Maxime Raudin y Cristian Alcoba conocían a fondo el sector hotelero en nuestro país cuando, al igual que tantos y tantos proyectos disruptores, su experiencia profesional les dio la clave sobre una necesidad del mercado que no estaba atendida y que, en la era de la digitalización, abría grandes posibilidades a un proyecto como Hotelbreak.
Ambos fundadores trabajaban en el departamento de ecommerce de una gran cadena hotelera en Palma de Mallorca cuando se percataron de la escasa rentabilidad que los hoteles recibían de las "fortunas" invertidas en mejorar sus instalaciones en aras a diferenciarse de la competencia.
"La realidad es que esos clientes invertían la mayor parte de su tiempo fuera de los hoteles conociendo la isla y sus playas", explican los fundadores a D+I.
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A pesar de ello, los establecimientos hoteleros estaban obligados a mantener a punto todas esas instalaciones (piscina, spa, gimnasio, restaurante…), aunque no fueran utilizadas por los clientes. "Así que empezamos a pensar sobre cómo optimizar y sacar rentabilidad de esas instalaciones y pensamos en el cliente local".
Según explican Raudin y Alcoba, hasta hace unos años, los hoteles solo se enfocaban en atraer a los turistas, bien nacionales o internacionales, pero raramente se focalizaban en captar al cliente local.
"En 2019 nos dimos cuenta del gran potencial que el cliente local tenía para los hoteles y tras unos meses dándole vuelta a la idea, decidimos abandonar nuestro trabajo en el hotel para crear Hotelbreak".
La startup vio la luz en 2019 gracias a un nuevo modelo de negocio centrado en las diacaciones, es decir, experiencias de ocio en hoteles de lujo sin que tengas que quedarte a dormir en ellos.
"Las diacaciones, como su propio nombre indica, son vacaciones de un día. Ofrecemos experiencias que hagan sentir al cliente como si estuviera de vacaciones, pero en su propia ciudad".
Este modelo de negocio facilita que el cliente pueda conocer hoteles de lujo a los que antes no podía acceder, bien por el elevado precio de sus habitaciones o bien porque estos hoteles solo estaban reservados a los huéspedes, y al hotel le permite obtener rentabilidad de sus espacios comunes cuando no están siendo utilizados por los huéspedes. Es un modelo de win-win".
Digitalizar lo que se gestionaba por teléfono
En el proyecto fue clave la transformación digital y el empuje que han tenido las herramientas digitales para facilitar la experiencia del cliente.
Por eso centraron su modelo de negocio en la confirmación inmediata, que a los hoteles les permite tener un precio y disponibilidad por día, y al cliente le facilita disponer de una confirmación de su reserva en el instante a través de su plataforma.
Además, "Hemos desarrollado piezas de tecnología para que el hotel tenga la capacidad de vender esas mismas experiencias que vendemos en hotelbreak.com tanto en su web como en la propia recepción del hotel; lo que ha permitido la digitalización de un segmento que funcionaba hasta hace poco vía teléfono, con lo que hemos optimizado los procesos y agilizado los tiempos".
Aunque Hotelbreak arrancó en 2019 en Palma de Mallorca -la zona que mejor conocían sus fundadores-, rápidamente se extendió por otras partes de España con un alto potencial turístico como Madrid, Cataluña, Andalucía y Canarias, además de Baleares.
Pandemia, punto de inflexión
También se ha hecho hueco en los mercados internacionales; y ya ha abierto mercado en el vecino Portugal (Lisboa y Oporto), Francia (París y la costa azul) e Italia (Roma y Rimini). Actualmente, cuenta con 500 hoteles asociados, tanto de grandes marcas como Relaix & Chateaux, Meliá, Hard Rock, Vincci, Room Mate, como hoteles independientes.
La pandemia, aunque los fundadores reconocen que les "penalizó mucho", ha sido finalmente "un revulsivo para nuestra actividad, porque los hoteles se han dado cuenta de la necesidad de abrirse al cliente local y de la importancia de convertir los hoteles en nuevos espacios de ocio para disfrutar".
Queremos pasar de que los ciudadanos conciban los hoteles como espacios inaccesibles y prohibitivos, a puntos de encuentro entre los locales de una ciudad
De cara a corto y medio plazo, Hotelbreak aspira a consolidar las áreas que ya tiene abiertas y seguir incorporando nuevos hoteles. "Aún tenemos un potencial altísimo para seguir creciendo, tanto en España como en el extranjero".
Las diacaciones han llegado para quedarse y, quién sabe, igual son el inicio de un futuro prometedor para un nuevo concepto de hotel y cliente local de la mano de esta startup.
Recuperar la imagen del Gran Hotel
"Queremos cambiar la imagen que se tienen de los hoteles y pasar de que los ciudadanos los perciban como espacios inaccesibles y prohibitivos a los que solo entran los turistas de paso a que sean percibidos como puntos de encuentro y de ocio entre los locales de una ciudad".
"Nos inspira mucho la imagen del Gran Hotel, de principios del siglo XX, en la que las puertas siempre estaban abiertas y dispuestas a recibir a los ciudadanos. Buscamos que los hoteles se integren en los barrios donde se ubican, conecten con el vecindario y sean un actor más en el panorama de ocio de una ciudad.