Cuando giras la llave de una puerta blindada sientes que cierras la puerta y sabes que hay alguien detrás que te puede ayudar a abrirla en un momento de apuro. ¿Por qué las cerraduras inteligentes no son así? Para responder a esta pregunta Ismael Anaya (CTO) y Patricia Costa (CEO) fundaron la startup española SmArtLock, que ha desarrollado una tecnología para abrir y cerrar puertas con la que “el cliente cuando la use se sienta seguro, y no solo sea segura”, matiza Costa.
Esta cerradura inteligente cuenta con una patente europea sobre usabilidad, ya que “sólo hemos desarrollado software sobre un hardware existente”, de código abierto, explica a INNOVADORES Anaya. Así, tienen patentado el sistema y la forma de interactuar con la cerradura.
Hasta ahora las llamadas cerraduras inteligentes son capaces de almacenar códigos, por lo que cuando llega un usuario e introduce ese código se abren, de lo contrario no. “Pero esto no es realmente inteligente, porque les da igual si el código lo pone uno u otro usuario. La nuestra no es así”, matiza.
En primer lugar han apostado por implementar tecnología blockchain en su sistema. “Con esta tecnología, el registro de entradas y salidas a toda la estancia y accesos quedan grabados para la seguridad de todos, tanto clientes como propietarios. En caso de robo o vandalismo, por ejemplo, se podría comprobar quién accedió a la estancia en última instancia”, gracias a la trazabilidad registrada con blockchain, explica Anaya.
Aunque para facilitar el prototipado, esta startup ha usado tecnologías de hardware abierta, el software de sus cerraduras inteligentes es de creación propia. “De cara a versiones definitivas se realizarán diseños de hardware propio para blindar al máximo la seguridad de nuestros dispositivos”, asegura el cofundador de SmArtLock.
Tecnologías implementadas
Esta cerradura crea su propio wifi para interactuar con el smartphone que abrirá la puerta, lo que “lo hace más manejable y menos propenso a ataques”. De esta forma, los fundadores de esta startup descartaron tanto la tecnología NFC, por no estar presente en todos los móviles del mercado, como la de bluetooth -más habitual en las cerraduras inteligentes que hay en el mercado- para evitar los problemas de emparejar un dispositivo con este tipo de tecnología. “Con el wifi, si sabes la clave, a la primera se conectan sin problemas”.
Además, también han incorporado una conexión GPRS para que la cerradura se conecte con un servidor de reservas para recibir las activaciones e interactuar de forma remota con e dispositivo.
En el caso de instalar su dispositivo en cerraduras descentralizadas, por ejemplo, en un hotel, donde el “cerebro” estaría en la recepción, desde donde se controlaría todas las puertas, SmArtLock ha implementado una conexión LoRa, una tecnología tiene un alcance de hasta tres kilómetros de distancia. “Esto nos permite ahorrar costes, y ofrecer mejores precios, ya que la parte del ‘cerebro’ es la más compleja y cara de la cerradura”, apunta Anaya.
Y quien dice un hotel con cientos de habitaciones, puede hablar de controlar las cerraduras de un pueblo o ciudad pequeña desde un punto estratégico de este. “Este sería un caso muy loco”, puntualiza, pero posible con esta tecnología.
Agilidad para el ‘check-in’ y el ‘check-out’
Uno de los primeros nichos de esta cerradura será el sector hotelero, ya sean hoteles o apartamentos turísticos. En el sector turístico implementar estas cerraduras inteligentes es “un futuro más que inminente por la comodidad del cliente para hacer check-in y check-out”, destaca Patricia Costa.
Así, la aplicación móvil con la que se gestiona esta herramienta registra los datos del usuario de la cerradura (desde un cliente hasta un gerente o personal de limpieza, por ejemplo) y los almacena para poder realizar un check-in en el espacio al que se accede.
Para certificar la salida, cuenta con “una innovadora firma digital en dispositivo, de la mano de un partner taiwanés, para firmar las facturas y los contratos a la salida” a partir de tecnología blockchain.
Aunque aún no están comercializando esta cerradura, ya cuentan con pedidos puntuales que les sirven para testear su tecnología. En este sentido, Costa incide en que su sistema es capaz de integrarse a cada hotelero gracias a “una envergadura es ágil que nos permite adaptarnos a ellos y así personaliza la cerradura con el diseño y el programa de gestión de cada uno”.
De hecho, al preguntarles a estos emprendedores por su competidor principal en el mercado no lo dudan: “La llave de toda la vida. Es la competencia más dura, porque las otras llaves inteligentes nos ayudan a abrir mercado”.
Este proyecto ha sido uno de los 18 finalistas en el concurso internacional Leyton Sustainable Start-up Challenge CES 2020. “Estamos encantados con esta oportunidad que nos brinda Leyton. Llevamos muchos años trabajando, el emprendimiento es muy sacrificado y poder llevar a las Vegas nuestro proyecto, sería para nosotros un balón de oxígeno”, señala Costa. Este concurso ha contado con la participación de más de 200 startups de los nueve países: Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Polonia, Países Bajos, Reino Unido, EEUU y España.