Así centraliza el BBVA el desarrollo de sus canales digitales y entrega nuevas funciones seis meses antes
BBVA impulsó en 2021 su programa de transformación digital Horizon, que unifica la forma de desarrollar plataformas tecnológicas y crea un modelo de datos único en todo el mundo.
12 septiembre, 2024 02:12Para un banco del tamaño del BBVA, gestionar sus plataformas digitales puede ser toda una odisea. Empecemos por todas las infraestructuras tecnológicas heredadas, sigamos por la disparidad de aplicaciones en cada uno de los países en que opera y culminemos por la falta de flexibilidad de una corporación tan ingente: el diagnóstico no es nada halagüeño.
Para resolver esta particular situación, el BBVA lanzó en 2021 un programa global llamado Horizon con el que modernizar toda la base de sus canales digitales, especialmente en el segmento de empresas, y mejorar la escalabilidad de sus plataformas tecnológicas en todo el mundo.
Una iniciativa, explica Raquel Martín, Head of Strategy & Performance of Global Software Development, que busca "crear soluciones técnicas únicas que desplegamos en varios países, optimizando esfuerzos y acelerando nuestros tiempos de entrega. Este esfuerzo es una clara muestra de cómo aprovechar nuestra escala global para ser más rápidos y eficientes en la entrega de soluciones a los clientes".
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Según adelanta a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, este modelo de trabajo ha estado en desarrollo durante años y se basa en cuatro principios fundamentales: "Primero, un backlog único y compartido por todo el equipo; segundo, un Product Owner o líder único; tercero, reuniones comunes para todo el equipo, sin importar su ubicación; y cuarto, un fuerte enfoque en KPI previamente definidos", señala.
Uno de los mayores retos a los que se enfrentó Horizon fue la creación y despliegue de soluciones digitales únicas en todos los mercados donde opera BBVA. "Requiere un esfuerzo de convergencia muy importante para que las soluciones sean similares, independientemente del mercado. Esto nos permite ser más eficientes y rápidos en la entrega de nuevas funcionalidades a nuestros clientes", añade Martín.
Pero para lograrlo, el BBVA se enfrentó al desafío de garantizar que los clientes no sufrieran impactos operativos durante el proceso de migración a las nuevas plataformas. "Es complejo porque hay que asegurar que todos los datos se migren correctamente y que todo funcione sin interrupciones", señala.
Del 'mainframe' a la nube
La apuesta tecnológica de Horizon se ha construido sobre una arquitectura cloud, lo que ofrece una escalabilidad superior a un coste razonable. "El cambio de paradigma tecnológico supone un desafío cuando se trata de gestionar miles de millones de transacciones", afirma Martín. "Con las plataformas mainframe tradicionales, mantener el creciente volumen transaccional sería muy costoso. Por eso, hemos apostado por la arquitectura cloud para soportar este crecimiento con unos costes razonables".
El cambio a la nube no solo ha permitido a BBVA gestionar grandes volúmenes de transacciones de forma más eficiente, sino también incorporar nuevas capacidades tecnológicas. "Hemos añadido nuevas bases de datos y tecnologías que nos permiten diseñar funcionalidades que antes no podíamos soportar", comenta Martín. Y, además, construir soluciones reutilizables en diferentes mercados, ha permitido una notable reducción en los plazos de implementación. "Hemos logrado reducir entre tres y seis meses el tiempo de puesta en marcha de algunas soluciones tecnológicas, gracias a la reutilización de funcionalidades ya desarrolladas".
Las palabras están muy bien, pero la clave está en cómo se traslada de forma inmediata a los clientes finales. Un ejemplo, lo encontramos en México, donde han modernizado los pagos masivos en streaming, una herramienta que permite a las empresas reducir el tiempo de procesamiento de pagos y transferencias de nóminas, de días u horas a apenas segundos. "Esta capacidad es altamente valorada por nuestros clientes empresariales, ya que les permite una mayor eficiencia en sus operaciones diarias", detalla Raquel Martín.
Pero hay más ejemplos: Horizon ha permitido a BBVA habilitar funcionalidades como el tracking de pagos y la conciliación de movimientos, que permiten un control más preciso y rápido de las finanzas empresariales. "Ofrecemos movimientos enriquecidos con datos, lo que simplifica los procesos de conciliación y reduce significativamente el tiempo requerido para ello", añade la directiva.
Y uno más: gracias a esta iniciativa, el BBVA ha podido crear una plataforma global de open banking, que conecta al banco con los socios empresariales a través de APIs. Esta plataforma permite que los productos y servicios del banco lleguen de manera masiva a clientes finales a través de los canales de distribución de los socios. “Esto nos permite llegar a nuevos mercados y ofrecer una experiencia más integrada a los usuarios, simplificando la distribución de productos financieros”, explica la ejecutiva.
Reutilización de apps y modelo de datos único
Como ya hemos mencionado, otro de los grandes desafíos para BBVA ha sido asegurar que las soluciones tecnológicas desarrolladas dentro de Horizon sean reutilizables en diferentes países con mínimas adaptaciones.
Para lograrlo, la entidad ha implementado equipos únicos que integran a personas de diferentes países que conocen las especificidades locales. Además, han adoptado prácticas estándar en la industria del software, como la evolución y despliegue de soluciones en releases, con oleadas de funcionalidades que se implementan simultáneamente en todas las geografías. “Este enfoque asegura que nuestras soluciones sean globales y se mantengan consistentes a lo largo del tiempo, lo cual es clave para la eficiencia y la escalabilidad”, indica Raquel Martín.
Y a causa de ello, o quizás como una consecuencia (según se prefiera), el BBVA ha creado un modelo de datos único. Este modelo se basa en la definición uniforme de entidades de datos y sus atributos, normalizados para todos los países. "Disponer de un modelo de datos único es imprescindible para implementar soluciones técnicas globales, ya que de otro modo sería extremadamente costoso", comenta Martín.
Biometría y adiós a los SMS
Un plan de semejante magnitud no podía obviar la ciberseguridad, crítica en un entorno tan amenazado, exigente y regulado como la banca. Un aspecto que, según Martín, está "embebida en el diseño de las soluciones" desde el primer momento.
Entre las medidas implementadas, destaca la biometría: "Estamos impulsando la biometría con una prueba de vida dinámica que detecta videos o imágenes fraudulentas, lo que aumenta la confianza y mejora la experiencia de usuario".
Además, hemos de sumar el soft token, que genera códigos temporales únicos para la autenticación, ha reemplazado al SMS como factor de autenticación, protegiendo a los clientes de técnicas de ingeniería social basadas en mensajes de texto. "El soft token no solo es más seguro, sino que también reduce la fricción con clientes que no reciben SMS cuando están en el extranjero, y nos libera de la dependencia de las operadoras telefónicas", añade Martín.