Bebés prematuros 'bendecidos' por la innovación en Barcelona: de la bioimpresión a la disrupción en logopedia
El Hospital Clínico barcelonés presenta sus principales proyectos para mejorar el desarrollo de los nacidos antes de las 28 semanas de gestación.
30 marzo, 2022 02:00Noticias relacionadas
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Casi una treintena de incubadoras que alojan diminutos cuerpos, algunos ventilados de forma no invasiva, conforman el paisaje de la Unidad de Cuidados Intensivos del servicio de Neonatología del Hospital Clínic de Barcelona, en Cataluña.
Son bebés que cuentan con un máximo de 37 semanas de vida y algunos, muy prematuros, entre 28 y 32, y los extremos, menores de 28.
En España se producen entre 350.000 y 400.000 nacimientos al año. De estos, entre el 7 y el 13% son partos prematuros y la mayoría de ellos son recién nacidos antes de la semana 32 de gestación.
Eso hace que sea necesaria una investigación constante en la búsqueda de técnicas innovadoras que mitiguen los problemas lógicos que esta circunstancia genera. Los problemas respiratorios, son uno de esos problemas.
"Las mascarillas genéricas no acaban de ajustar bien. Hay pérdidas de presión en la vía aérea, afectando a la respiración del bebé, y generan puntos de presión en la cara que acaban produciendo úlceras que pueden llegar a generar complicaciones para su salud", explica Cristina Borrás, neonatóloga y autora de la investigación sobre el desarrollo de una mascarilla individualizada 3D para la ventilación neonatal no invasiva, junto con Mario García Cusapié, Maria Murcia, Damien Djian y Óscar García Algar, jefe del Servicio de Neonatología.
El equipo inició sus investigaciones con el objetivo de diseñar una mascarilla de silicona individualizada para la ventilación no invasiva del recién nacido prematuro que mejorara los resultados de la actual.
Para ello han utilizado un escáner tridimensional y una bioimpresora, y los resultados, probados hasta ahora en maniquís, han sido muy alentadores y se acaban de publicar en el International Journal of Bioprinting.
Para obtener una mascarilla de ventilación personalizada, el equipo de neonatólogos e ingenieros biomédicos utiliza un escáner 3D que capta la imagen de la superficie facial del bebé en posición supina.
"El dispositivo no necesita contacto con el recién nacido, no emite radiaciones nocivas y toma la imagen sin necesidad de extraer el bebé de la incubadora", explica Borrás.
A partir de esta imagen en negativo de la cara, se realiza la impresión en 3D de la mascarilla, elaborada con silicona biocompatible e hipoalergénica, que además es resistente a los procesos de oxidación, a la compresión y la fricción, y tiene estabilidad térmica.
"El resultado es que hemos obtenido una mascarilla que coincide totalmente con la fisonomía de la cara del prematuro, con un ajuste perfecto que reduce las pérdidas de aire y permite una distribución homogénea de la presión sobre la piel, reduciendo en un 50% el riesgo a crear úlceras cutáneas", afirma.
Abaratar costes
Sólo la automatización del proceso de producción de la nueva mascarilla podrá reducir su coste actual, próximo a los 80 euros por cada pieza, tres veces más del coste de las mascarillas universales que se utilizan hoy en día.
El avance es notable, ya que aunque el estudio realizado se centra en una mascarilla de ventilación no invasiva para los prematuros, la técnica es aplicable en pacientes adultos con problemas respiratorios, como los causados por la Covid-19.
Paralelamente, el Servicio de Neonatologia del Hospital Clínic de Barcelona, ha introducido la logopedia en la UCI neonatal (UCIN), una disciplina que ha conseguido mejoras en los trastornos asociados a la prematuridad. La innovación también centra el trabajo de esta unidad.
Estos recién nacidos no tienen desarrollados al completo los reflejos orales, por lo que les cuesta deglutir, no realizan correctamente los movimientos de la lengua y deben soportar durante semanas las sondas gástricas. Superar estas circunstancias era todo un reto.
"Realizamos estimulaciones orofaciales en la UCIN y les ayudamos a adquirir los reflejos de succión, deglución y respiración no desarrollados completamente", explica Andrea Vallès-Sasot, autora de la guía 'El trabajo del logopeda en la UCI neonatal', junto con el doctor García Algar, resultado del estudio de la aplicación de las técnicas de logopedia en prematuros.
Las consecuencias de no adquirir correctamente estos reflejos provocan en los niños "un retraso en la maduración de toda la musculatura de la cara, por lo que suelen empezar a hablar más tarde de lo que corresponde, tienen dificultades con la alimentación y otros trastornos asociados a estas carencias en el desarrollo", afirma Vallès-Sasot, que reivindica la incorporación de la figura del logopeda en la UCI neonatal.
"Los bebés pueden dejar antes el hospital, consiguen un buen aumento de peso y un desarrollo adecuado. Nuestra intervención se demuestra vital", remarca.
Y una tercera línea de investigación en la que interviene el Servicio de Neonatología del Hospital Clínic de Barcelona se centra en pacientes de entre 3 y 6 años y tiene a la osteopatía como protagonista.
Ramon Cases, osteópata, ha publicado su estudio pionero sobre la factibilidad de la eficacia y la viabilidad de una intervención osteopática en la mejora de los síntomas neurocognitivos y conductuales habitualmente asociados al trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF), enfermedad en la que el doctor García Algar es un referente.
"Después de cuatro semanas de actuación terapéutica, tratando las disfunciones somáticas de los pacientes a través de la aplicación de técnicas de tratamiento manual osteopàtico (TMO), se han constatado mejoras considerables del trastorno neurocognitivo", explica Cases, que destaca que otro de los éxitos es la total adherencia de los pacientes al tratamiento.
Un segundo estudio ya en la recta final, aplica las técnicas osteopáticas a niños de mayor edad y adolescentes afectados por TEAF, un trastorno que investiga desde 2014. "Cuanto más pronto se interviene en los trastornos de neurodesarrollo, que afectan a la plasticidad del sistema nervioso, mejores resultados se obtienen", apunta Cases.
El servicio de Neonatología del Hospital Clínico, que ha conseguido la acreditación ISO en dos normas, la de neonatología y la de gestión de riesgos y seguridad del paciente, está inmerso en proyectos de investigación en el área neonatal, de tóxicos y TEAF, en los que implementa tecnologías como bioimpresión 3D, RV/RA, monitorización inalámbrica e inteligencia artificial.