La protección de los menores, la atención y seguimiento a mujeres víctimas de violencia de género, la garantía de alimentación básica para personas sin recursos o el cuidado de personas que no tienen dónde dormir. Estas son algunas de las situaciones con las que tienen que lidiar diariamente los servicios sociales en cualquier territorio.
Y, como en cualquier ámbito de la sociedad, se está viendo cómo el volumen de trabajo es cada vez mayor y la gestión eficaz de cada tarea es, más que una necesidad, casi una obligación.
No es de extrañar, pues, que las administraciones y las empresas estén cada vez más preocupadas por introducir herramientas innovadoras para lograr este objetivo.
Tanto es así que en ocasiones surgen iniciativas disruptivas que pueden incluso marcar tendencia y ser aplicadas en un futuro seguramente no tan lejano en otras comunidades autónomas.
En Andalucía se ha presentado recientemente un proyecto que bebe de experiencias ya existentes como el historial médico digital, o lo que es lo mismo, la posibilidad de que cada usuario -y cada médico de una región- pueda consultar los antecedentes sanitarios de un determinado paciente con un simple click.
El proyecto andaluz es similar pero aplicado, por primera vez, a los servicios sociales. El objetivo, como en el ejemplo sanitario, es mejorar la atención del usuario partiendo de una monitorización personalizada.
Ha nacido pues en territorio andaluz la historia social electrónica, un paso hacia delante que se enmarca dentro de una política social en este territorio que presenta datos muy específicos que hablan del compromiso de la administración a la hora de maridar innovación e inclusión social.
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Con esta historia social electrónica, según ha presentado recientemente la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, "queremos simplificar trámites, eliminar burocracia y agilizar la respuesta social; en definitiva, facilitar la vida a la gente. Se trata de que a un solo click y en cualquier punto de la geografía esté toda la Historia Social de los andaluces y andaluzas".
López incide en que ello supone "una revolución en el ámbito de los servicios sociales, que coloca a Andalucía como una comunidad pionera en este sentido, convirtiéndola en referente para el resto de comunidades autónomas".
Esta intervención cuenta con una programación financiera que asciende a cinco millones de euros, provenientes del programa Fondo Social Europeo (FSE+) de la Comunidad Autónoma de Andalucía 2021-2027.
En cuanto su funcionamiento, la historia social única se sostiene sobre tres ejes: el visor profesional, el visor de la ciudadanía, y el visor de las entidades colaboradoras, de manera que ya está en marcha la primera versión del visor profesional, se ha iniciado el despliegue territorial, y se está realizando una labor de información y formación a todos los profesionales de las entidades locales, personal de las delegaciones territoriales y de la agencia de servicios sociales y dependencia de Andalucía.
Tras el visor profesional, vendrán los otros dos visores: el visor de la ciudadanía que va a permitir a las personas usuarias de los servicios sociales, o sus representantes legales, acceder a su historia social y modificar los datos de contacto, así como visualizar los apuntes y, en su caso, la documentación registrada en el sistema. De hecho, se prevé su presentación en las jornadas Tecnosocial, el encuentro de innovación y nuevas tecnologías aplicados a los servicios sociales, que se va a celebrar a finales de marzo en Málaga.
Y, por último, está el visor profesional de las entidades colaboradoras, el cual facilitará a determinados profesionales de entidades privadas colaboradoras acceder a los datos de las personas usuarias y sus actualizaciones en las intervenciones que estén llevando a cabo.
Sistema Progressa
Además, dentro del sistema de la Historia Social Única, desde la Consejería se está trabajando en el desarrollo del sistema Progressa para dotar a las entidades locales de un sistema de gestión propio e integral de los servicios sociales comunitarios.
Este proyecto sólo es uno de los que convierten el tercer sector andaluz en un sector dinámico en cuanto a digitalización e innovación.
De hecho, recientemente la citada consejería ha destacado una línea de ayudas, con una inversión de 58,8 millones de euros, para proyectos de innovación en los servicios sociales, lo que supone "todo un avance" en el cumplimiento de la Ley de Servicios Sociales de Andalucía.
Se han presentado un total 748 proyectos, como ha apuntado la propia consejera. Una cifra muy destacable.
Estas subvenciones permitirán la realización de proyectos orientados a la digitalización de los servicios sociales para "hacer más efectivas las prestaciones y no dejar a nadie atrás".
Según ha enfatizado la consejera, "el objetivo de estas ayudas es el de intervenir en ámbitos como pueden ser la infancia, la adolescencia y la juventud; la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres y prevención de la violencia de género; las personas mayores; las personas con discapacidad; la comunidad gitana; la población inmigrante; las personas sin hogar y otros colectivos que requieran procesos de inclusión social; garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares o para la intervención del voluntariado".
'Vivir en casa'
Y, por último, otro proyecto. La consejera ha mencionado el proyecto 'Vivir en casa', que se basa en la innovación tecnológica y social en los cuidados domiciliarios y se lleva a cabo en colaboración con la Universidad de Málaga, con la que la Consejería firmó un convenio de colaboración por importe de dos millones de euros.
Esta iniciativa está encuadrada en el denominado plan 'Más Cerca" y el objetivo es definir un nuevo modelo de intervención y de servicios en la atención domiciliaria de personas dependientes.
La idea es que estas personas que precisan de cuidados puedan permanecer en sus casas el mayor tiempo posible. En torno al 95% manifiesta el deseo de seguir viviendo en su entorno habitual con los apoyos y cuidados que sean necesarios.
Además, para desarrollar el proyecto, se va a constituir un espacio de demostración (Social Living Lab) que servirá de laboratorio de pruebas para poner en práctica las soluciones tecnológicas que se vayan creando.
Este laboratorio generará un banco de tecnologías y saldrán las herramientas tecnológicas a los domicilios de las personas en situación de dependencia. Además, la consejera ha explicado que, a la tecnología, se unirá una persona que supervise la implantación de la misma y el estado del usuario en cuestión.