Todos conocemos la escena. Un turista salta a la piscina, pero no desde un trampolín sino desde su apartamento. Le llamamos balconing y su popularidad alcanzó en su día cotas insospechadas, sobre todo, entre aquellos (casi siempre extranjeros y con una pasión desmedida por el alcohol) que visitaban Magaluf (Baleares) y su entorno.
Magaluf es un núcleo turístico perteneciente al municipio mallorquín de Calvià. Su Ayuntamiento lleva años intentando huir de lo que también se conoce como turismo de excesos.
Porque, además del balconing, también había vandalismo, suciedad, drogas… Porque una cosa es tener un lugar preferente en el mapa turístico mundial y otra muy distinta es que te conozcan precisamente por ese exceso.
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La pregunta sobre cómo acabar o, mejor dicho, cómo transformar esa imagen de Magaluf, no tiene una respuesta fácil y desde varios sectores se están impulsando iniciativas, sobre todo, a nivel turístico.
De forma paralela a esa transformación del destino, está surgiendo, sin embargo, una iniciativa que también pretende añadir un nuevo potencial a esta zona de Baleares. Una iniciativa que quiere convertir este entorno en un "mini Sillicon Valley", explican sus promotores.
Balconing magaluf 2
Hoy en día, es cierto, cualquier iniciativa como la que vamos a relatar peca de atribuirse ese apelativo tan americano, pero bajo esa capa publicitaria hay un proyecto, cuanto menos, interesante.
Iván Sala es el empresario catalán que está capitaneando un proyecto llamado Terramar Tech. Todo comenzó con la compra de una cafetería y una reforma. Hoy ya es oficialmente un club de inversión y mentoring de startups de base tecnológica.
"Terramar es un club de mentores, 50 en la actualidad, que dinamiza el Go-to-Market de startups tecnológicas, escalables y tokenizables", explica Sala.
Efectivamente, estamos ante la primera particularidad: la tokenización. Tanto el proyecto como las apuestas de inversión en empresas emergentes se van a basar en la digitalización de activos a través del blockchain. Es decir, además del valor de sus activos reales, las empresas también van a tener su correspondiente valor digital basado en tokens gracias a su registro en una cadena de bloques.
Terramar obtendrá ingresos acompañando a estas startups hasta su lanzamiento de tokens a mercado con un compromiso de inversión de 25.000 euros por proyecto.
Sala explica que "el objetivo de Terramar es atraer a las mejores startups escalables y tokenizables y para ello nos basamos en un modelo de negocio cooperativo que combina restauración, mentoring y tecnología".
"Este tipo de empresas tecnológicas traen mucha innovación, con lo que, a nivel reputacional, indudablemente, es muy importante para el territorio".
En opinión del líder de esta iniciativa, "se trata de un modelo altamente replicable que construirá un ecosistema que convertirá Magaluf en una bahía tecnológica de referencia a nivel mundial".
No duda Iván Sala en recalcar, como parte del argumentario que justifica esta iniciativa, que "la infraestructura de Mallorca está desaprovechada desde un punto de vista tecnológico". Y añade: "Realizar un viaje de unas semanas para reunirte con mentores de primera línea o incubar tu startup durante varios meses ya es posible".
Zona de Son Caliu, en el entorno de Magaluf, donde se ubica Terramar Tech. FOTO: Ayuntamiento de Calvià
Pero ¿cuál es la propuesta de Terramar Tech? Hay tres líneas de actuación. Hay una zona llamada de restauración, concebida como un coworking con amplios espacios, en un local que fue adquirido en 2021. La citada tokenización y el mentoring (el asesoramiento a nuevas empresas) son las otras dos líneas.
Este es el proyecto, pero lo que se busca, además, es realizar una transformación en el territorio a nivel social.
"Organizan actividades, dinamizan la zona, realizan pitch elevator…", explica José Mañas, presidente de la Comisión de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Confederación de Empresarios de Baleares (CAEB) y CEO de la empresa tecnológica WDNA.
"La infraestructura de Mallorca está desaprovechada desde un punto de vista tecnológico".
Explica que "desde CAEB apoyamos este tipo de iniciativas porque este tipo de empresas tecnológicas suelen traer al territorio mucha investigación y, por tanto, mucha innovación, con lo que, a nivel reputacional, indudablemente, es muy importante para el territorio".
Desde su punto de vista como CEO de una empresa tecnológica recalca que "cuanto más rico sea el ecosistema, mucho mejor".
En el Ayuntamiento ven la iniciativa como una oportunidad. Fuentes municipales consultadas por D+I en el consistorio de Calvià explican que "estamos alineados con los objetivos, a medio y largo plazo, de diversificar el modelo productivo, ya sea o no vinculado al turismo, algo que debe pasar, obligatoriamente, por la implicación y el acompañamiento del conjunto de las administraciones y de la iniciativa privada".
A pesar de estar alineados, la administración municipal dice no haber mantenido ninguna reunión con los promotores de esta iniciativa y ni siquiera, revela, conoce el proyecto.
El Ayuntamiento: objetivos e iniciativas alineadas
Las fuentes consultadas a nivel municipal remarcan, eso sí, que desde el Ayuntamiento se están apoyando iniciativas que buscan objetivos similares. "Por ejemplo, apoyamos una iniciativa que el gobierno autonómico de Baleares ha presentado a los Fondos Europeos Next Generation para la instalación en Magaluf de un moderno centro de formación que aúne formación profesional, módulos profesionales, formación ocupacional y continua".
También se está trabajando en la innovación en dos sentidos, remarcan desde el consistorio. "Estamos apostando por la digitalización de los servicios, con el tema de la administración digital, de cara a mejorar la comunicación de la administración con la ciudadanía".
Por otro lado, "se trabaja en actuaciones para Smart Calvià que vendrán de la mano de Red.es (que se sumará al proyecto Smart Mallorca), con proyectos, por ejemplo, como la gestión de los datos recogidos por los diferentes medios tecnológicos y la posibilidad de creación de un modelo big data que aporte información para mejorar la experiencia del turista y de la ciudadanía y la mejora de la sostenibilidad energética y medioambiental".
En resumen, una suma de iniciativas públicas y privadas que están convirtiendo a Magaluf y su entorno en todo un ejemplo de cómo se puede trabajar para intentar revocar etiquetas que no son del todo positivas a nivel de imagen para esta área.