La sensación de salto al vacío, de tener un nudo en el estómago antes de adoptar la que, a buen seguro, es una de las decisiones más importantes de la vida se repite con asiduidad en el sector del emprendimiento español.
Mentes inquietas que, un buen día, zanjan lo que había sido su vida profesional hasta la fecha y se embarcan en un apasionante aventura en la que es difícil discernir dónde acaba el proyecto y dónde empieza la persona. Porque en las fases más tempranas de una startup, los fundadores lo son todo. Su faceta personal influye, y a veces es mucho más determinante para el éxito o fracaso, que el propio proyecto disruptor en sí.
Cuando Javier Tejero dejó su puesto por cuenta ajena en una multinacional tecnológica para emprender, fue inevitable sentir ese cosquilleo que sólo aparece cuando se acaricia algo grande, algo inspirador. En su caso, esta situación no era ajena a su familia, con varias iniciativas de emprendimiento a sus espaldas, pero, de todas formas, fue única y genuina.
"Tenía claro que el proyecto a ejecutar tenía que tener impacto económico y medioambiental en zonas rurales", relata el emprendedor a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. El territorio no es un elemento más dentro del proyecto de Javier, vecino de toda la vida de Remolinos, un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza. De alguna forma, su pasión por su pueblo y el ámbito rural sólo es comparable a la que en mayo de 2023 le llevó a poner en marcha Cropi.
Pero en esta historia de superación y talento atado al territorio todavía falta el otro gran pilar: Luis Cuotto, cofundador y CTO de esta agrotech zaragozana.
Fue durante un evento de emprendedores donde ambos se conocieron, y como suele suceder en las grandes historias -ésta ceñida al ámbito de la tecnología y la creación empresaria-, el "flechazo" fue inmediato. Luis ya había iniciado varios proyectos por cuenta propia liderando siempre la parte tecnológica y gestionando grandes equipos de desarrollo.
La conexión con las aspiraciones de Javier existió desde el primer momento y los dos emprendedores decidieron aunar esfuerzos en sus dos grandes pasiones; el mundo rural y la tecnología.
Con el objetivo de revolucionar el sector agrícola y permitir al campo, desde el ingeniero agrónomo al agricultor, abrazar todo el potencial de la digitalización nació esta iniciativa que da de lleno en los problemas de este sector en los próximos años.
El aumento de la población, la emergencia climática y las nuevas regulaciones medioambientales obligan a la agricultura a contar con explotaciones más rentables, pero sobre todo más sostenibles.
"No somos la típica empresa que está intentando encajar su solución en el sector como puede; la hemos construido de la mano de sus protagonistas"
Y ahí es donde Cropi aporta su verdadero valor añadido: "No somos la típica tecnológica o gran empresa que está intentando encajar la solución en el sector como puede. La hemos construido de la mano de sus protagonistas", recalca Javier Tejero, CEO de la startup.
"Desde los ingenieros agrónomos a los agricultores, todos tienen una elevada carga de trabajo con tareas administrativas que les impiden a las explotaciones agrícolas ser más productivas y conseguir mayores beneficios, ya que pasan más tiempo realizando papeles que estando en el campo para trabajarlo y ver las diferentes problemáticas o necesidades por las que atraviesan los cultivos".
Trazabilidad de todas las tareas agrícolas
La solución de Cropi permite poder registrar cada labor agrícola, independientemente de que una misma labor agrícola se realice en una o varias explotaciones, en un cultivo o varios cultivos, en varios municipios a la vez; que un mismo usuario pueda generar partes de trabajo en varias explotaciones distintas, que un ingeniero agrónomo pueda subir información de varias explotaciones diferentes, etc.
"Hemos atendido la realidad de todas las empresas agrícolas -cooperativa, empresa de servicios agrícolas, asesoría- para ayudarles en su día a día y que exista una trazabilidad de todas estas labores agrícolas para tomar las mejores decisiones, existiendo una comunicación directa entre el asesor y el agricultor para ver los problemas o necesidades por los que atraviesan los cultivos y ver todo lo que ha ocurrido en cada momento en cada explotación directamente desde tu bolsillo", indica Tejero.
Cuaderno agrícola digital
Además, su tecnología es un aliado del agricultor para acelerar y ser más eficiente en la elaboración del cuaderno del campo. De hecho, el Ministerio de Agricultura ha autorizado a la startup como "una de las empresas en poder elaborar cuadernos de campo y poder enviarles la información adecuada directamente, sin necesidad de volcar esa información de nuevo de manera manual o volcándola en otro software".
La plataforma de Cropi también es determinante para que el agricultor pueda calcular la huella de carbono asociada a cada explotación. "La mayoría de explotaciones agrícolas no están teniendo en cuenta cómo pueden aumentar su facturación gracias a los créditos de carbono. Es tan sencillo como que, una vez estén registradas estas labores agrícolas, desde Cropi hacemos todos los cálculos para poder ver la huella de carbono y poder transformar esos créditos de carbono en euros".
"El Ministerio nos ha autorizado como una de las empresas en poder elaborar cuadernos de campo y poder enviarles la información adecuada directamente"
2024 se presenta prometedor para la startup, sobre todo tras recibir recientemente el premio EmprendedorXXI de Aragón de CaixaBank, que la reconoce como la startup más innovadora y con mayor potencial de la región.
Pero, más allá de las distinciones y galardones, el verdadero éxito para Javier y su equipo es poder haber construido la solución codo con codo desde el primer día con los agricultores.
"Nos ha brindado la oportunidad de tener una solución única que se adapta realmente a las necesidades que tienen las explotaciones. Nos ha permitido estar trabajando, entre otros, con el Grupo San Julián, una de las empresas más importantes en Aragón en el sector agrícola y que, gracias a una ronda de inversión realizada el año pasado, ahora pasan a formar parte de Cropi entre otros socios estratégicos expertos en el sector y en negocio".
En cuanto al equipo, Cropi ha ido creciendo hasta contar con seis personas en la actualidad, sobre todo con desarrolladores. "Nuestro foco ha sido hasta la fecha tener el mejor producto posible lo más rápido que hemos podido, así que contamos con cuatro desarrolladores, dos de ellos fullstack y los otros dos, especializados en Front, respectivamente. También contamos con una persona de marketing, para darnos a conocer con mayor profundidad", indica el CEO.
Su historia comienza a escribir ahora y, a tenor del impacto que ya está teniendo su propuesta, Cropi se perfila para ser una de las propuestas disruptoras españolas que más puede contribuir a revolucionar la agricultura de la mano de la innovación.