Cada uno de los 2.248 pueblos de Castilla y León tiene la posibilidad de abrir la puerta de esta oficina. En su interior, le espera un salto al futuro, un salto a la era digital, algo que para la mayoría, desgraciadamente, es algo utópico.
Hablamos la Oficina de Apoyo a la Smart Rural, un servicio promovido por el gobierno autonómico dentro de un programa interregional transfronterizo -con Portugal- llamado SMARTCRD destinado a desarrollará e implantará servicios Smart Rural para la gestión inteligente de servicios públicos en distintas áreas.
No es la primera administración que coquetea con tecnologías como la sensorización, pero quizá sí la que más ha subido el nivel de esta tendencia.
Cabe recordar que la Diputación de Castellón tiene abierto el proyecto Smart Villages, que ya ha realizado algunos avances importantes, como por ejemplo el hecho de que los propios alcaldes puedan controlar la intensidad de las farolas.
Una mayor eficiencia en la gestión de servicios públicos redunda en una mayor calidad de vida, algo que buscan los municipios afectados por la despoblación.
Y en ello está, cómo no, Castilla y León, cuya administración autonómica no deja de demostrar su compromiso para intentar reducir el impacto de esta lacra de la España Vaciada.
Decíamos que la región había subido el nivel de los pueblos inteligentes a cuenta de los resultados presentados esta semana.
La consejera de Movilidad y Transformación, María González Corral, ha anunciado la ampliación de los servicios integrados en el proyecto ‘Territorio Rural Inteligente’, que supone la puesta en marcha, en colaboración con las administraciones locales y provinciales, de cerca de 800 nuevos sensores para la mejora de la gestión de servicios públicos, que se suman a los 700 ya instalados y que suponen una inversión total de más de 1,6 millones de euros.
Del total de estos nuevos sensores, el 98% se centra en monitorizar en tiempo real el nivel de llenado en contenedores de residuos, y el resto se han destinado en la medición de calidad de agua en diferentes zonas rurales de Castilla y León.
Los datos recogidos por estos sensores son enviados a la plataforma de software común denominada ‘Territorio Rural Inteligente’ que, promovida por la administración autonómica, permite a ayuntamientos y diputaciones, por un lado, consultar la información medida por los sensores, y, por otro, tener un registro histórico de los datos.
Se trata de un proyecto, como decíamos, que incluye una oficina concebida como uno de los pilares para el desarrollo del plan.
Y esto es así porque esta oficina es la encargada de ofrecer servicios de apoyo a las administraciones locales para una mayor eficiencia de la administración pública y su impacto sobre la ciudadanía.
Como dice la consejera, cualquier administración local de Castilla y León puede sumarse a este proyecto de sensorización e incorporación de tecnología a los servicios públicos, "siendo únicamente necesario dirigirse a esta oficina".
Lo dicho, acceso a una gestión inteligente de los servicios públicos con sólo abrir una puerta.
La oficina, asimismo, ayuda a las entidades locales a desarrollar e implantar la gestión inteligente de los servicios públicos, les asesora en la gestión de servicios públicos a través de las TIC y hará difusión del proyecto mediante la dinamización del portal web Smart CRD que contiene información de interés para los Ayuntamientos, Diputaciones y Cámaras de la Red (informes, noticias, manuales, ayudas, etc.).
Las funciones de la Oficina
Con todo, entre las principales funciones que desempeñará la oficina se encuentran la elaboración de guías y estudios de aplicación en la administración local -ya se han publicado un total de seis, como publicó D+I-, la dinamización de los grupos de trabajo del proyecto Smart Comunidad Rural Digital, la organización de foros de intercambio de experiencias innovadoras o la medición de la evolución del grado de innovación tecnológica.
Y todo, recordemos, con un objetivo general: la sensorización de estos territorios. La consejera González Corral ha señalado que el objetivo de este proyecto de sensorización es realizar una gestión más eficiente de los servicios de recogida de residuos, permitiendo conocer aquellos contenedores que tienen un nivel alto de llenado y optimizar de esta forma las rutas que realizan para la recogida, reduciendo, según se estima, en al menos un 30% el gasto de combustible.
Asimismo, el sistema permite gestionar alertas que notifican a los gestores del servicio un nivel de llenado próximo al desborde, para que se priorice la recogida de estos contenedores.
Cabe reseñar que este grupo de sensores de residuos, instalados en contenedores de vidrio (43,41%), envases (37,24%) y papel (19,25%), 147 se encuentran distribuidos en 64 municipios de la provincia de Zamora, y vienen a sumarse a los ya implantados a través del convenio firmado entre diputaciones y Junta, permitiendo llegar a más de mil contenedores de residuos en toda la Comunidad.
Por otra parte, los nuevos sensores de medición de calidad del agua instalados en 15 municipios están permitiendo monitorizar los niveles de cloro del agua de los depósitos municipales. Al igual que con los sensores de contenedores, se han programado alertas que permiten avisar de niveles altos o bajos de cloro para que puedan tomarse las medidas oportunas para la mejora de la calidad del agua.
Territorio Rural Inteligente de Castilla y León también permite monitorizar el estado de otros servicios públicos como el alumbrado, aparcamientos municipales, patrimonio cultural, depuradoras o depósitos de sal en carreteras, entre otros, gracias a los más de 1.500 sensores que están implantados en la actualidad y que prevén llegar a los 2.000 durante el primer trimestre de 2023.
Más allá de la implementación de nuevas tecnologías digitales en el medio rural, la Consejería tiene como objetivo lograr que los habitantes de estos municipios puedan adquirir las competencias digitales necesarias para poder sacar el mayor provecho de las mismas y, por ello, a través del programa CyL Digital, se promueven cursos de formación, asesoramiento y certificación en la red de centros rurales asociados.