La startup noruega que llenó de paneles solares verticales el estadio nacional de Noruega para aprovecharse de la nieve
- OverEasy Solar despliega paneles bifaciales verticales con una tecnología modular pendiente de patente para aprovechar el reflejo de la luz por la nieve.
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¿Algún día, entre melancolía y aburrimiento, se ha parado a pensar en que el color dominante en cualquier ciudad es el gris? Calles, zonas industriales, instalaciones de servicio… Si lo miramos desde el cielo, la panorámica es igualmente desoladora: los tejados grises apenas se alternan con los de teja y con el negro de la pizarra característico de regiones como El Bierzo.
En cualquier caso, el pensamiento de cualquier humano al uso se quedaría en esta vacua observación. Pero para Trygve Mongstad, esta idea le llevó al siguiente estadio de la locura, o de la creatividad emprendedora según se prefiera: ocupar ese gris con algo que pueda sernos útil como sociedad.
Indaguemos un poco más en el perfil de Mongstad. Noruego, físico de formación, trabajaba en 2012 en un laboratorio de investigación desarrollando nuevos materiales. No tuvo éxito en ese empeño. Ni corto ni perezoso, dio un giro de 180 grados en su vida para dirigir una empresa de cien trabajadores que instalaba paneles solares en Malaui. Su vida siguió dando tumbos: en 2016 volvió a la investigación, para ocuparse como instalador de placas solares en 2017. De los despachos a los tejados, del traje y corbata al mono de trabajo. En 2019, dejó de usar el desatornillador para hacer consultoría de los mejores tejados en que aplicar estas tecnologías. Y, ya sería en 2021, cuando llegamos a su actual aventura, OverEasy Solar, la startup que fundó y que actualmente dirige.
Hasta aquí, podría ser la crónica de las aventuras y desventuras de un personaje con una vida entretenida, pero sin atisbo innovador. La empresa, como pueden imaginar, se dedica a llenar de placas solares los techos de todo lugar que se lo permite. Sin embargo, hay un pequeño secreto que le otorga el punto de locura extrema, de disrupción total: sus instalaciones son verticales y bifaciales, pioneras en este campo, y además se despliegan de forma modular gracias a una tecnología pendiente de patente.
Vertical y modular
Normalmente, las instalaciones de placas fotovoltaicas son horizontales, esto es, buscan maximizar la superficie que se expone a los rayos del sol. Pero este emprendedor escandinavo opta por desplegar estas placas de forma vertical, de pie, una detrás de otra. Esto permite colocar muchas más placas en el mismo espacio, con una mayor concentración de dispositivos. Y asegura que el perfil de producción energética es un 50% superior al de otras alternativas.
A este diferenciador hemos de unir el segundo factor: las unidades son prefabricadas e instaladas sobre rieles de forma casi armoniosa. En el diseño de estos sistemas se ha tenido muy en cuenta el peso (11 kg por m2, un 50% inferior al de otras propuestas del mercado, según sus cifras) para permitir su colocación en diferentes superficies y con distintos perfiles de carga. “Tampoco necesitamos balastro y hemos comprobado que apenas genera resistencia al viento, las fuerzas son muy bajas para que suponga algún riesgo”, apela Trygve Mongstad en relación a uno de los grandes inconvenientes asociados históricamente a esta idea.
Sigamos con el desglose de características técnicas. Mongstad asegura que su sistema de instalación pendiente de patente “permite colocarlos hasta diez veces más rápido que si se hiciera de forma tradicional”. Sus sistemas están diseñados además para evitar la propagación de incendios en caso de algún incidente. Y tampoco considera, a preguntas de DISRUPTORES – EL ESPAÑOL, aumentar el tamaño de los minúsculos paneles: “No daría más energía, generarían más resistencia y necesitarían más distancia entre ellos. Y también hay que tener en cuenta que la regulación no nos permite en muchos casos hacer instalaciones mucho más altas”.
La nieve, el gran aliado
Siempre sorprende que países como Noruega, con muchos meses de escasa luz solar, estén a la vanguardia del emprendimiento en energías renovables como la que nos ocupa. Empero, en este caso Trygve Mongstad tiene una buena excusa: la nieve.
“Cuando nieva, el tejado se vuelve más brillante, refleja la luz y aumenta hasta un 30% la producción de energía. En cambio, en tejados negros no somos tan competitivos”, reconoce el emprendedor.
Aun con ello, OverEasy Solar cuenta actualmente con 30 instalaciones en 11 países europeos, incluyendo un proyecto piloto para probar sus tecnologías en Elche (Alicante) desde 2022.
El estadio de Ullevaal
Su gran demostración de fuerza llegó este junio y tuvo como emblema un lugar icónico para todos los noruegos: el estadio de Ullevaal, en la capital, sede de la selección nacional de fútbol. Allí, esta empresa ha desplegado sus placas en 2.000 metros cuadrados de su tejado, produciendo en sus primeros tres meses de vida 71,34 MWh, evitando la emisión a la atmósfera de 42,52 toneladas de CO2 y ofreciendo a los gestores del estadio una nueva vía de ingresos por la electricidad sobrante comercializada a la red (71.338 coronas noruegas).
Los administradores del estadio, a pesar de ello, están a la expectativa de comprobar el rendimiento de esta tecnología durante el invierno. Quieren comprobar si esa promesa de aprovechar la nieve como catalizador para sus placas solares se cumple. “Queremos comparar si producen más o menos que los paneles tradicionales. Y en función de eso continuaremos con el despliegue de este sistema por el resto del tejado o incluso de la nueva generación que están desarrollando para 2025”, afirman a este medio.