En tiempos de grandes sobresaltos y golpes teatrales, en la cúpula del capítulo español de la multinacional NetApp, uno de los principales actores tecnológicos en el mundo de las nubes, se ha producido una suave transición, casi de puntillas. La anterior directora general, María José Miranda, se ha retirado y su lugar lo ha ocupado discretamente Ignacio Villalgordo, que llegó a la compañía en 2002, con experiencia en IBM, "para ocupar el puesto de global account manager de Telefónica, como cuenta global". En mayo de 2017 fue nombrado director comercial para grandes empresas y desde el pasado mayo es el máximo responsable de la compañía en España.
Pero que nadie espere grandes cambios, aparte de que se ha disgregado la gestión ibérica entre España y Portugal. "Hemos decidido, como compañía, cambiar la cobertura en determinados países y reforzarla, más enfocada hacia el canal. Portugal es uno de los países que se han reforzado de esa manera", explica. Villalgordo afirma que su misión es "seguir con el testigo que dejó Miranda. Seguir creciendo y apostando por la transformación digital de nuestros clientes". En cuanto a su propia organización, piensa mantener "la estructura del equipo que Miranda formó, que es muy sólido. Cuando el equipo funciona y tiene una cultura y unos valores como los que tenemos aquí localmente, tenemos que reforzarlo y apoyarlo. Cambiarlo, desde luego, no".
El nuevo responsable de NetApp en España insiste en la ventaja de su posición ecléctica en la nube híbrida, para continuar su desarrollo de negocio: "En la cloud pública trabajamos con las tres grandes, Amazon, Azure y Google, y también con Alibaba para el segmento asiático. Y lo bonito es que no son silos entre sí, sino que coexisten. A través de la tecnología que nosotros vendemos, los clientes pueden decidir de manera transparente y ágil en qué entorno tener sus datos y moverlos entre las distintas nubes.
El futuro no va a ser un mundo ni blanco ni negro, donde los clientes tengan todo su almacenamiento en un data center de su propiedad o 100% cloud, con nada on premise y todo migrado a la nube", añade. Esto se traduce en grandes proyectos, como el que ya desarrollaron "el año pasado con Cepsa, ayudando a transformar su infraestructura legacy a una mucho más ágil para dar servicio al core de su negocio". Y el acuerdo de colaboración recién firmado con BBVA, para "capitalizar todos los todos los activos y todos los datos que tienen, para ayudar a monetizarlos".
En cuanto a las pymes, Villalgordo señala: "Nuestra tecnología tiene algo muy relevante y es que bajo un mismo sistema operativo podemos dar servicio a distintos clientes. Ontap funciona tanto en máquinas de propósito general muy pequeñitas, como en grandes sistemas que puedan escalar múltiple petabytes. Estamos capturando una parte del mercado con HCI, que es una manera de simplificar y automatizar el mundo de las empresas, y estamos ayudando a distintos clientes de tamaño menor a ir a esta infraestructura hiperconvergente".
Y ya, si acaso, el año que viene hablaremos del Gobierno... "El Gobierno para nosotros es uno de nuestros grandes clientes, sea el central, los autonómicos o los locales. Continuamos creciendo en el sector público y no nos ha afectado tanto esa supuesta parálisis de la Administración. La estabilidad es buena y sería conveniente tener una cierta estabilidad, porque todos estos vaivenes del sector público no son buenos en general para la economía... Pero, frente a eso, seguimos creciendo y ayudando en distintos ejes a la administración pública también en ese proceso de transformación digital".
Orientar a las motos
NetApp colabora con Ducati en el mundial de motos, con sus "capacidades para propagar datos del ‘edge’ al ‘core’ y al ‘cloud’, para hacer análisis en tiempo real de la moto, la inclinación, la velocidad de paso de curva… podemos decir al piloto: en esta curva vas más lento, te tienes que tumbar más".