El gobierno de Asturias inició allá por el año 2015 un programa de ayudas que trataba de generar transferencia de conocimiento entre grupos de investigación y grandes empresas industriales de la región.
Se llamó 'Proof of concept', es decir, prueba de concepto y, como su nombre indica, consiste en aplicar innovación y nuevas herramientas procedentes de la universidad a determinados retos planteados por esas empresas tractoras.
Las tres primeras ediciones acabaron con 12 proyectos premiados tras resolver los problemas planteados por las empresas Arcelor Mittal, Industrias Lácteas Asturianas y ThyssenKrupp Elevator Innovation Center.
Tras tres años en blanco, la cuarta edición se ha cerrado este año con dos nuevas ideas reconocidas que vienen a resolver el reto de la empresa Windar Technology and Innovation.
Todo lo anterior, dicho de otro modo, significa que Asturias está intentando hacerse una idea de cómo será la industria del futuro a través de este programa, que va a tener continuidad en los próximos años.
Así, se ha podido deducir que los nanomateriales, la sensórica, la ciencia de los datos o la impresión 3D son las herramientas, ya no sólo de futuro, sino de presente, que la industria necesita para dar el salto.
Los diferentes proyectos presentados hablan de cómo gracias a los retos planteados por las cuatro empresas participantes, otras compañías de la región pueden tomar ejemplo de cuáles son las tecnologías del momento.
Los casos de uso
Bajando al terreno de los casos de uso, se puede reseñar la solución conjunta aportada por el Grupo de Materiales Magnéticos y Nanomateriales (del Departamento de Física) y del Biotechnology in nutra-ceuticals and bioactive compounds (del Departamento de Biología Funcional) al reto planteado por Industrias Lácteas Asturianas.
La solución aportada fue la de unas membranas nanoporosas con biocidas con actividad inhibidora para evitar la formación de biofilms en puntos críticos del proceso de producción en la industria láctea.
La industria láctea es uno de los sectores con más arraigo en la región asturiana y otras dos soluciones derivadas del programa 'Proof of concept' evidencian cómo se está reinventando gracias a la ciencia y a la tecnología.
Un proyecto de biotecnología para la cristalización eficiente de lactosa monohidratada (Grupo de Química Orgánica e Inorgánica del Departamento de Química y Física analítica) y otro que utiliza el análisis de datos para la predicción de ventas de alimentos lácteos perecederos (Grupo de Estadística e Investigación Operativa) confirman este hecho.
La empresa tractora Arcelor, protagonista de la primera edición (2015), eligió sendos proyectos nanotecnológicos para dar respuesta a sus retos: la obtención de materiales de hierro nanoparticulados para su aplicación al tratamiento de aguas (solución propuesta por el Grupo de Tecnología de Bioprocesos y Reactores) y el desarrollo de supernanocondensadores electrostáticos para el almacenamiento de energía de forma sostenible (a cargo del Grupo de Materiales Magnéticos y Nanomateriales).
Arcelor, hasta la fecha, ha sido la compañía que más soluciones ha elegido para dar respuesta a sus retos, un total de cinco. Además de las dos ya mencionadas, destacó un proyecto para optimizar la metodología para la fabricación aditiva -impresión 3D- (del Advanced Research in Additive Manufacturing), otro para la optimización de conversores de frecuencia basados en grafeno en banda ancha también mediante técnicas de fabricación aditiva (del Grupo de Teoría de la Señal y Comunicaciones) y otro destinado al desarrollo de sensores luminiscentes basados en nanopartículas para la detección de tóxicos ambientales.
Triunfa la sensórica
La sensórica ha sido la tecnología más utilizada en este 'Proof of concept' asturiano y la compañía que más recurrió a ellos para aplicarla en sus instalaciones fue ThyssenKrupp Elevator Innovation Center.
Esta empresa ha encontrado varias soluciones (cuatro) a sus retos y todas ellas tienen como protagonistas a los sensores. Desde el desarrollo de nuevos transmisores para las comunicaciones por luz visible en redes de señores inalámbricos (solución aportada por el Grupo de Investigación de Sistemas Electrónicos de Alimentación) hasta la gestión integral de energía eléctrica en elevadores y pasarelas también gracias a los sensores (del Laboratory for Electrical Energy Management Unified Research).
El control, diagnóstico y protección de máquinas de imanes permanentes mediante sensores específicos medidores de campos magnéticos (del Grupo e Investigación de Accionamientos Eléctricos y Convertidores de Potencia) y otro proyecto para la aplicación de técnicas de correlación digital de imágenes (del Grupo de Investigación de Sistemas Electrónicos de Alimentación) confirman la importancia de la sensórica no sólo para esta compañía sino para la industria actual y del futuro.
En la cuarta edición de 'Proof of Concept', resuelta recientemente, la empresa Windar Technology and Innovation ha elegido dos soluciones para satisfacer sus retos.
El primero es el desarrollo de un sensor virtual para la predicción de la formación de óxidos por condensación en materiales y productos, del grupo de investigación en Ingeniería de Proyectos e Ingeniería Sostenible.
El segundo, tiene que ver con la valorización de lodos de pintura integrándola en una mezcla asfáltica, del grupo de investigación en Ingeniería Sostenible.
Estos catorce proyectos son la guía de cómo la industria está dando el salto al 4.0 y confirman a Asturias como una región innovadora en este sentido.
En definitiva, el objetivo de este programa es facilitar el potencial innovador de proyectos desarrollados por investigadores que centran sus actividades en las áreas científico-tecnológicas prioritarias en la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3) para promover procesos de innovación abierta en empresas tractoras.
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