesionales y público atrae de todo el mundo. Casi sobran las presentaciones. Hace tiempo que Fitur es una referencia en el sector turístico. Hoy cierra las puertas su 45ª edición tras cinco días de ajetreo, mucho ajetreo. Porque a esta feria se viene a recorrer el mundo, aunque sea en un viaje metafórico. 

Ni la lluvia incesante que caía en la capital los primeros días, ni las largas colas, han disuadido a los 275.000 visitantes estimados por la organización a hacer negocios, curiosear y pasear por los 12 pabellones del recinto donde les esperaban 156 países, cerca de 884 expositores y 9.500 empresas.

El sábado y el domingo los viajeros son el gran público. De miércoles a viernes los profesionales son quienes llegan ávidos de mostrar y descubrir qué hay de nuevo en una industria que ha recuperado el pulso después de arrastrar durante varios años las consecuencias de la pandemia. 

Este nuevo despertar no es para menos si se tiene en cuenta que, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2023 el turismo internacional generó ingresos de aproximadamente 1,8 billones de dólares estadounidenses (1,6 billones de euros), incluyendo el transporte de pasajeros, y supuso el 3% del PIB global. Se espera que en 2024 llegue al 10%.

A la mejora del impacto económico, tras un periodo de profunda crisis, han contribuido varios factores sociosanitarios, pero también un componente que hasta ese momento muchas compañías habían ignorado: la digitalización. Un proceso que ha demostrado que ha de incorporarse a la estrategia de cualquier compañía si quiere despuntar en un mercado tan competitivo como este. 

La dimensión digital que tarda en llegar

Los organizadores de Fitur llevan más de una década confiando en el poder transformador e impulsor de la tecnología y la innovación en un sector que, hasta hace poco, parecía reacio a su adopción. La acogieron en colaboración con el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) en un espacio que este año celebra su 17ª edición: Fiturtechy, donde convergen las últimas tendencias en inteligencia artificial, robótica y sostenibilidad aplicada al turismo.

Una constancia que es de alabar, pero que también da muestra del largo camino que falta por recorrer (salvo loables excepciones), si esas innovaciones hay que agruparlas en un lugar común para aquellos que tengan un interés específico en ellas.  Eso sí, rodeado de grandes marcas españolas como Iberia, Renfe, Meliá y Paradores que, indudablemente, concentraban grandes cantidades de visitantes, y seguramente algunos de ellos se dejaron caer por la zona más tecnológica de la feria. 

El Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en Fiturtechy 2025.

El Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en Fiturtechy 2025.

Fue precisamente allí, donde el Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, intervino durante la segunda jornada. Subrayó la importancia de diversificar la oferta turística de España, destacando que "el motor que nos dio fuerza, el turismo de sol y playa, debe complementarse con nuevas propuestas innovadoras".

Hereu hizo hincapié en que la tecnología no debe verse como un fin en sí mismo, sino como una herramienta transformadora. "El mejor elogio es reconocerla como un medio para conseguir sostenibilidad social y eficiencia en el uso de recursos. Gracias a ella, cualquier persona del mundo puede disfrutar de experiencias turísticas acompañadas de una dimensión digital que potencia el viaje", afirmó.

También destacó el papel crucial de las pymes en este proceso: "El desarrollo tecnológico debe ser accesible para que las pequeñas y medianas empresas lo incorporen a sus operaciones, convirtiendo nuestras ciudades en destinos inteligentes". Para el ministro, el turismo es un sector tan innovador como cualquier otro, y esto debe comunicarse a una sociedad que a menudo subestima su capacidad de incorporar valor añadido.

Enfatizó el impacto del turismo en la reindustrialización de España y la necesidad de persistir en la tecnificación del sector: "El turismo es innovación y es fundamental contarlo. Nos jugamos mucho como país, y el mundo está pendiente de lo que ocurre en España, donde el año pasado recibimos a 94 millones de visitantes".

IA, robots y exoesqueletos

Este año, las conferencias y paneles de Fiturtechy se organizaron en torno a cuatro grandes foros: Techynegocio, Techyfuturo, Techydestino y Techysostenibilidad. En cada uno de ellos se discutieron temas clave, desde la inteligencia artificial hasta la sostenibilidad, pasando por la digitalización de destinos y la creación de experiencias inmersivas. La mayoría despertaron el interés de un público que apenas dejaba sillas libres dispuestas delante de cada uno los escenarios. 

Junto a ellos, pequeños expositores con proyectos como plataformas de gestión hotelera, para mejorar procesos; soluciones avanzadas de análisis de datos, confirmando que la inteligencia artificial es una gran alidada para esta industria; o experiencias inmersivas, que demostraban cómo la tecnología es capaz de transformar la forma en la que viajamos. Tampoco faltaron los ejemplos de cómo puede ser un gran aliado de la sostenibilidad, como los generadores de agua mineralizada o los suelos fotovoltaicos. 

La novedad de esta edición ha sido la ampliación del Techyhotel. Un espacio de 250 m2 donde reunieron aplicaciones de IA, robótica o automaciones en el ámbito hotelero. No faltaba la realidad virtual, avatares con los que se podía interactuar en tiempo real ni, por supuesto, robots que desempañaban diferentes tareas como servir un café o llevar una maleta. 

Todo ello con recreaciones que pretendían trasladar al visitante al mundo del cuento de ‘Las mil y una noches’. Un recorrido que comenzaba en el ‘Zoco de las tecnologías’, con gafas Ray-Ban Meta incluidas; y continuaba en ‘El palacio del Sultán’, con un exoesqueleto para prevenir lesiones de los trabajadores

Para seguir en ‘La ciudad del Bagdad’, con robots de limpieza; pasar a ‘El mar de los Genios’, con soluciones para personas con dificultades físicas o sensoriales; y, por último, ‘La cueva de Alí Babá’, con propuestas futuristas como los controles por voz. 

En los pasillos, las conversaciones se sucedían mientras los asistentes se movían entre zonas de descanso y espacios de reuniones a rebosar. Fuera, tras días de una lluvia sin tregua, las nubes empezaban a abrirse y volvía a lucir un tímido sol. Un recordatorio de que, aunque la tecnología puede revolucionar la industria turística, hay placeres que siguen escapando a su control.