Marisol Santana, el ojo avizor de la inversión que alerta a las startups de los problemas que (aún) no ven
- Su formación y dilatada experiencia profesional le llevan a aplicar la rigurosidad en cada operación y a poner en preaviso a los equipos de aquellas circunstancias que pueden malograr un proyecto en el futuro.
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La madurez del emprendimiento español no se entendería sin todos y cada uno de los eslabones de una larga cadena que va desde las startups hasta los inversores, pasando por las aceleradoras, corporates, centros de investigación y tecnológicos y la Administración pública, entre otros actores protagonistas.
En el terreno de la inversión, DISRUPTORES-EL ESPAÑOL vuelve a poner el foco en aquellas figuras que, quizá no son tan mediáticas ni conocidas por la mayoría de la ciudadanía, pero cuya inefable labor está dando lugar -sin prisa pero sin pausa- a un nuevo tiempo empresarial en España.
Marisol Santana es, sin lugar a dudas, un nombre propio dentro de este prolífero ecosistema. Con un amplio bagaje empresarial a sus espaldas, la inversora ha volcado en esta última etapa de su trayectoria los conocimientos adquiridos durante años donde destaca el aprendizaje en Abengoa, la que siente ha sido "su escuela".
La también women angel de WA4STEAM atesora esa capacidad de ilusionarse y sorprenderse a sí misma en cada nuevo reto, en todas las etapas que ha cubierto y que le han permitido evolucionar como persona y profesional.
Fueron precisamente esas aptitudes las que la condujeron desde su natal Valladolid, donde cursó la licenciatura de Empresariales, hasta Madrid para ampliar su formación con el MBA del IE.
"Fue una etapa fantástica donde conocí a quienes en la actualidad, 25 años después, son mis mejores amigos", explica la inversora en la conversación mantenida con esta redacción.
Porque para Marisol aquel MBA supuso medirse a un mundo que -aun- desconocía, pero que acabaría sucumbiendo a sus destrezas empresariales y de liderazgo de equipos sólo unos años después.
Crónica anunciada de una vida 'pegada a una maleta'
Nacida en Alaejos, un pequeño pueblo de poco más de mil habitantes en la provincia de Valladolid, su hermano mediano fue su verdadero referente para iniciar su incursión en el mundo de la empresa. "Mis padres son agricultores y él, mayor que yo, fue determinante para que también estudiara Empresariales", afirma.
Pero Alaejos y Valladolid, donde trabajó los dos primeros años tras licenciarse, no se adecuaban a las expectativas de futuro de la inversora y, de alguna manera, encorsetaban su futuro.
Marisol necesitaba volar para desarrollar todo su potencial. De ahí que aquel primer aterrizaje en Madrid para ampliar su formación fuera la crónica anunciada de una vida 'con una maleta pegada' que ya estaba tocando su puerta.
"El MBA del IE me demostró que por venir de un sitio tan pequeño como Alaejos no era menos, no tenía nada que envidiar a los otros compañeros que yo veía como más top, algunos procedentes de otros países", argumenta.
El curso se erigió también en la llave para un primer trabajo en el mundo de la consultoría. Uno de los profesores del IE fue el encargado de ofrecérselo -Marisol quedó en el top 3 del MBA con un expediente excelente-.
Allí vivió durante tres años en primera línea la época de las puntocom en el inicio de la década del 2000 y, cuando estalló la burbuja, aquella aventura terminó para dar lugar a una más apasionante todavía, antesala de lo que sería su gran crecimiento profesional en Abengoa unos años después.
Marisol Santana vuelve a trabajar para la empresa que la contrató en Valladolid tras licenciarse, pero ahora en Madrid. "Descubro el mundo de los grandes proyectos de infraestructuras, en concreto, en el área de licitaciones de hospitales en la época de Esperanza Aguirre".
Abengoa, su escuela profesional y de vida
Esta experiencia y el MBA que cursó previamente con tan excelentes resultados fueron el pasaporte para, finalmente, desembarcar en Abengoa. "Siento que ha sido mi escuela", reconoce con orgullo y lamenta "el trato injusto" que se le ha dado a la compañía.
En este momento de su relato profesional, su cara se ilumina al recordar a una mujer determinante para su crecimiento dentro de la compañía: María José Esteruelas, actual CEO de Ferrovial Energía.
"Abengoa ha sido mi escuela y María José Esteruelas siempre será 'mi jefa', viví con ella cinco años de gran aprendizaje y continuos viajes"
"Me contrata una mujer súper top, para mí siempre será 'mi jefa' -recalca con una sonrisa de agradecimiento en el rostro-: María José Esteruelas, actual CEO de Ferrovial Energía, una mujer muy preparada y potente en un sector con una presencia muy limitada de mujeres".
Viéndolo con la perspectiva que concede el paso del tiempo, Marisol no sólo valora de Esteruelas su capacidad profesional, sino su lado más humano. "Tiene una habilidad inusual para hacer equipo".
El equipo de 'los paracaidistas'
Con ella pasa a formar parte en Abengoa de un equipo que la inversora denomina como "los paracaidistas", por el foco de su labor en la compañía durante aquella etapa: "Tecnologías relacionadas con energía que no estuvieran presentes en alguno de los países donde sí estaba Abengoa, o bien tecnologías que ya estuvieran en Abengoa pero que trasladábamos a país nuevos".
