Es mi primera inversora. No por los millones con los que acelera startups. No. O quizás sí, porque pronto liderará en breve un nuevo venture capital (exclusiva que adelantamos hoy). No porque sus exits hayan copado titulares de grandes medios y se haya forrado. No porque su mail esté copado con tantos deck´s que no le dé tiempo a contestar a ninguno. Helena Torras es mi primera inversora con A para esta columna, porque SONRÍE, contagia, conecta, acelera, persevera, ayuda, lidera, se sale siempre con la suya y suma, que en estos tiempos convulsos de superegos y nostradamus, es difícil de ver y se agradece encontrar.
Escaladora en lo profesional y personal, esta catalana de nacimiento es la MUJER que lidera a las mujeres emprendedoras de nuestro país. Ella prefiere no poner género al ecosistema, pero cuando pone nombres sobre la mesa, avala: Barbara Buades, CEO Meetoptics; Laura Gómez, CEO Catevering; Claudia de la Riva, CEO Nanify; Francy Gabetti, CEO TeamEQ; Muriel Bourgeois, CEO MiCuento, Sara Orra, COO Trioteca; Cristina Martín, CEO MyEcustoms; Paula Sánchez, CEO Cocircular; Patricia García, CEO Pandabox; o Roser Ballesteros, CEO PictoEscritura, entre otras. VITAMINA A. Helena con H.
A Helena Torras, al igual que a Yago Arbeloa, no la conozco en persona. Mi primer input con ella fue en nuestro programa de TV online Nación Innovación, cuando Mateo Rouco, Responsable de comunicación de Wayra España, me la propuso como invitada: “Es una crack, colabora con nuestro hub de innovación dándolo todo por las emprendedoras, Paloma Castellano le tiene mucho aprecio. Es parte de la familia Wayra”. Luego, he tenido la oportunidad de reír más de hora y media con ella vía Zoom, desde entonces, ‘wasapeamos’ frecuentemente, y ella siempre se sale con la suya, con todo.
Ahora, Helena baja de la montaña tras escalar los picos más altos, “un 23 de diciembre me vi sin un duro en la cuenta para pagar las diez nóminas de mi equipo” apostilla. Y por fin alcanza el mar, para navegar un transatlántico a modo delfín, aportando valor al más puro estilo smartmoney, a su manera, un traje a medida que en breve anunciará y que la convertirá en la Master Scuba Diver del Bluetech nacional.
Es el colofón a su carrera, es lo que ahora la llena de vitalidad, la misma con la que siempre afronta cada entrevista, cada pitch (antes los temía, parece mentira) o cada rato que comparte con sus amigas Arancha, Eva, Anna, Sonia, Ana o Yolanda, y también con su homónima Helena, y que vuelve a compartir en su siempre visible perfil de Instagram.
Helena es, o lo ha sido, casi todo. HEjecutiva, HEmpresaria, HEmprendedora, mentora, Business Angel, miembro de consejos de administración.... En palabras de su gente más cercana “le gusta vivir cada momento, los éxitos que son muchos y también los fracasos, pero nunca pierde la sonrisa”.
Su periplo empresarial se inicia a gran escala en el año 2007 cuando invierte en Abiquo, con complicados inicios (en 2008 fue vendida la competencia por 60 millones) pero donde a partir de 2010 lidera cosechando grandes victorias, levantando en tres rondas un total de diez millones en lo que duró el embarazo de su primera hija y echándose a un lado en 2017 con un total de 28 millones de dólares levantados.
En su papel de Business Angel, Torras, además de entrega, de generosidad y de ser llave de puerta de entrada a grandes masías, ha invertido cash, “con tickets pequeños”, especifica, en 10 startups, de las que han cerrado cuatro, cinco siguen a flote y ha logrado un exit, sin especificar la cuantía de la alegría monetaria. Todavía espera su “mejor desinversión”. Como cofundadora de WeRockCapital, que cuenta con más de 60 “Women Angels’ ya han invertido en dos proyectos con 25.000 euros en cada uno, comenzando ahora una nueva etapa que se augura de pura ebullición. “Hemos pasado de recibir 17 proyectos por trimestre a casi 40 en los últimos tres meses”, puntualiza erigiéndose referente en inversión para startups lideradas por mujeres.
A pesar de trabajar más de trece horas diarias en las que vuela por Barcelona en patinete eléctrico (fue de las primeras, me puntualizan), Helena siente la obligación de no abandonar nunca su faceta más personal, posiblemente la catapulta de la primavera sonriente que representa cuando se expone públicamente. “No hay día que no lleve a mis hijos al colegio”, es lo primero que comenta en los noventa minutos de charla con ella.
Admira, venera y siente pasión por su padre, su gran ejemplo empresarial, y le duele la actual situación que impide ver más de lo necesario a nuestros mayores. Pero su verdadera recarga llega de la mano de su marido, diferentemente iguales, la persona con la que se pierde “un día a la semana, un ‘finde’ al mes, una semana al año (es su norma)” en su casa de Cerdaña.
Quiero que suenen tambores de guerra para recibir al nuevo VC de Bluetech que capitaneará la protagonista de esta columna, porque es una buena noticia, porque es una bombona de oxígeno ante el ahogamiento actual. Porque es ponerle una sonrisa a la vida, como siempre hace Helena.