El talento se ha convertido en el gran caballo de batalla del mercado laboral actual. En plena ola de la transformación digital, las empresas demandan perfiles muy especializados que escasean y, al mismo tiempo, existe un elevado porcentaje de jóvenes que no encuentran la empleabilidad esperada.
Formarse en programación, data science y barato. De ahí que aquellos estudiantes con escasos recursos, donde las familias no puedan realizar el desembolso que supone estos estudios y que están por encima de los 5.000 euros, quedan excluidos de un futuro laboral prometedor.
Para subsanar este desajuste del sistema la startup Bcas, a caballo entre una edtech y una fintech, ha puesto en marcha un sistema de financiación conocido como ISA que pone el foco en permitir que no sólo los estudiantes de familias con más recursos puedan convertirse en los perfiles especializados que no encuentran las compañías.
[La falta de talento TIC ya le cuesta al PIB de España cerca de 2.340 millones al año]
Y ¿cómo mide el riesgo la fintech en unos clientes que no tienen recursos? La clave está en la empleabilidad del estudiante.
"Por lo general la financiación de estudios a estudiantes con recursos limitados es nula, son estudiantes sin historial crediticio y no tienen acceso a financiación. Con nuestra tecnología tratamos de mapear la empleabilidad del estudiante", explica a D+I Bosco González del Valle, CEO de Bcas.
Bcas mide variables como el comportamiento financiero del estudiante, estudios pasados, trabajos anteriores, etc, para valorar la concesión del préstamo
"Medimos variables como su comportamiento financiero, estudios pasados, trabajos anteriores etc… Esto sumado a nuestra tecnología para saber cuándo están trabajando hacen de la propuesta de valor de Bcas algo único", añade.
El perfil del estudiante que recurre a su tecnología son personas de entre 20 y 30 años que han estudiado tanto en la universidad como grados medios o FP.
"El caso más paradigmático puede ser un ingeniero de Telecomunicaciones que pide el dinero para un curso en data science; pero también tenemos a riders de Glovo que estudian programación por la noche", argumenta el CEO.
En tan solo un año, Bcas ha prestado más de 3,5 millones de euros a más de 650 estudiantes y su objetivo es crecer un 100% cada año y poder financiar a alrededor de 1.500 estudiantes durante el año que viene. "En 2024 elegiremos otro destino para desembarcar", avanzan a D+I sin concretar un emplazamiento geográfico concreto.
"Lo que queremos es que esa formación que le financiamos sea de calidad, responda a las nuevas exigencias del mercado. Y el alumno sabe desde el primer momento cuánto va a tener que devolver. No tiene que estar pendiente de la inflación ni ningún otro parámetro. Cuanto más cobre y mejor empleo consiga, antes lo devolverá, que es lo que nos interesa a todas las partes".
Pese a su corte trayectoria, Bcas ya ha cosechado reconocimientos del ecosistema emprendedor español por su propuesta disruptora.
El alumno sabe desde el primer momento cuánto dinero tendrá que devolver; cuanto más cobre y mejor trabajo consiga, mejor para todos
En concreto, se ha alzado este año como startup ganadora en la vertical de Educación del South Summit entre cientos de startups. Además, ha sido seleccionada para el programa de Scaleup Spain organizado por Bankinter, Endeavor y Wayra.
"Somos parte de r4e (reskilling 4 employment) una iniciativa liderada por Telefónica y operada por Mckinsey para fomentar el reskilling y upskilling", puntualiza el CEO.
Para llegar a este punto de despegue de la startup han sido determinantes las 21 personas que componen la plantilla. " No hay ningún departamento que tenga mucho más peso que otro. Tenemos operaciones, marketing, finanzas, producto, diseño, tecnología, negocio etc…", concluye González del Valle.