Aterrizar, esa era la palabra clave de su labor. Esos primeros años le abren paso -de nuevo- a un mundo nuevo: México, Colombia, Brasil, India, etc. "Recuerdo llegar a Colombia en la primera licitación internacional que se hacía de líneas de transmisión. Ahí no te querían dejar entrar los players locales".
Los recuerdos brotan en su mente de forma continua al regresa a estos años. "Otra vez, fui con Mª José a quejarnos al organismo competente porque no nos llegaba la documentación -sonríe con una mueca que denota nostalgia y satisfacción por lo aprendido en el camino".
A ello se sumaba su condición de mujer en ciertos mercados, como India, lo que suponía un hándicap adicional. "Directamente no te miraban a ti, sino a tu acompañante masculino del equipo".
El crecimiento en Abengoa
Aquella primera etapa de cinco años en Abengoa al lado de Mª José Esteruelas trascurrió entre aeropuertos, viajes e interminables sesiones de trabajo. "Viajamos muchísimo. Después ella fue ascendida, la hacen responsable de Latinoamérica, el principal mercado de Abengoa, y a mí me proponen pasados unos meses ir a Brasil".
Otro mundo, de nuevo. "El primer año fue muy duro, pero después encontramos muchas oportunidades porque en aquel 2012 y 2013 España afrontaba una crisis muy potente, pero Brasil no".
Tras su experiencia en Brasil, Marisol Santana regresa a Sevilla como directora financiera adjunta global de Abengoa
Tras dos años en el país latinoamericano, Marisol Santa experimentó el ascenso más importante dentro de Abengoa: regresa a Sevilla como directora financiera adjunta global.
"Otro salto porque, de repente, tienes acceso a todo el mundo, te das cuenta de las magnitudes que manejas", reconoce, algo de lo que ya se percató en Brasil, pero aquí 'jugaba' con los grandes de la compañía.
Emprendimiento e inversión
Reconoce que hacerse a esa globalidad de Abengoa fue intenso, una intensidad que ya no aflojaría porque poco después Marisol vivió desde dentro la desestructuración de la compañía entre los años 2015 y 2016.
No fueron momentos fáciles -asume-, pero la women angel lo recuerda siempre en clave constructiva. Y es que hacer de la necesidad virtud y sacar el lado positivo de las circunstancias que presenta la vida es otra de sus cualidades.
"La parte buena es que me doy cuenta de que tengo más tiempo libre, me puedo apuntar al gimnasio, puedo formarme en algo que me apetezca... cosas que en los años anteriores había sido imposible".
Así fue como un curso de negocios de The Valley se cruzó en su camino en el ocaso de su etapa en Abengoa.
Curso digital en The Valley
"Me abre la puerta a un mundo que desconocía, uno más", afirma, y le pone en contacto por primera vez con el emprendimiento, el ecosistema startup y el mundo de la inversión.
Su primera inversión se produjo en Faraday Ventures, y, casi a la vez, entra a formar parte de WA4STEAM, la red de women angel que ha servido de aprendizaje para tantas y tantas mujeres a la hora de iniciarse como inversoras.
"Allí hemos perdido el miedo, nos ayudamos entre todas. Sin WA4STEAM jamás me hubiera atrevido a, por ejemplo, invertir después en Impact Angels -donde muestra su especial cariño hacia el inversor Leo Gutson-".
Pero ¿cómo es Marisol Santa como inversora? Según reconoce, muy rigurosa y exigente, al tiempo que puede ver con antelación los problemas en los que incurrirá la startups en el futuro si no soluciona las deficiencias del presente.
"Ese mirar lo que los equipos aun no ven, pero que vendrá si no hacen ahora lo que toca" es, sin duda, uno de sus puntos fuertes."Les puedo ayudar a valorar esos riesgos que un momento dado no están viendo", sostiene.
De su portfolio, destaca a Onalabs, startup cuya relación con la fundadora trasciende lo meramente profesional. Y es que esa capacidad para empatizar con los equipos, para ser su apoyo en esos momentos iniciales de todo proyecto emprendedor -más allá del capital que destinen-, es una de las señas de identidad de la red de WA4STEAM a la que pertenece Marisol.
"Vivimos junto a ella toda una serie de crisis y dificultades que te acaban uniendo: el covid, la crisis de los chips, un inversor que aseguró que iba a poner un dinero y luego desaparece, problemas con subvenciones...", relata.
"La cantidad de obstáculos que tienen que salvar es terrible y es de agradecer cuando, como en el caso de Onalabs, llega un momento en que la fundadora te dice: 'fuisteis las primeras en confiar en mí'", añade con una mueca que denota su satisfacción por el trabajo bien hecho.
Marisol es consciente del camino que queda por recorrer para que la mujer -y también las fundadoras- sean mucho más visibles y estén más presentes en el ecosistema emprendedor español.
"Hay mucho desconocimiento todavía, hay que divulgar. Aun hay muchos hombres con traje y pocas mujeres -puntualiza con ironía-. Siempre animo a todas a lanzarse porque se obtiene siempre más de lo que se da. Estamos impactando no sólo con el dinero que ponemos, sino con todo lo que podemos aportar".
Sin lugar a dudas, un intangible que no tiene precio. Al igual que esos mundos -sorpresivos y constructivos- que han forjado la figura de Marisol Santana como empresaria e inversora.