Que Navarra es una de las regiones que más mimos ofrece a la innovación es algo que casi nadie discute. A pesar de su extensión limitada y de la cercanía de un polo disruptor tan potente como el del País Vasco, la región foral suele intentar ir por delante del resto de territorios en muchos aspectos.
Hay veces, lógicamente, que los resultados tal vez no son tan exitosos como se esperaba -el metaverso para entrevistarse con el alcalde, por ejemplo, recibió algunas críticas y fue objeto de alguna mofa-. Pero incluso en esos casos, se valora el atrevimiento.
Ahora bien, en otras ocasiones, ese carácter innovador y esa apuesta por la transformación digital a través de estrategias favorecedoras del uso de la tecnología da sus frutos.
[María Chivite, presidenta de Navarra: "La digitalización de las empresas no es opcional"]
Recientemente, el gobierno que preside María Chivite ha dado cuenta de dos de estos éxitos. Uno tiene que ver con la conectividad -uno de los grandes caballos de batalla de las comunidades autónomas-; el otro, con la capacitación tecnológica del talento local.
Este último éxito se refleja en una cifra: el número 75. Más que un número, es un porcentaje. Y es que la segunda edición del curso de desarrollo de software impulsado por el Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, y por la empresa pública Tracasa Instrumental ha concluido con una previsión del 75% de contratación.
La falta de talento tecnológico es un problema que nadie esconde en la economía española, por lo que programas como el navarro no sólo demuestran que hay maneras de solucionar el problema, sino que evidencian que el talento existe, aunque todavía sea escaso.
Son 16 los jóvenes que han completado el curso de formación especializada en desarrollo de software para jóvenes egresados. A fecha de hoy, ya hay una previsión de contratación para el 75% de las personas que han participado, y se espera que en las próximas semanas la práctica totalidad del alumnado pueda ser contratado dentro del sector TIC.
[La paradoja navarra: mucha conectividad, poca madurez digital en los empresarios]
El curso, de 220 horas de duración y de carácter gratuito, estaba dirigido a personas recién tituladas en grado y máster universitario en Ingeniería Informática o Telecomunicaciones o Formación Profesional de Grado Superior de Informática, así como a estudiantes próximos a obtener alguna de estas titulaciones, con el objetivo de potenciar el perfil profesional de programadores TIC.
Entre otros objetivos, el curso persigue que los jóvenes profundicen en tecnologías de desarrollo, tanto de frontend como de backend, y en marcos ágiles de desarrollo a través de ejercicios de diferente complejidad realizados sobre entornos reales equivalentes a los entornos profesionales.
Asimismo, la formación recibida cubre todas las áreas de conocimiento técnico para que una persona recién egresada esté en disposición de incorporarse al mercado laboral. En este sentido, el curso se ha desarrollado bajo la metodología bootcamp, basada en adquirir conocimientos prácticos y específicos relacionados con el desarrollo de software por medio de una experiencia dirigida.
El propósito es que las personas participantes adquieran unos conocimientos y desarrollen unos ejercicios prácticos y actuales ajustados al perfil que demandan las empresas del sector, con el fin de facilitar una mejor incorporación a la empresa.
En concreto, uno de los casos prácticos que han llevado a cabo ha consistido en la creación de una aplicación web de conversión de divisas, en el que, por una parte, el cliente debe autenticarse y realizar posteriormente la conversión que desee y, en la parte de la gestión interna, el usuario dispone de diversas funcionalidades como el histórico de conversiones realizadas.
Por otra parte, decíamos que otro de los éxitos tenía que ver con la conectividad. Hace unos días, D+I se hacía eco de que en apenas dos años, el porcentaje de pueblos con conexiones ultrarrápidas ha crecido hasta 30 puntos en la región.
Galardón europeo por la conectividad
Y ese trabajo ha tenido premio. La Comisión Europea ha concedido un galardón al gobierno de Navarra por el impacto socioeconómico y la mejora sustancial de las conexiones que el I Plan Director de Banda Ancha ha supuesto en las áreas rurales de la Comunidad Foral.
Este plan ha sido el ganador de la categoría de 'Impacto socioeconómico en zonas rurales y remotas', una de las cinco que componen los Premios Europeos de Banda Ancha (European Broadband Awards) 2022, con los que la Comisión Europea reconoce los proyectos más destacados de este año en el despliegue de banda ancha en la Unión Europea.
El galardón fue recogido por el consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa: "Acercamos derechos a la gente que vive en zonas rurales al proporcionarles servicios de banda ancha, y de esta forma contribuímos a combatir la despoblación", resumió.
Y entre tanto éxito y tanto trabajo por la transformación digital, un proyecto que, a buen seguro, volverá a abrir un debate.
La seguridad de los datos o la protección de la intimidad es algo que muchas administraciones están teniendo en cuenta a la hora de implementar sistemas inteligentes de identificación para realizar procesos en la administración electrónica.
En Navarra se está produciendo ahora un análisis sobre si ir un paso más allá de la típica firma electrónica.
El debate sobre la identificación biométrica
El Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital va a analizar y examinar la posible implantación del 'Wallet de identificación biométrico' como sistema de identificación y firma en los procedimientos administrativos que la ciudadanía lleve a cabo con la Comunidad Foral de Navarra.
Se trataría de un sistema que verifica la identidad de una persona en función de sus rasgos físicos, utilizando para ello su imagen y con las mismas garantías que cualquier otro método de identificación.
El gobierno navarro opina que los sistemas 'clásicos', la credencial Cl@ve o el certificado digital de firma electrónica, presentan "problemas de accesibilidad para los colectivos más vulnerables, como pueden ser personas mayores o personas con diversas discapacidades".
Por ello, ha explicado Cigudosa, "se va a explorar la posibilidad de ofrecer a la ciudadanía y, en particular, a los colectivos más vulnerables el uso, siempre de forma voluntaria, de sistemas de acreditación de su identidad que sean seguros, sencillos y capaces de resolver algunas de las limitaciones que presentan los sistemas existentes hasta la fecha".
El hecho de que el gobierno navarro, en su análisis, vaya a valorar entre otros, los aspectos normativos en cuanto a procedimiento administrativo, la tecnología que implicaría, la ciberseguridad o la protección de datos que serían necesarios incorporar para hacer realidad esta nueva forma de identificación ante la administración, ya indica que el debate no será sencillo de resolver ante los más escépticos.
En este sentido, Cigudosa ha aclarado que este análisis requerirá el tiempo necesario para "garantizar a toda la ciudadanía que la identificación por biometría se implantará con total seguridad jurídica y ética y garantizando todos sus derechos".
Ello obedece a que es un sistema que afecta, por un lado, a los derechos de las personas físicas al referirse a datos personales de carácter crítico, como son los relativos a la biometría facial, cuyo uso y tratamiento debe cumplir unos altos estándares de conveniencia y seguridad, y, por otro, a la organización y planteamiento de los servicios telemáticos que se ofrecen a los ciudadanos por parte de la administración foral.