Desarrollar e implantar fuentes de energía limpia es uno de los grandes retos de nuestro tiempo. También hacerla llegar a aquellos lugares donde, por diferentes motivos, el suministro eléctrico es limitado.

Pongamos el caso de organizaciones como Cruz Roja o ACNUR y los lugares donde despliegan sus servicios de emergencia, o la situación que hoy se vive en Ucrania por la guerra con Rusia. Y pongamos que hasta allí pueden llevarse paneles solares portátiles, desplegarlos y obtener energía de forma inmediata y gratuita.

Esta es la idea que hace cuatro años empezó a poner en marcha Polar Developments, una startup ubicada en el Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid, en Leganés.



[Geotermia y energía solar para climatizar una de las mayores terminales de transporte de Madrid]

“Si bien es cierto que cuando creamos el proyecto la energía solar ya comenzaba a experimentar cierto crecimiento, también lo es que este se reducía casi a la creación de instalación de paneles solares en tejados y, en cualquier caso, a energía solar fija”, cuenta Rafa Moreno, director de operaciones de la compañía.  

“Sin embargo, muchas son las circunstancias y situaciones en las que estos sistemas no suponen una solución viable, y ahí es donde encontramos una oportunidad de negocio”, añade. 

Energía en cualquier lugar

Polar Developments tiene su origen en una empresa valenciana, Comet Ingeniería, que desde hace 15 años se dedica principalmente al diseño estructural, sobre todo en el sector aeronáutico y espacial.

Sus cinco socios, todos ingenieros, decidieron utilizar la experiencia y el conocimiento adquirido en ese tiempo para trasladarlo a otros ámbitos. Una de esas líneas de investigación fue la de la energía solar portátil, que desarrollan y comercializan bajo la marca PolarGreen.



Los cinco socios de Polar Developments.

“Uno de los campos en los nos habíamos especializado es en la creación de estructuras plegables, concretamente en antenas espaciales para nanosatélites. Es decir, tenemos la mejor fórmula para desarrollar grandes estructuras, sólidas, funcionales y muy ligeras, que se pliegan ocupando un espacio mínimo para poder trasladarlas al espacio, y que al mismo tiempo son muy robustas para afrontar las grandes exigencias del espacio, como los cambios drásticos de temperaturas extremas”, describe Moreno.

“Todo ello, sin alterarse ni lo más mínimo, ya que cualquier variación supone arruinar proyectos que necesitan un gran periodo de tiempo de desarrollo y un altísimo coste económico”, explica. Son esas estructuras las que albergan los paneles solares en diferentes formatos y que, una vez plegadas, pueden trasladarse a cualquier lugar en el que sea necesario disponer de energía.



[Talayuela: energía solar como oportunidad medioambiental, económica y social]

Uno de los últimos destinos de sus equipos ha sido Ucrania, donde ya lo utilizan los servicios sanitarios que prestan ayudan en el conflicto bélico tras ser adquirido en una compaña de crowdfunding organizada entre particulares. 

“Para nosotros es una gran noticia, ya que la razón de ser de estos equipos es, precisamente, hacer accesible la energía a aquellos que más lo necesitan, pero que, por distintas circunstancias, más difícil lo tienen. Con PolarGreen ya se puede contar con energía eléctrica a partir de una fuente renovable e inagotable, en cualquier lugar, y sin necesidad de instalaciones previas”, asegura el directivo.

Hasta 71,5 kW

El dispositivo que ya están utilizando en territorio ucraniano es el modelo CASE, uno de los más portátiles de los tres que están comercializando al ser en formato arcón (con una potencia de 1.000 W), y con el que ya están trabajando para proporcionar hasta 6.000 W. También disponen de uno en formato maleta de 200 W.

Junto a esta modalidad, cuentan con dos más: un remolque de hasta 6.800 W y un contenedor de transporte con una potencia de hasta 71,5 kW.

Paneles solares desplegados.

“Todos ellos suministran energía eléctrica de forma inmediata a partir de paneles solares plegables, sin necesidad de ningún otro complemento. Además, están equipados con tomas para recargar o alimentar simultáneamente desde teléfonos móviles, a tabletas, ordenadores, emisoras de radio o todo tipo de dispositivos electrónicos de bajo y medio consumo, como pueden ser pequeños electrodomésticos, herramientas eléctricas o material sanitario de emergencias”, describe el director de operaciones.

Además del mencionado caso de Ucrania, estos paneles solares portátiles ya se han utilizado en eventos deportivos como Autopía, donde compiten automóviles y motos de diferentes épocas; acaban de firmar un acuerdo con la productora Luz Films, para dar servicio a rodajes de exteriores; y ya trabajan con empresas de la construcción modular como Algeco y Mybox Experience. También disponen de un diseño militarizado para dar servicio a las fuerzas de seguridad del estado y al ejército, o para misiones humanitarias.

“Estamos en un momento incipiente de comercialización e industrialización, pero con grandes proyectos sobre la mesa que esperamos que se vayan materializando, aunque no está siendo nada fácil”, reconoce Moreno. “Es muy complicado introducir un producto disruptivo cuando se es una pequeña startup, con la única inversión de la de los propios socios”.

Su objetivo ahora es “captar capital para poder acortar los plazos de entrega de nuestros productos, disponer de un pequeño stock y ser así más competitivos”. Y hacer llegar la energía allí donde otros no llegan.